25 años sin 'Lady Di': así ha cambiado la monarquía británica
La muerte de la princesa de Gales hizo que las costumbres y la estrategia de comunicación de la Casa Real británica cambiaran
'Lady Di' revolucionó a los Windsor con su rechazo a regirse por costumbres cultivadas durante siglos
Hace 25 años, el 31 de agosto de 1997, Reino Unido perdió a su “reina de corazones”. Diana de Gales murió en un accidente después de que el vehículo en el que viajaba se estrellara al pasar por el Puente del Alma, en París. Sin embargo, un cuarto de siglo después, el legado de 'Lady Di' continúa vivo.
Las investigaciones oficiales sobre el accidente en el que murió 'Lady Di' responsabilizan al conductor y a la prensa -que perseguía a la princesa por las calles de la capital francesa-, pero a día de hoy son muchas las teorías conspirativas que siguen alimentando las especulaciones sobre lo sucedido.
Su amabilidad y su carácter cercano llevaron al ex primer ministro británico Tony Blair a referirse a Diana como la “princesa del pueblo”. Fue un icono mundial y empleó su fama para concienciar sobre diferentes causas, desde la salud mental hasta el VIH.
La muerte de la princesa de Gales hizo que las costumbres y la estrategia de comunicación de la monarquía británica cambiaran por completo e incluso que uno de sus hijos, Enrique, se haya apartado de la monarquía británica por el acoso de los medios.
Carlos y Diana, “una relación de tres”
Diana Spencer nació el 1 de julio de 1961 en la mansión de Althorp Hall, en el condado de Northamptonshire, en el seno de una familia de la aristocracia inglesa. Era la tercera de cuatro hijos del entonces vizconde y la vizcondesa de Althorp.
Fue en 1977 cuando Diana -con entonces 16 años- conoció a quien sería su futuro marido, el príncipe Carlos, heredero del trono británico, durante una cacería en Althrop. Solo tres años después se anunciaba su compromiso.
El 29 de julio de 1981 Carlos de Inglaterra y Diana Spencer se casaron en una suntuosa ceremonia en la Catedral de San Pablo en Londres. El enlace fue considerado la boda del siglo. Miles de personas salieron a las calles de Londres para ver en directo un enlace histórico al que asistieron casi todas las casas reales y presidentes de gobiernos extranjeros. Fue entonces cuando Diana Spencer pasó a convertirse en la princesa de Gales. La pareja tuvo su primer hijo, Guillermo, el 21 de junio de 1982, y su hermano menor, Enrique, nació el 15 de septiembre de 1984.
A pesar de tener una boda de ensueño, el matrimonio duró algo más de una década en la que 'Lady Di' se vio sometida constantemente al escrutinio público y con la sombra de Camila Parker-Bowles acechando.
En 1992, el periodista Andrew Morton publicó su libro ‘Diana: su verdadera historia’, en el que reveló que la princesa intentó suicidarse en varias ocasiones, así como la estrecha relación entre el príncipe Carlos y Camila, que aparece como una de las principales fricciones entre el matrimonio. En diciembre de ese mismo año, el entonces primer ministro, John Major, anunció la separación formal de la pareja en el Parlamento británico.
El príncipe Carlos ofreció una entrevista televisiva en 1994 en la que confesó que había cometido adulterio y un año después lo hizo Diana en la cadena BBC. En esa entrevista, 'Lady Di' también admitió adulterio con el ex oficial del Ejército James Hewitt y aseguró que en su matrimonio “éramos tres, por lo que estaba un poco abarrotado”, en referencia a la relación de Carlos con Camila.
En julio de 1996 el Palacio de Buckingham informó de que Carlos y Diana habían acordado las condiciones de su divorcio, poniendo fin a 15 años de matrimonio.
La “princesa del pueblo”
El ascenso al estrellato internacional de la princesa Diana como icono de moda y un modelo a seguir para millones de mujeres estuvo fuertemente arraigado a su amabilidad, su espíritu rebelde y su comportamiento accesible. 'Lady Di' revolucionó a los Windsor con su rechazo a regirse por costumbres cultivadas durante siglos.
Eligió dar a luz en un hospital, en lugar de hacerlo en casa, como mandaba el protocolo a las princesas. Además, sus hijos Guillermo y Enrique estudiaron en el colegio, en lugar de ser educados con instructores particulares, una decisión para que estuvieran integrados en la sociedad desde la infancia.
La princesa Diana también empleó su fama para crear conciencia sobre una serie de causas, desde la lepra hasta la salud mental o la violencia doméstica. Sin embargo, uno de sus momentos más icónicos fue cuando estrechó la mano de un paciente de SIDA.
En 1987, Diana abrió en Londres la primera clínica de VIH de Reino Unido, en un momento en el que el virus estaba convirtiéndose en una crisis de salud mundial. Muchos creían erróneamente que el virus podía transmitirse a través del tacto, pero fue en esa clínica donde Diana estrechó la mano a uno de los pacientes sin guantes, enviando un mensaje al mundo.
“El VIH no hace que las personas sean peligrosas, así que puedes estrecharles la mano y darles un abrazo. Dios sabe que lo necesitan”, aseguró la princesa Diana.
Además, en los meses previos a su muerte, 'Lady Di' viajó hasta Angola con el objetivo de poner en el centro de mira los peligros de las minas terrestres en el país. Con una máscara protectora y un chaleco antibalas, la princesa paseó con firmeza sobre un camino repleto de carteles que advertían sobre las minas.
Fue su carácter cercano el que hizo que el ex primer ministro británico Tony Blair se refiriera a Diana como la “princesa del pueblo”.
Teorías conspirativas sobre su muerte
La princesa Diana llegó a ser la mujer más fotografiada por la prensa y en el verano de 1997 los medios se obsesionaron por obtener la instantánea de la princesa con su nuevo amante, Dodi Al-Fayed.
Después de pasar sus vacaciones en la Costa Azul y en Córcega, la pareja decidió viajar a la capital francesa. 'Lady Di', acostumbrada a recurrir a la prensa como forma de conectar con los ciudadanos, no se mostró tan dispuesta a que la prensa lograra la buscada fotografía durante su visita a París.
En la madrugada del 31 de agosto, Diana y Dodi pensaron que la mejor solución para evitar a los paparazzi sería saliendo por la puerta de atrás de su hotel. Sin embargo, también estaba vigilada por los reporteros, que intentaron seguirla por el centro de París a una velocidad de entre 100 y 150 kilómetros por hora.
Fue esa noche cuando la princesa tuvo un accidente de coche mortal al pasar por el Puente del Alma de la capital francesa. El médico que atendió a Diana momentos después del accidente, el doctor Frederic Mailliez, asegura 25 años después que al llegar al vehículo siniestrado había cuatro personas, dos de las cuales parecían muertas y de los otros dos, la mujer mostraba peor estado.
“Estaba de rodillas, en el suelo del asiento trasero del Mercedes con la cabeza agachada. Le costaba respirar y necesitaba asistencia rápida”, afirma Frederic en una entrevisdta en TVE. "Empezó a respirar mejor, aunque al principio le costó, porque estaba inconsciente", añade el doctor, quien asegura que no reconoció a la princesa Diana.
Con solo 36 años, 'Lady Di' falleció horas después en un hospital de París y desde entonces las teorías conspirativas sobre su muerte siguen alimentando las especulaciones sobre lo sucedido. Según las investigaciones oficiales, la responsabilidad fue del conductor del Mercedes, Henri Paul, quien condujo bajo los efectos del alcohol y el Prozac. Un jurado declaró también culpables de homicidio por imprudencia a los paparazzis que seguían el vehículo de Diana.
El único superviviente del accidente fue el guardaespaldas de la pareja, Trevor Rees Jones, quien nunca pudo aportar su testimonio sobre el suceso porque sufrió amnesia, una circunstancia que ha cargado de sospechas a los conspiranoicos.
Un cuarto de siglo después, el padre de Dodi, Mohamed al Fayed, continúa sin creerse las conclusiones de la investigación policial de 2006 ni la judicial de 2008. Al Fayed acusó a la familia real británica de conspirar para que los servicios secretos asesinaran a la pareja porque la princesa estaba embarazada de su hijo, un musulmán.
El legado de Diana: el cambio en las formas de la monarquía británica
La muerte de la princesa Diana provocó una avalancha de dolor en todo el mundo, con la que los miembros de la realeza, incluidos el príncipe Carlos y la reina Isabel II, parecían estar inicialmente fuera de sintonía. En pocos días, la irritación ciudadana estaba fuera de control y la casa real británica se vio obligada a replantear su estrategia.
Desde entonces, la familia real adoptó un estilo más terrenal y comenzaron a mostrarse más accesibles para los ciudadanos y más vulnerables ante la opinión pública. La muerte de Diana les obligó a asumir una actitud más moderna, con la que la “princesa del pueblo” sedujo a los británicos y al resto del mundo.
Guillermo y Enrique tenían 15 y 12 años, respectivamente, cuando murió su madre. Ambos han elegido caminos que, a su modo de ver, contribuyen a mejorar el mundo, tal como les inculcó su madre. Mientras que Guillermo trabajó como piloto en los servicios de emergencias para el traslado de pacientes, Enrique se alistó en el Ejército y se unió en dos ocasiones a misiones de las tropas británicas en Afganistán. Además, el hijo pequeño de Diana y Carlos creó los Juegos Invictus, en los que participan veteranos heridos de guerra.
Los dos hermanos también han impulsado varias campañas sociales, entre ellas, iniciativas para promover la visibilidad de los problemas de salud mental.
Precisamente, el príncipe Enrique y su mujer, Meghan Markle, renunciaron en enero de 2020 a sus funciones principales en la familia real británica. Desde entonces, viven en una mansión en California con sus dos hijos pequeños, Archi y Lilibet.
En una entrevista con una de las presentadoras más famosas de Estados Unidos, Oprah Winfrey, Enrique explicó cómo la muerte de su madre influyó en su decisión de alejarse de la familia real. Afirmó estar decepcionado con su padre por permitir el sufrimiento que vivió durante su infancia, así como por no intervenir cuando él y su esposa eran acosados por los medios.