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Libros

De 'Millennium' a Pepe Carvalho: el éxito (relativo) de las "resurrecciones" en las sagas de novela negra

  • Repasamos algunas continuaciones post mortem de series policiales por otros autores
  • Las sagas recuperan a personajes emblema como Sherlock Holmes, uno de los más replicados

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El escritor sueco David Lagercrantz, continuador de la serie 'Millennium
El escritor sueco David Lagercrantz, continuador de la serie 'Millennium

El escritor David Lagercrantz rememora a menudo el “pánico” que le invadió cuando le encomendaron un trabajo trascendente en su carrera: tomar el testigo de la saga Millennium por encargo de la editorial Norstedts y de la familia tras la muerte de Stieg Larsson. Como una paradoja cruel, el periodista sueco ni siquiera había podido ver publicada la primera novela de su trilogía Los hombres que no amaban a las mujeres porque falleció de un ataque al corazón a los 50 años.

El vértigo de Lagercrantz estaba más que justificado. Millennium se había transformado en un fenómeno literario mundial con 75 millones de ejemplares despachados. Un catalizador de la novela negra nórdica abanderado por la antiheroína Lisbeth Salander, con su propia versión en cine consustancial a todo bombazo globalizado.

"Estaba muerto de miedo. Teníamos noticias de traductores y editores en el mundo de que estaban muy satisfechos y contentos con el libro, así que teníamos muchas esperanzas, pero podíamos olfatear también en Suecia una especie de sed de sangre, de matarnos, de destrozarnos… Las primeras críticas llegaron al cabo de unas cuantas horas y eran muy severas, pero luego llegaron New York Times, Guardian, Le Monde… y todo cambió", confesaba Lagercrantz en una entrevista para RTVE.es en 2015 cuando salió a la luz el primer volumen, Lo que no te mata te hace más fuerte (Millennium 4), que el novelista creó en el más absoluto secreto, sin conexión a internet para evitar filtraciones, ante la expectación generada.

Tres libros después (El hombre que perseguía su sombra, La chica que vivió dos veces), David Lagercrantz clausuró en 2019 como superventas su extensión del universo de Larsson. En sus palabras, ya un poco cansado de la complejidad de abordar un gigante como el personaje de la hacker.

Más una vuelta de tuerca: el escritor acaba de arrancar otra serie inspirada libremente en Sherlock Holmes, uno de los emblemas más “copiados” de la novela policial que suma versiones año tras año sin que el tiempo le arañe brillo. En esta línea, Lagercrantz ha publicado hace un mes, Obscuritas, su primer título en español.

La literatura anglosajona y los detectives "replicados"

El ejemplo de Millennium quizás sea uno de los más mediáticos, pero la continuación de sagas policiales post mortem es moneda de cambio común en la literatura anglosajona que revive a personajes icónicos.

La escritora británica de novela negra Sophie Hannah recuperó a Hercules Poirot (Los crímenes del monograma, Ataud cerrado), el analítico detective de Agatha Christie y estrella de 33 de sus libros; otra de las continuaciones más longevas, y a muchas manos, es la de las misiones del espía James Bond que Ian Fleming creó en 1953. El agente 007 no murió con Fleming: John Gardner le devolvió la vida con 14 novelas a las que se suman otras tantas de otros autores en una suerte de “bondmanía” perpetua.

Y un caso más: Benjamin Black, el pseudónimo noir del irlandés John Banville, abordó la “resurrección” de Philippe Marlow, el sabueso creado por Raymond Chandler en 1934. La “experimental” La rubia de los ojos negros (Alfaguara, 2014) recibió una acogida un tanto tibia, según la crítica especializada.

Las ramificaciones se sitúan a medio camino entre el interés comercial, el alimento para seguidores y “la curiosidad episódica” con resultados desiguales, como afirma el reputado autor Pierre Lemaitre, que analiza en su libérrimo Diccionario apasionado de novela negra los entresijos de la composición.

“Las sagas post mortem son más marketing que literatura. Sin embargo, los autores a los que confiamos estas continuaciones pueden ser buenos pero dudo que tengan, por parte de las editoriales que les encargan las novelas, la libertad necesaria para hacer algo original”, opinaba Lemaitre con rotundidad.

“Sophie Hannah ha escrito varias novelas con el permiso de los herederos de Agatha Christie, pero el estilo de Christie es muy, muy complicado de igualar o imitar. Ahí está el reto”, analiza Juan Salvador de Estudio en escarlata, librería especializada en género negro, thriller, terror y fantástico.

El caso de Pepe Carvalho

En España Carlos Zanón (Taxi) se arriesgó a tocar lo intocable y retornó a las páginas al detective Pepe Carvalho, tótem de la novela negra mediterránea. Lo hizo 15 años después de la muerte de su padre literario, Manuel Vázquez Montalbán.

Problemas de identidad (Planeta, 2019) cosechó alabanzas, en una aproximación netamente respetuosa, también algo bizarra, porque Carvalho se enamora de Novia Zombie, cocina pero no come aunque es igualmente libre y rebelde. Zanón se bebió toda la serie del escritor barcelonés para empaparse pero estampó su sello con sutiles metahomenajes en el texto, y aportando nuevos personajes y subtramas.

“Yo tuve claro que iba a hacer mi novela, no iba a renunciar a eso. La idea era hacer tuyo a Carvalho y eso pasaba por el estilo. Para mí respetar a un escritor es no copiarlo no plagiarlo. Ser tú mismo, si no no me hubiera interesado aceptarlo. Quería conectar con una generación que quizás si había oído hablar del personaje pero no habían leído los libros”, argumentaba en una entrevista a Página 2.

Un desafío creativo en el que sobrevuela una pregunta obligada para los “continuadores”: ¿Creen que los autores originales darían su bendición a sus herederos literarios?

“Espero que le hubiera gustado [A Manuel Vázquez Montalbán]. He intentado respetarle y ser honesto. Te acercas mucho a un personaje y a un mundo concreto como ocurre en Star Wars. Me lo he pasado muy bien pero no tengo claro si continuaré”, puntualizaba Carlos Zanón acerca del impacto mediático y personal de enhebrar el hilo de un mito.