La exjefa de prensa de Podemos niega ante el juez que ejerciese como cuidadora de los hijos de Montero e Iglesias
- Ha declarado este jueves ante el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid
- Ha respondido a todas las partes menos a la acusación popular que ejerce Vox
La exjefa de prensa de Podemos que está investigada en el denominado "caso niñera" ha asegurado este jueves ante el juez que nunca ejerció como cuidadora de los hijos de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y Pablo Iglesias, ni nadie se lo reclamó, aunque si iba en ocasiones al domicilio de la pareja para hacer su trabajo.
La extrabajadora, Gara Santana, ha declarado este jueves ante el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid en la causa en la que investiga si dos personas relacionadas con Irene Montero realizaron funciones ajenas a su cargo como cuidadoras de sus hijos y pagadas por el grupo parlamentario de Podemos.
El "caso niñera" nació a raíz de la denuncia de la exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos, Mónica Carmona, que se negó en su momento ante el juzgado a desvelar la identidad de la persona que le transmitió que una asesora de la ministra, Teresa Arévalo, desempañaba funciones como cuidadora de su hija menor, y aseguró que no lo investigó porque fue cesada.
Con motivo de la denuncia, el magistrado imputó a esa asesora y posteriormente a Gara Santana, después de lo que solicitaran Vox y Prolege tras la declaración de otra empleada del partido que aseguro que ella alguna vez tuvo que hacer labores ajenas a sus funciones de seguridad, y que Santana le dijo que también debía hacerse cargo del cuidado de los hijos de la dirigente política.
Santana ha respondido a todas las partes menos a Vox
La exjefa de prensa ha respondido a todas las partes menos a la acusación popular que ejerce Vox, en una sesión en la que no ha estado la Fiscalía.
Durante la vista ha explicado que ejercía sus funciones como periodista para el grupo parlamentario de Podemos, y en algunos momentos de especial carga de trabajo fue a la casa de Montero e Iglesias para avanzar trabajo, como preparar entrevistas para el fin de semana o trámites relacionados con leyes.
Así lo han precisado fuentes jurídicas, que han relatado que esto no lo hacía "ni regularmente ni habitualmente", y que en cualquier caso "nunca hizo las funciones de las que se le acusa ni nadie se las reclamó.