El peligro de respirar el humo de los incendios: de quemaduras en los pulmones a irritación en los ojos
- La intoxicación aguda por humo es la principal causa de muerte durante un incendio, por delante de las quemaduras
- Los equipos de emergencia están más expuestos, pero puede ser perjudicial para toda la población cercana
Las llamas siguen arrasando los bosques españoles y, con ellas, continúa inundando el cielo el humo, pequeñas partículas suspendidas en aire caliente que pueden tener efectos muy perjudiciales para la salud. Precisamente, la intoxicación aguda por humo es la principal causa de muerte durante un incendio, por delante de las quemaduras, apuntan los expertos.
De acuerdo a la experta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Cristina Martínez, el humo no es únicamente peligroso por esas partículas y los gases que se emiten, sino también por las consecuencias de las elevadas temperaturas. Puede provocar, dice, intensas quemaduras en el aparato respiratorio, así como irritar la garganta y obstruir los pulmones.
Solo los equipos de emergencia están expuestos a una humareda tan densa y peligrosa. Pero cuando un incendio se prolonga en el tiempo y se extiende considerablemente, como los que se están viendo este verano, el humo contamina el ambiente y puede ser perjudicial para todos.
El enrojecimiento de ojos, la tos, y el picor de nariz y de garganta son otros de los efectos que puede desencadenar el humo. Un problema que tiende a agravarse en personas vulnerables que, por ejemplo, sufren patologías respiratorias previas.
Las recomendaciones de los expertos para protegerse del humo
Para el Oficial de Bomberos de la Comunidad de Madrid, Víctor Prieto, es indispensable seguir siempre las recomendaciones que las autoridades realicen conforme evolucione el incendio.
Entre ellas, Prieto señala quedarse dentro de las viviendas, cerrar las ventanas para evitar que el humo pase o incluso ser evacuados y abandonar la zona si el fuego se descontrola exageradamente.
Asimismo, es imprescindible protegerse nariz y boca con mascarilla y llamar a emergencias si la cantidad de humo y la dirección del viento complican la situación.