Biden firma la Ley de Inflación, "una de las más importantes de la historia"
- Buscará garantizar "la equidad" entre ciudadanos, tras las duras consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania
- Contempla un impuesto a las compañías con beneficios de más de 1.000 millones y reducir gastos sanitarios a los ciudadanos
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha firmado este martes su Ley para la Reducción de la Inflación, que ha calificado como "una de las más importantes de la historia" del país y que buscará garantizar "la equidad" entre los ciudadanos, tras las duras consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19.
"No se trata solo del hoy, se trata del mañana. Se trata de brindar progreso y prosperidad a las familias estadounidenses, de mostrar a los estadounidenses que la democracia todavía funciona en Estados Unidos, a pesar de todo lo que se habla de su desaparición", ha dicho Biden en un acto en la Casa Blanca.
El presidente ha aparecido con mascarilla y solo se la ha quitado para hablar, después de que este mismo martes su esposa, Jill Biden, diera positivo por coronavirus, unos días después de superar él la enfermedad.
Este es uno de los proyectos estrella del presidente, que realizará durante las próximas semanas una gira por el país para explicar las ventajas de una ley cuyo objetivo, entre otros, es la reducción de la inflación, en plena escalada de precios por la pandemia y la guerra de Ucrania.
Además, el 6 de septiembre organizará un acto para celebrar la promulgación de esta ambicioso paquete fiscal, sanitario y ambiental, aprobado el pasado día 12 por el Congreso, con el que pretende fortalecerse frente a la opinión pública ante los comicios de medio mandato que se celebrarán en noviembre.
Impuesto a los ricos y precio de medicamentos
La ley busca crear normas tributarias más justas para evitar, por ejemplo, que se repita lo sucedido en 2020, cuando 55 de las corporaciones más grandes y ricas de Estados Unidos no pagaron impuestos federales sobre la renta.
Así, habrá un impuesto mínimo del 15% a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares, mientras que se reforzará también la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evadir el pago de impuestos. Hoy se dejan de cobrar unos 160.000 millones, según cálculos del Ejecutivo.
La norma también busca impactar en la inflación reduciendo el gasto en sanidad de los ciudadanos, que pagan entre dos y tres veces más que los ciudadanos de otros países por los medicamentos recetados.
De la reducción en los precios se beneficiarán entre cinco y siete millones de personas cubiertas por el plan sanitario Medicare, mientras que el límite de 2.000 dólares anuales en los gastos de los medicamentos recetados favorecerá a unos 1,4 millones.
Mayor inversión contra el cambio climático y nuevas inversiones
La Ley de Reducción de la Inflación contempla más de 400.000 millones de dólares en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Aunque la inflación ha robado el protagonismo al resto de aspectos de la ley, la norma es fuertemente ambiciosa en términos medioambientales y pretende, entre otras cosas, construir una economía de energía limpia para 2030 que incluye 950 millones de paneles solares, 120.000 aerogeneradores y 2.300 plantas de baterías.
Supondrá la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos. Sus partidarios estiman que servirá para reducir en un 40% las emisiones contaminantes del país de aquí a 2030 respecto a los niveles de 2005.
"Es la ley más ambiciosa en cuanto a inversión en la transición a una economía de energía limpia que enfrente el problema del cambio climático", ha dicho a Efe Frances Colon, miembro del Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca.
Una economía limpia
También se busca que genere un impacto en la economía doméstica, con una bajada de unos 500 dólares por año en los costes de la energía y numerosos incentivos para transformar los hogares.
Habrá reembolsos directos de unos 14.000 dólares por consumidor para cambiar los sistemas de calefacción o los electrodomésticos por unos más eficientes y también créditos fiscales para instalar energía solar en los hogares y fomentar el uso de vehículos eléctricos.
Con todas estas medidas se busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente un gigatonelada en 2030, o 1.000 millones de toneladas métricas.
Esta ley, según Colon, es el primer paso para que el país norteamericano deje de ser visto como "uno de los mayores emisores del mundo".
En su opinión, Estados Unidos llegará en noviembre a Egipto, donde se celebrará en Sharm El-Sheikh la próxima convención sobre cambio climático, diciendo: "Estamos implementando este plan, ustedes qué van a hacer, y es muy interesante ese cambio de paradigma".