Los vecinos del incendio de Bejís vuelven a casa entre el alivio y la desolación: "Nos sentimos impotentes"
- Los evacuados han retornado a sus pueblos donde casas y negocios han sufrido daños
- El Gobierno regional pedirá la declaración de zona catastrófica por el incendio forestal
El incendio forestal de Bejís, en Castellón, ha devorado casi 20.000 hectáreas y ha expulsado de sus casas a alrededor de 1.500 vecinos de pueblos y pedanías circundantes. Tras seis días de batalla contra el fuego y una evolución favorable, los habitantes de Bejís, Torás, Sacañet, Teresa y las pedanías de Andilla han podido acceder a sus hogares, en una vuelta escalonada ante el riesgo de rebrotes este fin de semana.
El panorama que se han encontrado los habitantes en el retorno a casa es "desolador" con negocios afectados por las llamas, la muerte de animales domésticos, sin suministro de agua potable y cortes de electricidad.
Roberto, uno de los vecinos, cuenta a TVE cómo ha sufrido el zarpazo de las llamas que han afectado a sus cultivos, material de trabajo y ha matado a sus dos perros. "Nos sentimos impotentes", añade otra mujer casi al borde de las lágrimas. Y más daños: en una de las granjas avícolas de Bejís, el fuego ha acabado con la mitad de los 35.000 pollos que se encontraban en su interior y valoran los cuantiosos daños entre labores de limpieza que no se detienen.
Los suministros se están restableciendo poco a poco. Los vecinos ya tienen electricidad y se están reponiendo los cables de telefonía. El agua ha vuelto a Bejís pero aún sin el visto bueno para consumirla.
Intensas labores de limpieza y recuperación de las pedanías
Paso a paso los habitantes intentan tomarle el pulso a la normalidad y algunas tiendas de Torás ya han levantado la persiana; mientras los efectivos de emergencia estabilizan "los puntos calientes" del incendio con labores de refresco ante el peligro por intenso calor y rachas de viento seco de hasta 40 kilómetros por hora.
Los vecinos basculan entre el alivio por volver a sus casas y la "tristeza y el enfado" por la catástrofe. La alcaldesa de Bejís, María José Madrid, señalaba a Europa Press que estas jornadas "de incertidumbre" se han vivido "mal, con mucha ansiedad y mucha preocupación" y ha lamentado que se "ha quemado todo el término municipal y el paisaje está dantesco".
Mientras que el alcalde de Teresa, Ernesto Pérez, ha valorado a EFE que "es una situación preocupante; ya pasamos un incendio muy similar en 2012, cuando se nos quemó el 70 % del término municipal, y creo que esta vez incluso superaremos esa cifra, por lo que hemos podido apreciar", ha indicado el primer edil, quien ha destacado que no obstante el casco urbano de su localidad no ha sufrido daños.
La Comunidad Valenciana lleva una semana sufriendo el acoso de las llamas en diferentes focos. El presidente de la región, Ximo Puig, ha señalado desde el Puesto de Mando Avanzado de Bejís que durante esta semana se trabajará en las ayudas que se van a conceder para la recuperación tanto de la comarca del Alto Palancia (Castellón) como la de La Marina (Alicante) por el incendio de Vall d'Ebo.
Puig ha explicado que a esas medidas, que se aprobarán en el pleno del Consell extraordinario del 29 de agosto, se sumará la petición de declaración de zona catastrófica y ha defendido que lo fundamental de los incendios de estos días es que se han salvado las vidas de las personas en unas jornadas aciagas para una comarca golpeada.