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Cómic

Ángeles y profetas pasean por Madrid, Burgos o Bilbao, en 'Alguien se Despierta a Medianoche'

  • Óscar Esquivias y Miguel Navia crean su propio Libro de los profetas, ambientado en la actualidad
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Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'
Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Uno de los libros más sorprendentes e imaginativos que leeréis este año es Alguien se Despierta a Medianoche (Libro de los profetas) (Reino de Cordelia), del escritor Óscar Esquivias (Burgos, 1972) y el ilustrador Miguel Navia (Madrid, 1980), que han convertido Burgos, Madrid, Bilbao o Valladolid en escenarios de relatos bíblicos. Con imágenes sorprendentes en las que vemos a ángeles, patriarcas o profetas, caminando por la Gran Vía.

Preguntamos a Óscar (El sueño bendito, Inquietud en el paraíso) cómo nació este proyecto tan original: “Un día Miguel me enseñó algunas láminas que tenía ya dibujadas, nacidas en diferentes momentos, a las que buscaba dar un hilo conductor. Entre ellas había vistas urbanas que me parecieron versiones modernas de las ciudades bíblicas, como si Madrid (por ejemplo) fuera una nueva Nínive, Sodoma o Babilonia, por la que vagaban profetas solitarios, cada uno con su verdad incómoda. Esta fue la idea seminal y de ella fue surgiendo todo”.

En cuanto al título, Miguel Navia (Disque Bleu, Estampas, 1936) nos confiesa: “Fue cosa de Óscar, mientras trabajábamos en el libro nosotros le llamábamos El libro de los profetas, pero como hay muchos El libro de…, Óscar acudió a esa cita del profeta Elías. A mí me parece un acierto, pues creo que representa muy bien el tono onírico y crepuscular del trabajo”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

De la parábola del hijo pródigo a las historias de Noé y Jonás

Óscar nos comenta hasta qué punto se inspiran en la Biblia y qué relatos vamos a reconocer: “Al igual que la Biblia, nuestro libro contiene obras muy variadas, en prosa y verso, algunas puramente narrativas y otras más reflexivas o poéticas, en las que la idea de Dios (hilo conductor de todos los textos) se plasma de formas muy diferentes y, a menudo, desconcertantes. Hemos recreado algunos episodios y personajes bíblicos fácilmente identificables, como la parábola del hijo pródigo o las historias de Noé y Jonás, pero también hemos inventado imágenes y relatos totalmente nuevos, ambientados en la actualidad”.

La elección de los temas literarios ha sido variada –continúa el escritor-. Algunos surgieron a partir de las ilustraciones preexistentes, otros se basan en ciertos episodios bíblicos que me gustan especialmente y que me apetecía parafrasear, y algunos fueron fruto de conversaciones con Miguel sobre asuntos que nos interesaban a los dos (por ejemplo, los personajes errantes y perdidos por el mundo que tienen la sensación de obedecer a una voluntad ajena). Siempre tuvimos como objetivo hacer un libro rico en registros, formas y tonos, en el que hubiera espacio para cuentos largos, aforismos, poemas o microrrelatos y para imágenes también muy variadas”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

En cuanto a sí hacían primero los relatos o las ilustraciones, Óscar nos comenta: “En algunos casos nació primero la ilustración y en otros el texto. Como luego cada uno de nosotros ha ido alterando su trabajo en vista de lo hecho por el otro, se podría decir que todo ha ido surgiendo más o menos a la vez (hemos puesto a prueba la paciencia de Jesús Egido, el editor, porque hasta ultimísima hora hemos retocado textos y dibujos y casi nos arrancó de las manos las hojas para llevarlas a la imprenta)”.

“Si no me acuerdo mal –añade Óscar-, el primer cuento que escribí fue Tengo sed (inspirado en un dibujo de Miguel de una fiesta en una azotea de la Gran Vía madrileña; el texto está basado muy libremente en un episodio de la vida del profeta Elías). La última ilustración que dibujó Miguel es la de un personaje entrando en un portal de Pitești. Recrea en ella un pasaje del cuento Himno a la caridad (que, a su vez, desarrolla unas palabras de san Pablo en su primera carta a los corintios)”.

Destacar que, aunque muchos de los temas bíblicos sean catástrofes, en este libro impera el optimismo. “No es un libro pesimista, todo lo contrario –asegura Óscar-. Aunque haya historias e ilustraciones que puedan parecer inquietantes, creo que en todo el libro se siente el latido de estas convicciones (o intuiciones): que el universo es profundamente bello (incluso en la ruina, la noche y el abandono), que todos compartimos la vocación de amar y que quizá la belleza y el amor sean dos de las manifestaciones más genuinas de la posible existencia de Dios (un Dios, por lo demás, misterioso y a menudo ausente). De hecho, describimos el Apocalipsis como un día alegre y festivo. Pese a todos los problemas que tiene el mundo, miramos el futuro con confianza y esperamos seguir encontrando en él amor y belleza en sus múltiples manifestaciones”.

Bilbao es la nueva Babilonia

En cuanto a las ciudades que podremos reconocer en el libro, Óscar nos comenta: “No siempre se dice expresamente el nombre de los lugares que aparecen. En algún caso, los relatos suceden en escenarios bíblicos, como Nínive. En otros, quisimos que, bien en el texto o en la imagen, aparecieran sitios estrechamente vinculados con Miguel o conmigo, como Madrid, Burgos, Ocaña y Valladolid”.

Nos divertía imaginar Bilbao como una nueva Babilonia –añade Óscar-, con su profeta Daniel y las imágenes de esculturas gigantes. También aparecen paisajes de Irlanda, Alemania, Noruega, Polonia o Rumanía, en estos casos por razones puramente narrativas. La idea que teníamos siempre in mente es que en cualquier lugar actual puede suceder una historia de inspiración bíblica”.

Unas ciudades que, a veces, parecen escenarios teatrales donde se mueven los personajes. “Al terminar el libro Chueca, Óscar y yo queríamos hacer algo en lo que el peso de la palabra y la imagen fueran más equivalentes –asegura Miguel-. Y como punto de partida para un nuevo trabajo, le di esas imágenes que menciona. En aquellas ilustraciones imperaban planos generales de la Gran Vía y otras localidades por el estilo, a partir de ahí él empezó a escribir y yo a trabajar en otro tipo de ilustraciones, bastante más grandes, pero con un enfoque diferente, ya que representaban escenas en interiores, donde los personajes y esa atmósfera más onírica cobraran mayor importancia. Esto me obligó a trabajar sobre las láminas previas, cambiando o añadiendo elementos con la idea de dotarlas de un mayor onirismo, para que terminaran de encajar con el resto del trabajo”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Todo el libro mezcla realidad y fantasía, sueño y realidad, leyendas e historia. “Una de las razones por las que tenía muchas ganas de trabajar con Óscar es precisamente esa –asegura Miguel-, que tiene una capacidad tremenda a la hora de mezclar el tono onírico de la fantasía con la realidad en sus obras. A la hora de abordar este trabajo, uno de los referentes que he tenido más en cuenta es su novela La ciudad del gran rey (el libro central de su Trilogía Dantesca) una obra maravillosa en la que se entrelazan ciudades contemporáneas, la guerra civil española, el infierno, o el purgatorio”.

Miguel Navia lleva años retratando ciudades, sobre todo Madrid, por eso le preguntamos cómo está presente la arquitectura en el libro: “Hemos querido que en el trabajo haya modelos arquitectónicos bastante variados, como la iglesia de Santa María La Real en Gamonal, el scalextric de Vallecas, la arquitectura de principios del siglo XX de la Gran Vía, el penal de Ocaña, un bloque de viviendas de Pitesti (Rumanía), etc”.

“A ambos nos atraía mucho la idea de que nuestros profetas estuvieran inmersos en ambientes urbanos complejos en los que costara distinguir bien qué está sucediendo –añade el dibujante-. Aquí, los espacios antinaturales que proporciona la arquitectura, así como esos juegos de luces tan diversos que ofrece la luz eléctrica de los entornos urbanos, han sido muy importantes para definir la mayor parte del trabajo”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Destacar también las múltiples esculturas que Miguel Navia introduce en sus ilustraciones: “He intentado inferirles un aire dramático y frío a la vez, como si fueran el paso intermedio entre la unión de los humanos y su entorno arquitectónico, a través de sus obsesiones y miedos”.

Después de su excelente trabajo arquitectónico y escultórico, en estas páginas, preguntamos a Miguel si le hubiera gustado ejercer alguna de esas dos profesiones. “Siempre tuve claro que quería ser dibujante, pero disfruté mucho las asignaturas de volumen (escultura) y dibujo técnico que tuve en las distintas escuelas de artes y oficios en las que estudié. A día de hoy me encanta ver escultura y arquitectura, incluso suelo tomar apuntes del natural y siempre que puedo veo exposiciones y compro libros sobre ambas materias”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Espectaculares ilustraciones llenas de detalles

Destacar las espectaculares ilustraciones de Navia, llenas de detalles en los que nos podemos perder durante horas. “Todas las imágenes comparten una misma técnica, son dibujos a tinta china con acabado digital, pero dentro de este registro varían mucho. Aunque la mayor parte del libro consta de ilustraciones hechas exprofeso para este trabajo, también están esas imágenes que fueron el punto de partida, ahí hay dibujos que hice entre el 2009 y el 2015, muchos de ellos con diferentes formatos”.

“He tenido que rehacer algunas partes de los dibujos más antiguos, también he ampliado otros para añadirles fragmentos nuevos –añade-. Cuando los doy por terminados, los escaneo y trabajo el color y las luces en digital. El color digital infiere una especie de aura de irrealidad en las escenas que me gusta mucho”.

“Un reto que me he encontrado a menudo es el de ir intentado crear posibles sub-tramas mediante elementos que aparecen a modo de atrezo en las ilustraciones, sin interferir en la historia, pero sí añadiendo pequeños detalles que ayuden a enriquecer la atmósfera, unas veces han sido personas, otras objetos y otras pequeñas situaciones que se dan, siempre, en segundo plano. Al final he tenido que recurrir a mucha más documentación de la que imaginé en un principio”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Un libro que les ha llevado 10 años de trabajo

Cuando veáis el libro comprenderéis por qué les ha llevado diez años de trabajo. Pero le preguntamos las razones a Óscar: “Hemos tardado tanto por la necesidad de compatibilizar este proyecto con otras tareas. El trabajo de Miguel ha sido especialmente laborioso y yo creo que este tiempo tan largo le ha servido para hilar maravillosamente las ilustraciones y llenarlas de símbolos y motivos recurrentes. También ha podido aquilatar muy bien el ritmo plástico del libro. El orden de los relatos y de las imágenes ha sido responsabilidad suya. En el libro no aparecen en el orden cronológico en que fueron creados unos y otras, sino en el que a Miguel le pareció más apropiado para la lectura”.

Hemos preguntado a escritor y artista cuáles son sus relatos e ilustraciones preferidas, empezando por Óscar: “De los textos, me siento especialmente contento con Himno a la caridad, entre otras razones porque creo que es fiel a la idea de san Pablo sobre la primacía del amor sobre todo lo demás (aunque seguramente el apóstol habría considerado este cuento un disparate completo)”.

“En cuanto a las ilustraciones –continúa el escritor-, siento debilidad por la del niño que, al abrir la puerta de una habitación, se encuentra con un barquero que lo espera para atravesar las aguas de un lago o un mar. Es una de las que acompañan al cuento La visita y creo que ahí vibra especialmente la capacidad de Miguel para crear imágenes bellas y poderosas, llenas de fuerza y misterio. En cualquier caso, se abra el libro por donde se abra, el lector va a encontrar una ilustración maravillosa e inolvidable”.

Ilustración de 'Alguien se Despierta a Medianoche'

Miguel Navia confiesa que no es fácil elegir entre los trabajos que has realizado durante tanto tiempo: “No sabría decirte, han sido siete años conviviendo con este trabajo, ahora no me siento capaz de elegir. En lo referente a los relatos, de los más breves te diría que El último detalle y Deposuit, son potentes y me gustan mucho. de los más largos Va, pensiero, sull’ali dórate, Himno a la caridad y La visita”.

“Respecto a las ilustraciones –añade el dibujante-, no tengo ni idea, he intentado recurrir a elementos gráficos que quería utilizar desde hacía años y experimentado con cuestiones técnicas que ya me iba pidiendo el propio dibujo. En casi todas hay elementos que me resultan especiales por una razón u otra”.

En cuanto a sus proyectos, Óscar Esquivias nos comenta: “Seguir llenando el mundo de libros, a ser posible tan hermosos como este (espero poder terminar más o menos pronto una novela)”.

Sergio Navas también tiene ganas de afrontar nuevos desafíos: “Es curioso, con este trabajo he terminado una serie de libros muy personales que comencé por el 2015 y en los que he estado sumergido hasta ahora. Los otros dos son Estampas 1936 y Disque Bleu. Ahora toca empezar con algo nuevo, tengo muchas ganas de volver a hacer algo de comic”.

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