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Sánchez pide a Bosnia Herzegovina reducir las tensiones internas para facilitar su candidatura a la UE

  • El presidente del Gobierno español llega a Sarajevo dentro de su gira por los Balcanes Occidentales
  • Pide a las fuerzas políticas bosnias que aceleren las reformas para facilitar su candidatura a la UE

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Sánchez preside en Mostar el homenaje a los militares españoles fallecidos en Bosnia Herzegovina

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha mostrado este sábado en Sarajevo su "absoluto respaldo" a las aspiraciones de Bosnia Herzegovina de ser candidato a formar parte de la Unión Europea y ha pedido para ello a sus líderes que reduzcan "tensiones internas".

Sánchez ha realizado este llamamiento en una declaración institucional que ha realizado en Sarajevo junto al presidente rotatorio de Bosnia Herzegovina, Sefik Dzaferovic, con motivo de su visita oficial a este país dentro de la gira que comenzó el viernes en Belgrado por cinco países de los Balcanes Occidentales.

De los cinco países de esa gira -que incluye también Serbia, Macedonia del Norte, Montenegro y Albania-, Bosnia Herzogovina el que más retraso lleva en sus aspiraciones a formar parte de la Unión Europea, ya que ni siquiera ha conseguido aún el estatus de candidato.

El jefe del Gobierno ha reiterado su pleno apoyo a ese proceso y ha animado al país a acelerar las reformas que hagan posible su futura integración en la UE. Entre ellas citó la reforma electoral, la de la Justicia o la ley de contratos.

Dzaferovic ha agradecido el apoyo de España y ha asegurado que Bosnia se va a esforzar para conseguirlo porque no puede retroceder y es consciente de que el futuro sólo se puede construir teniendo instituciones que actúen con los estándares europeos.

Sánchez muestra su "absoluto respaldo" a la aspiración de Bosnia-Herzegovina de formar parte de la UE

Pide a la presidencia tripartita normalidad en las elecciones

Sánchez se ha reunido previamente con los tres miembros de la presidencia colegiada del país: Dzaferovic, Zeljko Komsic y Milorad Dodik. A ellos se ha dirigido especialmente para afirmar que las próximas elecciones deben celebrarse con normalidad para demostrar que hay capacidad de construir gobiernos.

Los comicios están convocados para el 2 de octubre en medio de tensiones por las tendencias secesionistas serbobosnias y el descontento de los croatobosnios con la elección de sus representantes en las instituciones del país.

Los ciudadanos de Bosnia Herzegovina, país de unos 3,5 millones de habitantes, elegirán a los miembros de la terna presidencial, jefatura colegiada del país integrada por un musulmán, un serbio y un croata. Además, se elegirá el Parlamento central y las Cámaras de los entes que forman el Estado bosnio -la Federación común de musulmanes y croatas y la República Serbia-, el presidente del ente serbobosnio y los diputados de las asambleas de los diez cantones que conforman la Federación.

Ante esas elecciones, el presidente del Gobierno español ha subrayado que el país necesita un acto de responsabilidad y de generosidad, y por ello ha hecho un llamamiento a los líderes de las diversas comunidades.

La primera de sus peticiones es reducir la tensión dejando atrás la retórica actual, que considera que no contribuye al avance. A ello ha añadido evitar acciones que dividan, regresar a las instituciones, apostar por el diálogo, proponer soluciones y poner siempre "las necesidades de la ciudadanía por delante" de cualquier otro interés. En ese camino ha afirmado que van a estar apoyando siempre tanto España como la comunidad internacional.

Visita a la emblemática Biblioteca Nacional

Tras su discurso. Sánchez se ha trasladado hasta la Biblioteca Nacional, donde ha sido recibido por la alcaldesa de la ciudad, Benjamina Karic, con quien ha recorrido el interior del emblemático edificio, que en la actualidad, además de la biblioteca, alberga un museo y la sede del ayuntamiento.

El edificio de la Biblioteca Nacional, construido en el siglo XIX, fue arrasado en 1992 durante la guerra en Bosnia y reconstruido con ayuda española reabierto en 2014. La mayoría de los manuscritos y libros de gran valor histórico (en total unos dos millones de ejemplares) fueron destruidos por un incendio causado por el fuego de artillería del ejército serbobosnio, que tuvo a Sarajevo bajo asedio durante los tres años y medio de guerra.

España colaboró en la reconstrucción del edificio, que comenzó en 1996, con una inversión de un millón de euros destinados a la recuperación de su fachada. El coste total de la reconstrucción superó los 12 millones de euros y su reapertura fue el 9 de mayo de 2014 (coincidiendo con la celebración del Día de Europa), 22 años después de ser arrasada.

Sarajevo se convirtió durante la guerra (1992-1995) en ejemplo de la violencia serbia y a la vez en muestra de la resistencia de una población que se negaba a sucumbir bajo las fuerzas serbobosnias de Radovan Karadzic.

Homenaje a los militares españoles fallecidos en Bosnia Herzegovina

Tras su visita a Sarajevo, Sánchez se ha desplazado a Mostar, donde ha realizado un homenaje a los 23 militares españoles fallecidos durante las misiones internacionales de paz en Bosnia Herzegovina, cuyos nombres están inscritos en una placa.

El presidente del Gobierno ha realizado una ofrenda floral ante el monolito en recuerdo a los soldados españoles que perdieron la vida en la llamada Plaza de España, denominada así en agradecimiento de la poblacióna las tropas españolas por haber logrado convertirla en el primer espacio de convivencia de una ciudad dividida por la guerra.

En el acto ha estado acompañado por el alcalde de Mostar, Mario Kordic, y el viceministro de Exteriores bosnio, Josic Brkic. También por dos de los tres militares españoles que aún participan en la Fuerza de la Unión Europea en Bosnia (EUFOR Althea) y que pretende mejorar el adiestramiento y la doctrina de las fuerzas armadas del país.

Por Mostar han pasado desde 1992 más de 46.000 militares españoles para participar en misiones de paz de la ONU, la OTAN y la Unión Europea. Durante su presencia en Mostar, los militares españoles colaboraron en el cumplimiento de ese acuerdo y ayudaron en la reconstrucción de la ciudad en edificios y enclaves como el llamado Puente Viejo.

Se trata de un símbolo de reconciliación de la ciudad que fue destruido en 1993 por la artillería croata y que se reconstruyó con sus propios escombros, con la ayuda española, tras ser recuperados del río Neretva. Hasta allí se ha acercado posteriormente el presidente del Gobierno en un paseo por el casco histórico de la ciudad.