Tormentas de granizo: ¿por qué se forman?, ¿que determina el tamaño de las piedras?, ¿cómo se debe actuar?
- Dentro de la nube se da una "batalla" en la que influye la temperatura, la humedad, el tiempo transcurrido o la altura
- Es difícil predecir la magnitud, por lo que es conveniente refugiarse bajo un techo y evitar la proximidad de ventanas
- Muere un bebé de 20 meses que resultó herida en una intensa granizada en Girona
Hacía 37 años que no caía una granizada con tanta violencia en Cataluña. La precipitación de piedras, de hasta más de diez centímetros, ha dejado en La Bisbal d'Empordà, en Girona, la primera víctima mortal en Europa desde 1997: una bebé de 20 meses.
Las tormentas de granizo se han repetido en otros puntos de España en los últimos días y los vecinos miran ahora al cielo y se preguntan por qué se forman con tanta intensidad, a qué se debe el tamaño sin precedentes de las bolas de hielo y qué pueden hacer si vuelve a ocurrir. Hemos hablado con los expertos en meteorología y emergencias para responderles.
¿Por qué se forman las tormentas de granizo?
Aunque no siempre ocurren con tanta intensidad, las tormentas son habituales al final del verano, así como en primavera, épocas de transición en la que colisionan el calor y el frío. Se dan, entonces, "los ingredientes necesarios" para que su formación.
"Es importante que se dé una diferencia de temperatura para que pueda crecer la nube con mayor potencia y vigorosidad", explica Marc Santandreu, meteorólogo de TVE. El contraste ocurre "entre la superficie, porque sigue haciendo calor, y en capas más altas de la atmósfera, donde ya empieza a colarse algo de aire frío".
¿A qué se debe su intensidad?
La diferencia de temperaturas permite que la nube vaya creciendo "hasta encontrar su tope con el aire frío en capas altas", prosigue Santandreu, y esa altura ha podido ser determinante en la tormenta vivida esta semana en Cataluña. "Tuvo un tope muy alto, de casi 20 kilómetros. Eso favorece que haya mucho recorrido en la nube para que el granizo pueda permanecer el suficientemente tiempo como para adquirir tal tamaño y peso hasta que se precipite".
También influyen otros factores, como la humedad, que genera las "gasolina" para que puedan formarse más precipitaciones. Y en esto, ha podido afectar un "mar más caliente", cuando el Mediterráneo ha alcanzado este año temperaturas de hasta cinco grados por encima de los valores normales.
¿De qué depende el tamaño del granizo?
En la granizada de Baix Empordà han caído piedras de hielo de más de diez centímetros, un tamaño insólito que depende principalmente del tiempo que permanece la piedra dentro de la tormenta. Marc Santandreu describe lo que ocurre dentro de la nube como "una especie de batalla" entre las corrientes ascendentes (favorecidas por el calor superficial) y las piedras (marcadas por su peso y tamaño).
Así describe el combate el meteorólogo de TVE: "mientras la fuerza de la corriente ascendente gana al peso y el tamaño de la piedra, esta va a quedarse ahí dentro, dando vueltas sobre sí misma. Esto va favoreciendo que la piedra de granizo vaya generando capas y gane tamaño. Cuando el tamaño (y, por lo tanto, peso) es lo suficientemente grande como para que la corriente ascendente no la pueda soportar, cae por la gravedad".
¿A qué velocidad cae?
El granizo puede adquirir velocidades de más de 100 kilómetros por hora y su capacidad de destrucción está determinada también por el tamaño de las bolas. Como recuerdan desde el equipo de meteorología de TVE, "la fuerza es igual a masa por aceleración, por lo tanto, cuanto más peso tenga para acelerarse, más fuerza va a adquirir".
¿Se puede predecir una tormenta la magnitud de la tormenta?
La tormenta veraniega estaba prevista en Cataluña, sin embargo, su magnitud es muy difícil de predecir antes de que ocurra. "La Agencia Española de Meteorología (AEMET) desde hace años activa unos avisos especiales en los que se suscribe que las tormentas pueden ir acompañadas de granizo, incluso, de gran tamaño, y de fuertes rachas de viento, pero nunca sabes ese gran tamaño hasta dónde puede llegar", señala Santandreu, que recuerda que no se había visto algo similar desde hacía más de 30 años y que el año pasado ocurrió otra tormenta sin precedentes en Castellón. "Estamos viendo que las tormentas son más adversas".
¿Qué hay que hacer cuando cae granizo?
De este modo, cuando ocurran, es conveniente estar preparado y conocer los riesgos. "Hay que buscaron refugio, cualquier tipo de cubierta que no sea vegetal, porque un árbol nos va a proteger muy poquito", señala Raúl García, inspector de bomberos de la Comunidad de Madrid en RNE. La terraza de un bar, un edificio, cualquier chapa de metal... lo importante es encontrar un techo que nos proteja del impacto del granizo.
"Si vamos conduciendo lo mejor es que nos mantengamos dentro del vehículo", aconseja, por su parte, Imma Solé, de Protección Civil Cataluña, en TVE. Pero también ahí hay que tomar precauciones, especialmente, si las piedras son del tamaño visto esta semana en Cataluña. "El sitio más expuesto es la luna trasera, donde los granizos pueden impactar con gran fuerza y pueden llegar a romperla. Ante eso, lo que hay que hacer es replegarse hacia los asientos delanteros", completa el bombero. De hecho, si estamos en casa, también es mejor alejarse de las ventanas y claraboyas.
¿Me lo cubre el seguro los daños?
La cobertura de los daños causados por el granizo en coches o viviendas dependerá del seguro que tengamos contratado, para el hogar, el vehículo o la comunidad. No obstante, si se considera que hubo "riesgos extraordinarios" causados por fenómenos poco frecuentes de la naturaleza y muy destructivos, es el Consorcio de Compensación de Seguros quien se hace cargo de la indemnización.
En ese sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que el Consorcio no cubre todos los riesgos e indemniza según lo contratado en la póliza privada. En cualquier caso, aconseja a los afectados revisar las condiciones de su seguro y recuerda su derecho a reclamar siempre. Para ello, es conveniente realizar fotografías para guardar pruebas de los destrozos el tiempo que sea necesario.