En El Hierro ponen las nuevas tecnologías al servicio de los mayores

• Han dotado a los hogares de sensores de movimiento, menos invasivos que las cámaras y redirigen la información a las familias
• Ocho familias de la isla están incluidas en el programa

En El Hierro ponen las nuevas tecnologías al servicio de los mayores

A fin de mantener a las personas mayores el máximo tiempo posible en sus casas y con la cercanía de los suyos, el cabildo herreño ha estrenado una experiencia pionera para la que usa las nuevas tecnologías. Han dotado a los hogares de sensores de movimiento, menos invasivos que las cámaras y redirigen la información a las familias.

Carmen, con 99 años y una autonomía envidiable, a pesar de su frágil salud, es la candidata ideal para este programa, ya que los requisitos son que vivan solas o pasen la mayor parte del día solos y que, según explica la Consejera de Servicios Sociales del Cabildo de El Hierro, Inmaculada Randado, “no quieren ser institucionalizados, es decir no quieren ingresar en una residencia, de ahí surge este sistema ".

Un sistema que distribuye por toda la casa sensores de movimiento. La información viaja a una tablet y de ahí al móvil de su hijo, al que la vida le ha cambiado gracias a este programa.

Ocho familias están incluidas en el programa

“Si va al baño sabemos a la hora que entra, si tarda mucho vemos que algo pudo haber pasado“

Para él es una tranquilidad tremenda estar en su casa y saber en cada momento lo que ella está haciendo en la suya. “Si va al baño sabemos a la hora que entra, si tarda mucho vemos que algo pudo haber pasado. Si está en la cama y no se levanta desgraciadamente puede pasar lo peor" puntualiza.

Carmen disfruta entre sus recuerdos de una libertad que muchos ancianos pierden con los años. Vive, dice, es una soledad relativa y tranquilizadora porque sabe que su hijo le está observando. “Si estoy en la cocina, si tardo allí. Estoy más segura"

Ocho familias de la isla están incluidas en el programa. La idea es ampliar el número para otorgarles la felicidad de que puedan acabar sus días entre las paredes familiares de sus hogares.