La sospecha de un santuario terrorista en Afganistán: "Es difícil para los talibanes separarse de Al Qaeda"
- La muerte de Al Zawahiri deja al descubierto la presencia del dirigente de Al Qaeda en Afganistán
- La relación entre Al Qaeda y los talibanes comienza con el viaje de Bin Laden a Afganistán en 1979
El ataque con dron perpetrado por Estados Unidos, con el que mató el 31 de julio en plena capital afgana al líder de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, ha dejado al descubierto la presencia del dirigente de este grupo yihadista en Afganistán. Esto lleva a sospechar que después de dos décadas del despliegue de tropas estadounidenses y de su retirada hace un año, el territorio afgano puede convertirse de nuevo en un santuario para organizaciones terroristas islámicas que podrían utilizar este país como plataforma para llevar a cabo atentados en Occidente.
“Afganistán es propicio para el refugio de grupos terroristas por su propia naturaleza. Es una zona colchón, una zona de nadie y nunca ha habido un poder territorial real. Es una zona tribal donde los señores de la guerra son los que triunfan”, asegura en una entrevista a RTVE.es el coronel de artillería retirado Emilio Sánchez de Rojas.
Estados Unidos retiró sus tropas de Afganistán como parte de los acuerdos de Doha firmados en 2020 con los talibanes, con la condición de evitar que el país volviera a ser un refugio y plataforma para grupos terroristas. Los talibanes parecen no haber cumplido su palabra, aunque afirman que desconocían que el líder de Al Qaeda se encontraba en Kabul.
“El ataque a Al Zawahiri pone el foco en Afganistán de una forma que los talibanes saben que no les beneficia. Aunque los talibanes han intentado vender la idea de que han cambiado, no es real”, opina para RTVE.es la investigadora asociada del CIDOB y doctora en Estudios Árabes, Ana Ballesteros.
Afganistán, un país propicio para que operen grupos terroristas
La última vez que los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001, el país se convirtió en un refugio para grupos terroristas. Los talibanes ofrecieron un santuario seguro para Al Qaeda, la organización liderada por Osama bin Laden que desde suelo afgano planificaba atentados en Estados Unidos y países aliados, entre ellos los ataques del 11 de septiembre del 2001, en los que murieron cerca de 3.000 personas.
Afganistán se convirtió en una “universidad del terror” y alrededor de 20.000 reclutas de diferentes países del mundo pasaron por los campos de entrenamiento de Al Qaeda.
Casi un año después de la vuelta de los talibanes al poder, se teme que Afganistán vuelva a convertirse en una cuna de terroristas.
Para el profesor de la Sanford School of Public Policy en la Universidad de Duke y director del Triangle Centre on Terrorism and Homeland Security, David Schanzer, Afganistán es un país atractivo para grupos terroristas porque tiene “un gobierno muy débil” y porque “ha estado envuelto en guerras civiles o gobernado por gobiernos extremistas con los talibanes”. “Por esa razón tienen la capacidad de operar allí. La ideología basada en una arcaica interpretación del Islam es aceptada y está extendida entre muchas personas en Afganistán. Por todas estas razones es un lugar muy hospitalario para que operen estas organizaciones”, indica el profesor.
En este sentido, la analista del Centro de Análisis Internacionales de Barcelona (CIDOB) recalca que Afganistán “es propicio para albergar grupos terroristas porque hay un vacío de Estado”. “No hay instituciones que funcionen de una forma eficaz, lleva décadas en conflicto y es un país que está destruido”, explica Ballesteros, quien opina que para evitar que Afganistán sea un refugio de terroristas “hace falta que los talibanes acepten que tienen que cambiar su comportamiento, integrar otro tipo de elemento dentro de su gobierno, abrirse más y aceptar ciertas normas internacionales”. “Es muy complicado que todo eso se produzca”, asevera.
Por qué los talibanes dan refugio a organizaciones terroristas
Un informe de Naciones Unidas publicado a mediados de julio advertía del peligro que representaba un movimiento talibán poderoso en Afganistán debido a sus estrechos vínculos con Al Qaeda. El documento también afirmaba que se creía que la relación entre Al Qaeda y los talibanes se ha hecho “más profunda” debido a los vínculos tribales y matrimoniales entre los dos grupos.
El coronel Emilio Sánchez de Rojas explica que los talibanes ofrecen refugio a grupos terroristas debido a “sus leyes tradicionales escritas y no escritas y por esas tradiciones tribales que llevan a esa acogida”. “Son grupos islamistas con una filosofía muy parecida a la de los talibanes y hay una convergencia”, afirma.
En la misma línea, el profesor Schanzer indica que los talibanes están de acuerdo con la ideología de las organizaciones terroristas. “Creen que Occidente es hostil a los musulmanes, en general, que Occidente es una amenaza para la religión islámica y quieren fomentar una sociedad basada en una muy dura y arcaica interpretación de la ley islámica. Los talibanes están de acuerdo con todas esas cosas y por eso están totalmente coordinados”, añade.
Sin embargo, en Afganistán hay tanto grupos aliados como hostiles con los talibanes. Mientras existe una alianza entre los talibanes y Al Qaeda, otros grupos terroristas como Estado Islámico atentan contra ellos, según explica el coronel. “Son filosofías de terrorismo diferentes. Uno va buscando el terrorismo global y otro asentarse sobre el terreno”, afirma.
Apoyo talibán a Al Qaeda, pero sin una posición unánime sobre su acogida
La relación entre Al Qaeda y los talibanes se remonta al origen de ambos grupos y comienza con el viaje de Osama bin Laden a Afganistán en 1979 para unirse a la yihad emprendida por muyahidines afganos contra la ocupación de la Unión Soviética. Bin Laden fundó Al Qaeda en 1988 y seis años después, el también veterano de la guerra contra los soviéticos, Mohammed Omar -el mulá Omar-, fundó el movimiento talibán.
En 1996 los talibanes tomaron el control de Afganistán e iniciaron su primera era en el poder, que duró hasta el año 2001. Bin Laden y su familia se refugiaron en Afganistán bajo la protección de Mohammed Omar cuando el líder de Al Qaeda era buscado por numerosos países debido a ataques terroristas perpetrados por el grupo.
Según el informe de Naciones Unidas publicado en julio, ambos grupos continúan manteniendo una relación cercana y se estima que entre 180 y 400 combatientes de Al Qaeda están representados entre las unidades de combate talibanas “a nivel individual”.
“Realmente no se han separado. Es difícil para los talibanes separarse de Al Qaeda porque no dejan de compartir un rechazo hacia lo que ellos consideran el mundo Occidental y todo lo que ellos ven como un imperialismo anti musulmán”, indica Ballesteros. “En ese sentido les cuesta separarse porque no estaría bien visto por una parte de sus fieles, por sus milicianos y probablemente por una parte de la población”, opina.
Para la analista, la relación entre Al Qaeda y los talibanes ha sido de “colaboración en el pasado” y explica que aunque no tienen agendas ni intereses colectivos, “los talibanes les dejan hacer”. “Los talibanes no quieren que Al Qaeda cometa cualquier tipo de actividad que pueda perjudicar su postura, pero vemos que hay cierta afinidad de camadería que impide que los talibanes se decidan a echarles de Afganistán”, asevera Ballesteros.
Por su parte, el profesor Schanzer se refiere a las diferencias que pueden existir dentro del grupo talibán a la hora de decidir una posición sobre acoger a Al Qaeda en Afganistán. “Probablemente hay muchos en el régimen talibán que, aunque apoyan las ideas de Al Qaeda, preferirían que se mantuvieran quietos, que no organizaran ataques contra otros países mientras los talibanes consolidan el poder e intentan obtener el reconocimiento de otros gobiernos”, señala el profesor en la Universidad de Duke. “Hay otros que no son tan pragmáticos y les importan más sus objetivos ideológicos que intentar establecer un gobierno sólido”, asevera.
El ataque contra Al Zawahiri, un mensaje para los talibanes
El líder de Al Qaeda murió el domingo pasado en un ataque con drones por parte de Estados Unidos en Kabul, que los críticos de la Administración de Biden califican como una prueba de que Afganistán se ha convertido de nuevo en un refugio para el grupo terrorista.
El ataque se produce casi un año después de que Estados Unidos y sus aliados retiraran sus tropas de Afganistán tras la firma del acuerdo de Doha entre Washington y los talibanes en 2020 bajo la presidencia de Donald Trump. Según el acuerdo, la salida de las tropas se llevaba a cabo con la condición de que Afganistán no sirviera más de base para terroristas. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que los talibanes violaron “gravemente” el acuerdo al albergar y dar refugio a Al Zawahiri, algo que los talibanes han negado.
“Vemos que no se sentaron a negociar de buena fe un acuerdo de paz, que realmente no tenían intención de cambiar y que una vez consiguieron que las tropas internacionales se retiraran de Afganistán, terminaron como vencedores y no creyeron que tenían que ser fieles a lo que habían firmado en Doha”, señala Ballesteros.
La Administración de Biden asegura que la operación muestra que Estados Unidos no ha perdido su capacidad de atacar a los terroristas en la región a pesar de haber retirado sus tropas de Afganistán.
“El ataque contra Al Zawahiri ha sido muy significativo. Una de las razones secundarias por las que es importante es por su posición en Al Qaeda, pero realmente el significado más relevante del ataque es que es un mensaje a los talibanes de que Estados Unidos sigue vigilando muy de cerca las actividades terroristas dentro de Afganistán y que tiene la capacidad de ejecutar un ataque con dron muy preciso justo dentro de Kabul”, opina el profesor Schanzer.