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El juicio a Borràs sacude la política catalana y eleva la tensión entre JxCat y ERC

  • La CUP y ERC se han mostrado partidarios de aplicar el reglamento del Parlament, que establece su suspensión como diputada
  • "Suspendido de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño", ha afirmado la presidenta de la Mesa

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La presidenta del Parlament, Laura Borrás, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
La presidenta del Parlament, Laura Borrás, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès

La presidenta del Parlament y dirigente de JxCat, Laura Borràs, se encuentra a un paso de ser suspendida como diputada ante la apertura de juicio oral contra ella por la presunta comisión de los delitos de prevaricación y falsedad documental. Con esta decisión judicial, su futuro político queda en manos de dos fuerzas independentistas, ERC y la CUP, lo que eleva la tensión entre los socios del Govern de coalición.

Este martes, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha decidido investigar a Borràs por fraccionar contratos de la Institució de les Lletres Catalanes para adjudicárselos a un amigo en 2018. Visto como un presunto caso de corrupción y ante la perspectiva de que la presidenta no deje su cargo de manera voluntaria, tanto la CUP como ERC se han mostrado partidarios de aplicar el artículo 25.4 del reglamento de la cámara catalana, que establece su suspensión como diputada.

A ellos también se sumará el PSC, que le ha pedido a la presidenta que se aparte del cargo para no perjudicar a la institución".

La incertidumbre en el Parlament ante este escenario inédito es máxima, pero sus consecuencias podrían no ceñirse a un mero choque entre grupos parlamentarios independentistas, sino que la inestabilidad podría trasladarse al Govern de coalición que preside Pere Aragonès.

Sectores de JxCat abogan por abandonar el Govern –dividido al 50% entre ambas formaciones– ante la falta de avances en el proceso independentista, uno de los puntos que marcó el acuerdo de gobierno pactado en mayo de 2021. Ahora, en caso de que ERC votase a favor de suspender a Borràs, estas voces arreciarían, lo que podría conducir a un pulso interno en Junts entre pragmáticos partidarios de permanecer en el ejecutivo y defensores de pasar a la oposición.

La Mesa decidirá el jueves el futuro de la presidenta

No será hasta el jueves cuando la Mesa del Parlament decida en una reunión extraordinaria la decisión de suspender a Borràs o no. Si determina que los delitos de prevaricación y falsedad documental por los que se la acusa encajan dentro del concepto de corrupción, deberá aplicar el artículo 25.4.

No obstante, cabe la posibilidad de que sea derivado al pleno o, si la Mesa tiene duda sobre cómo proceder, a la Comisión del Estatuto del Diputado, presidida por el diputado de JxCat Jaume Alonso-Cuevillas, próximo a Borràs.

Ese dictamen podría establecer que a Borràs no se le puede aplicar el artículo 25.4, denunciando motivaciones "políticas" detrás del caso o apelando a las razones jurídicas de dos informes de los letrados de la cámara, que consideran que puede ser inconstitucional al vulnerar derechos como el de la presunción de inocencia, aunque en cualquier caso ese dictamen deberá ser aprobado por mayoría.

Sin embargo, los anuncios de los diferentes partidos y la correlación de fuerzas en la Mesa muestran un escenario desfavorable para la presidenta: JxCat solo tiene dos miembros, siendo uno de ellos la propia Borràs, que no podría votar en este tema por evidente conflicto de intereses; frente a dos de ERC, otros dos del PSC y uno de la CUP.

Aunque sin representación en la Mesa, Vox y Ciudadanos han presentado sendos escritos en el que reclaman de los derechos y deberes parlamentarios de Borràs, mientras que Jéssica Albiach, de los comunes, ha afirmado que Borràs debe "dimitir como presidenta del Parlament y ser suspendida" como diputada.

Un caso de corrupción a ojos de ERC y la CUP

En las últimas semanas, pese a que Borràs ha insistido en defender su inocencia y en que es víctima de la "persecución política" del Estado para intentar apartarla de la primera línea, desde ERC ya habían dado a entender que se inclinaban por aplicar el reglamento y habían dejado entrever el camino que esperaban que tomase Borràs.

A mediados de julio, el president Pere Aragonès (ERC) sugirió que si un dirigente republicano estuviese en su misma situación judicial, se "apartaría" del cargo y pondría la institución siempre "por delante". Unos días más tarde, señaló que la corrupción "no tiene sitio" en Cataluña, tras lo cual añadió que "las instituciones son para la mayoría, no para una o dos personas".

Ahora, la secretaria general adjunta y portavoz del partido, Marta Vilalta, ha despejado cualquier ambigüedad al respecto. "Son delitos vinculados a corrupción", ha dicho, por lo que "no haría falta elevar esta consulta a la Comisión del Estatuto del Diputado", sino que la propia Mesa podría acordar la suspensión.

También la CUP han instado a Borràs a apartarse voluntariamente del cargo por "responsabilidad", para evitar que el Parlament quede "manchado" por un juicio por corrupción, pero, si no da un paso al lado, la diputada de la CUP Laia Estrada ya ha avisado de que su formación pedirá el jueves la aplicación del 25.4.

Borràs: "Suspendido de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño"

Consciente de que ni ERC ni la CUP parecen dispuestas a blindarla, Borràs ya ha advertido de que, si acaba siendo suspendida, no dejará su cargo de presidenta del Parlament, porque no piensa dimitir, sino que en todo caso solo cederá sus funciones presidenciales a otro diputado, hasta que se resuelva definitivamente su causa.

"Suspendido de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño. Dejas de hacer esas funciones, pero eso no quiere decir que las abandones o te hagan dimitir. Durante el periodo de tiempo que se considere que afecta esta suspensión, habrá otro que hará las funciones, pero no se escoge a otro presidente", argumenta.

La dirección de JxCat ha expresado su apoyo "sin fisuras" a la presidenta del Parlament y ha emplazado a ERC y la CUP a no caer en la "trampa" de un Estado español que quiere "dividir y enfrentar" al independentismo. "La dirección ha dado apoyo a la presidenta sin fisuras ante el lawfare la persecución política que se ve en la desproporción de las penas solicitadas", han valorado en un comunicado.

ERC se ha mostrado dispuesta a "hablar" con JxCat sobre la posibilidad de que mantenga la presidencia del Parlament si Borràs queda suspendida. De este modo, la vicepresidenta primera, la republicana Alba Vergés, podría asumir provisionalmente las funciones de presidenta, aunque ERC abre la puerta a que quien haga esto sea Aurora Madaula, secretaria segunda de la Mesa y diputada de JxCat.