Aparece un mosaico del siglo IV en la villa romana de Rielves
- Pertenece a una vivienda de varias hectáreas que aún permanece enterrada
- El rey Carlos III ya conoció la existencia de la villa, ubicada en un lugar estratégico
Las excavaciones que se realizan este verano en el municipio toledano de Rielves han sacado a la luz uno de los mosaicos que permanecían ocultos en el yacimiento de “El Solado”, una villa romana datada en el siglo IV. Representa dibujos geométricos de diferentes colores y está formado con teselas de muy pequeño tamaño. “Es un mosaico de gran calidad artística, lo que nos lleva a pensar que el propietario de la finca era un ciudadano rico”. Así lo apunta Antonio José Gómez, uno de los responsables de la excavación. Los trabajos que se realizaron el pasado mes de mayo con un georadar permiten aventurar que la villa cuenta con otros dieciocho mosaicos más. Solo falta descubrirlos para comprobar su estado de conservación.
“Representa dibujos geométricos de diferentes colores y está formado con teselas de muy pequeño tamaño“
“El Solado” se encuentra en la ruta de Alcalá de Henares a Mérida, muy utilizada en tiempos de Roma. Y está situado junto a las riberas del rio Guadarrama, lo que garantizaba el suministro de agua a todos los inquilinos. El georadar ha permitido hacer un diseño de toda la planta de la villa, que se extiende a lo largo de varias hectáreas de superficie. Presenta sólidos muros, numerosas estancias, patios y jardines. Según Antonio José Gómez “seguramente había también una explotación agrícola vinculada a la villa”. Previsiblemente, “El Solado” estuvo en uso hasta la época visigoda.
El ayuntamiento compró la finca el año pasado
Las primeras noticias de “El Solado” se tienen en el siglo XVIII, cuando el rey Carlos III financió en 1780 una campaña para descubrir los restos arqueológicos de la villa. Pero posteriormente se volvieron a enterrar. Diferentes publicaciones dejaron constancia histórica de la existencia de los restos, pero no ha sido hasta 2021 cuando el ayuntamiento decidió comprar la finca a su propietario. “Debemos felicitarnos todos como toledanos, porque es nuestra cultura, nuestra historia”, ha dicho Luis Vicente Arellano, alcalde de Rielves. El municipio confía en que sirva para reactivar el turismo de la zona, a apenas quince minutos de Toledo.
“El terreno de la excavación ha sido en los últimos años una explotación agrícola. Los técnicos temen que los trabajos de maquinaria hayan dañado los restos arqueológicos“
El terreno en el que se realiza la excavación ha sido en los últimos años una explotación agrícola. Los técnicos temen que los trabajos de la maquinaria, tractores y cosechadoras, hayan dañado los restos arqueológicos. De hecho, “en alguna parte del mosaico y en los muros descubiertos, se pueden observar golpes realizados con algún tipo de maquinaria”, según explica Gómez. Los restos se encuentran a una altura de unos 30 centímetros bajo la superficie. De momento se ha conseguido que no se produzcan nuevos daños al eliminarse el uso agrícola del suelo. Ahora la finca está vallada y protegida.
El futuro de la villa depende de las administraciones
El descubrimiento del mosaico lo han realizado jóvenes voluntarios que participan en la excavación, a través de un campamento de verano de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Una vez que concluya el campamento, de apenas quince días, las excavaciones en “El Solado” quedarán nuevamente detenidas. Las administraciones competentes tendrán que tomar una decisión al respecto. Pero tanto el ayuntamiento como el gobierno regional y la diputación de Toledo (que ha financiado el trabajo del georadar) se muestran decididos a descubrir el yacimiento. Los técnicos ya preparan las palas, los picos y los cepillos. Diecisiete siglos después, quizá podamos descubrir lo que realmente se esconde en la villa de “El Solado”.