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Este año habrá seis millones más de jóvenes parados en el mundo que antes de la pandemia, según la OIT

  • La tasa global de desempleo juvenil fue del 15,6% en 2021, el triple que la de adultos, según datos de la organización
  • Sus expertos ven potencial en la economía sostenible, que podría generar 8,4 millones de trabajos para los jóvenes en 2030

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Este año habrá en el mundo seis millones más de jóvenes en paro que antes de la pandemia, según la OIT
La OIT considera que la economía verde y la digital podrían ser un potencial nicho de trabajo a los jóvenes.

La pandemia ha perjudicado a los jóvenes más que a ningún otro grupo de edad en términos laborales y, según un informe publicado este jueves por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este año habrá en el mundo seis millones más de jóvenes desempleados que antes del coronavirus.

La pandemia ha provocado que la proporción del grupo de edad entre 15 y 24 años que ni trabajan ni estudian haya sido la más alta de los últimos quince años. Según los últimos datos disponibles, los jóvenes desempleados o que no siguen ningún programa educativo o de formación (los conocidos como jóvenes "nini") representaron en 2020 el 23,3% del total, un 1,5% más que el año anterior.

En su informe con los últimos datos sobre la situación del empleo juvenil en el mundo, el organismo sostiene que los jóvenes corren el riesgo de que sus oportunidades y logros laborales se sigan mermando, a menos que se apliquen políticas concretas para impedirlo.

Las informaciones que van llegando de distintas partes del mundo indicarían que la proporción de jóvenes en paro sigue creciendo en un contexto económico internacional muy incierto, tal y como ha comentado el analista del empleo en una rueda de prensa, Niall O'Higgins.

Además, también se refleja una brecha de género: las jóvenes mujeres tienen una probabilidad más alta de estar en esta condición que los jóvenes hombres.

La tasa de desempleo juvenil global: 15,6%, el triple que la de adultos

La tasa global de desempleo juvenil fue del 15,6% en 2021, tres veces más que la de los adultos, lo que en términos absolutos indica que 75 millones de jóvenes buscaban empleo y no lo consiguieron.

La OIT proyecta en su informe que la situación mejorará ligeramente y que el número de jóvenes desempleados bajará en dos millones a finales de 2022 (14,9%). Sin embargo, seguirá habiendo en el mundo seis millones más de jóvenes desempleados que antes de la pandemia.

En términos de desempleo, la brecha de género también da pocas señales de reducirse y es mayor en los países de ingresos medios y bajos que en los de ingresos más elevados.

En esos grupos de países, la recuperación del empleo juvenil será dispar. Se estima que solo los países de ingresos altos alcanzarán a finales de 2022 un nivel de desempleo juvenil comparable al de 2019. En el resto, se mantendrá al menos un punto porcentual por encima del valor registrado antes de la crisis sanitaria.

Además, la guerra en Ucrania tendrá efectos negativos en el empleo juvenil, sobre todo en Europa y Asia Central, donde se prevé que a final de año haya un 16,4% y un 14,9% de jóvenes desempleados, respectivamente.

Políticas públicas y el impulso de la economía verde y digital

Los expertos de la OIT abogan por políticas públicas que promuevan el empleo juvenil y se centren en el trabajo decente y en la economía verde y digital. Estas dos áreas son oportunidades de crecimiento importantes que podrían absorber mano de obra juvenil, más o menos calificada.

Según el informe, se podrían crear hasta 8,4 millones de nuevos empleos para jóvenes mediante la aplicación de políticas de la economía sostenible, incluida la utilización responsable de los recursos oceánicos.

Otra clave que los analistas apuntan se refiere al potencial de creación de empleos si se alcanzara una cobertura universal de banda ancha de internet. Esto podría repercutir en un aumento neto de 24 millones de empleos, de los que 6,4 millones serían para los jóvenes. Las inversiones en la sanidad y en la educación también aumentarían las oportunidades de empleo entre los jóvenes, facilitarían su permanencia en el mercado de trabajo y ampliarían sus oportunidades de formación.

Si se dirigieran a ambos sectores suficientes recursos para 2030, se podrían crear 17,9 millones de empleos adicionales destinados a los jóvenes, según la OIT.