Los 'bous al carrer' más trágicos desde 2015 se cobran siete vidas en lo que va de festejos en la Comunidad Valenciana
- Todavía no ha terminado la temporada y la cifra de muertos ya iguala a la peor registrada hasta ahora
- Cada vez más personas se animan a participar en las fiestas, pero muchas no tienen experiencia
Alarma en la Comunidad Valenciana por los festejos taurinos de los 'bous al carrer': se han cobrado ya siete vidas. Todavía no ha terminado la temporada y la cifra de muertos ya iguala a la peor registrada hasta ahora, la de 2015.
En las últimas 24 horas, de hecho, se han registrado dos personas heridas y una fallecida. La víctima mortal era una mujer de 73 años habitual en las fiestas y ha perdido la vida en la plaza de Beniarbeig, en Alicante, donde su alcalde, Juan José Mas, ha asegurado a TVE que se cumplían todas las medidas de seguridad.
Ante el aumento de incidencias, y no solo mortales, el Gobierno valenciano ha convocado de urgencia la comisión consultiva de festejos taurinos, que se reunirá este lunes y analizará la situación.
Más gente, menos experiencia y más accidentes
Según ha explicado el presidente de la federación de peñas de 'bous al carrer', Germán Zaragoza, a TVE cada vez más personas se animan a participar en las fiestas, pero muchas de ellas no tienen experiencia, por lo que los accidentes son más probables. "Calculamos más o menos casi un 25% más de personas", apunta.
En esa línea, el asesor del consejo consultivo de 'bous al carrer', Vicente Nogueroles, sugiere la necesidad de "empezar a hacer una campaña explicando el festejo" a todos los nuevos aficionados, para que entiendan los riesgos y se logren reducir las malas acciones.
Así podrían también evitarse situaciones como la vivida en Náquera, Valencia, donde se suspendieron por la participación de menores.
Tavernes de la Valldigna se queda sin 'bous'
En algunos municipios de la Comunidad Valenciana como Tavernes de la Valldigna, sin embargo, han decidido no autorizar este año los festejos con toros.
"Hay muchas más actividades que se están trabajando, pero no con animales", ha defendido su alcalde, Sergi González.
Una decisión que tienen seguidores, aunque también genera rechazo en parte de la población por el arraigo de esta tradición.