'Dios mío, ¿pero qué nos has hecho?', el divertido cierre de la trilogía más exitosa del cine francés
- “El secreto del éxito de estas películas es que hacen reír", asegura el director, Philippe de Chauveron
- La cinta llegará a los cines españoles este jueves, 18 de agosto
En 2014 el director Philippe de Chauveron consiguió uno de los mayores éxitos del cine francés (más de 12 millones de espectadores solo en su país), con la comedia Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, que contaba la historia de Claude y Marie Verneuil, un matrimonio católico conservador cuyas cuatro hijas se casan con un musulmán, un judío, un chino y un africano, lo que daba lugar a divertidos choques culturales. Un enorme éxito que repitió con la secuela, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho... ahora? (2019). Y ahora nos llega la tercera entrega: Dios mío, ¿pero qué nos has hecho?, que se estrena este jueves, 18 de agosto, en los cines españoles.
Como ya no quedan hijas por casar, la película se centra ahora en el matrimonio Verneuil, que está a punto de celebrar su 40 aniversario de bodas. Sus hijas deciden organizarles una gran fiesta sorpresa en la casa familiar de Chinon e invitan a Francia a los padres de cada uno de los yernos a pasar allí unos días. Claude y Marie tendrán que acoger bajo su techo a los padres de Rachid, David, Chao y Charles, lo que dará lugar a nuevos y divertidos choques culturales, religiosos, políticos....
Hemos entrevistado en Madrid a Philippe de Chauveron al que hemos preguntado cuál cree que es el secreto del éxito internacional de esta saga: “Creo que la película está muy anclada en la sociedad francesa, pero al mismo tiempo cuenta cosas universales. Aunque su mayor virtud es que hace reír. Y al ser una familia tan numerosa, cada espectador puede reconocerse en alguno de los personajes”.
“En el éxito de las comedias es fundamental el boca a boca -añade-. Si a uno le hace mucha gracia se lo cuenta a los demás y todo el mundo tiene ganas de ir a ver la película”.
Christian Clavier y Chantal Lauby, dos actores insuperables
Una de las razones del éxito de la saga es, sin duda, el matrimonio protagonista, formado por Christian Clavier (Los Visitantes, Astérix y Obélix contra César) y Chantal Lauby (La jaula dorada). “Entre ellos ha surgido una química muy especial –asegura el director-. Christian dice que Chantal es la mejor compañera femenina que ha tenido nunca y ella dice lo mismo. A veces parecen un matrimonio real”.
“No quieren repetir escenas –confiesa-, por eso ensayan antes, para meterse en el papel, y luego siempre lo hacen genial a la primera. Es muy fácil trabajar con ellos. No me imaginaría a ningún otro actor o actriz para interpretar a los Verneuil. Desde la primera película pensamos en Christian Clavier para el papel protagonista, desde la escritura del guion. Y cuando se lo enviamos y nos dijo que sí, sabíamos que iba a funcionar”
“Para el papel femenino –añade-, pensamos primero en otra actriz, pero cuando le enviamos el guion se sintió muy ofendida por tener que hacer de una mujer mayor, de una abuela, y lo rechazó. Así que se lo ofrecimos a Chantal Lauby, y fue un acierto, porque tiene una gran sensibilidad y conoce el papel, porque ella también procede de provincias. Escogerla fue un acierto absoluto”.
Otro de los temas de la película es la crisis que sufre este matrimonio, aparentemente perfecto, al enfrentarse a ese cuarenta aniversario. “Sí, tienen una pequeña crisis de pareja y parece que se alejan el uno del otro”.
“A todos nos gusta reírnos de nosotros mismos”
La película ha reunido en Francia a más de dos millones y medio de espectadores y entró en el top diez de la taquilla mundial. Preguntamos a Philippe cuáles son las novedades de esta tercera entrega: “Sobre todo, destacaría que hay muchos personajes nuevos, todos los suegros. En la primera película el matrimonio Verneuil tenía que enfrentarse a los cuatro yernos y ahora, además, se verán las caras con los ocho suegros".
En este éxito de la trilogía de la familia Verneuil, Philippe de Chauveron destaca la aportación de Guy Laurent, junto al que ha escrito los tres guiones: “Nos conocemos desde hace muchos años. Ya teníamos la idea de la historia cuando nos sorprendió la pandemia, lo que nos obligó a escribir por separado. Pero, como hemos trabajado tanto juntos, la complicidad estaba ahí y nos ha facilitado mucho las cosas”.
Al escribir sobre temas tan delicados, le preguntamos si se ponen algunos límites: “Quizá nos pongamos algunos límites inconscientemente, pero en general no lo hemos hecho. No queríamos molestar a nadie, pero también es cierto que la gente suele molestarse por cualquier cosa. Nosotros solo buscamos hacer reír y por eso, cuando algo nos hace gracia, pensamos que a los demás también se lo hará”.
“Lo fundamental es no tener miedo a hacer esos chistes –añade-. Pero para nosotros era muy importante que los actores formaran parte de esas comunidades de las que hablamos, para que pudieran orientarnos en ese aspecto. Por eso les dábamos el guion a todos, por si algo les parecía ofensivo o fuera de lugar. Pero, al final, a todos nos gusta reírnos de nosotros mismos y de las comunidades a las que pertenecemos”.
Por eso, Philippe remarca el papel de los actores: “Sí, he hablado mucho con todos ellos y a la mayoría los conocía de anteriores trabajos suyos. Gracias a ellos hemos podido meter diálogos en chino, argelino…. Han aportado muchísimo a esa variedad cultural de la película”.
“Además –continúa Philippe-, la película ha sido muy bien recibida por las organizaciones francesas que velan por los intereses de todas esas comunidades que retratamos, por lo que, en ese aspecto, nos sentimos muy orgullosos de haber sabido encontrar ese equilibrio en el humor”.
Lo cierto es que Francia siempre ha sido un ejemplo de integridad cultural, que ahora se está empañando por el auge de la extrema derecha. Algo que preocupa al director: “Le Pen padre ya estaba ahí hace cuarenta años. Y lo malo es que la extrema derecha no solo está subiendo en Francia, sino también en otros países. Ese miedo a los extranjeros va ligado a crisis sociales y económicas y ahora se está dando el caldo de cultivo perfecto para ese ascenso de la extrema derecha”.
“Después de ocho años, somos casi como una familia de verdad”
Después de trabajar en tres películas, durante ocho años, preguntamos a Philippe cuál es su relación con los actores: “Somos casi como una familia de verdad. Nos hemos hecho bastante íntimos y solemos quedar. Veo mucho a las hijas y también a los yernos”.
Pero… ¿Recuerda cómo surgió la idea para la primera película? “La inspiración me vino de mi propia familia, que también es burguesa, aunque no tenga nada que ver con la de los Verneuil. Pero también hemos tenido dos matrimonios mixtos. Yo estuve casado con una africana y vivimos cosas muy divertidas que han acabado en la película. Tengo que agradecer a mi padre que siempre fue muy abierto para estas cosas. Mi madre es muy religiosa y me inspiré un poco en ella para el personaje de Chantal. Pero no, los Verneuil no son mis padres. Pero tengo un hijo mestizo, así que supongo que eso creará otros problemas”.
“Además –añade-, en 2014 leí un artículo que decía que Francia era el primer país del mundo en matrimonios mixtos. Por eso se me ocurrió reflejar esa realidad de la sociedad francesa”.
“Recuerdo que, cuando estrenamos la primera parte, se me acercó una pareja y me comentó que ellos tenían exactamente la misma familia de la película. ¡Y que era horrible!” (ríe)
Le preguntamos que si piensa que los Verneuil representan a las familias francesas. “Hay cosas que sí y cosas que no. La burguesía de provincias es parecida, pero aunque hay cosas inspiradas en la realidad, la mayoría son ficticias".
Los mayores se divierten
Otra de las novedades de la película es que, al incorporar a los suegros, sube mucho la media de edad de los protagonistas, lo que da lugar a chistes generacionales. “Si los actores son buenos, llenan la pantalla –asegura-. Lo fundamental para que un personaje funcione es hacer un buen casting y lograr que el actor encaje con el personaje”.
“Para esta historia necesitábamos a personajes de más edad y logramos reunir a grandes actores que han hecho un trabajo genial”-añade-.
Para acabar, preguntamos a Philippe de Chauveron si se ve dentro de diez años haciendo la quinta o sexta parte de Dios mío… “No. Ya he completado la trilogía. Estoy feliz de haber podido conseguirlo y de que haya tenido tanto éxito. Y nunca olvidaré las grandes cosas que he vivido con ella. Pero ahora quiero hacer otras cosas”.