Miles de manifestantes se movilizan en Argentina en repulsa por el ataque a Cristina Fernández

• La noche de este jueves, un hombre de 35 años ha sido detenido tras intentar disparar en la cabeza a Fernández de Kirchner
• La movilización ha recibido el respaldo de distintas organizaciones de la sociedad civil y también del propio Gobierno

Argentina vive con incredulidad e indignación el magnicidio frustrado contra Cristina Fernández

El intento de magnicidio contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha conmocionado al país latinoamericano, donde miles de personas se han lanzado este viernes a la calle en Buenos Aires y otras ciudades para expresar su condena al ataque.

La noche de este jueves, un hombre de 35 años ha sido detenido tras intentar disparar en la cabeza a Fernández de Kirchner, en los alrededores de su domicilio, cuando se celebraba una concentración en su apoyo. La policía ha confirmado que la pistola ha fallado en el momento del intento del magnicidio y contenía cinco balas en su interior.

Ante esto, organizaciones sociales, sindicales y políticas afines al oficialismo y ciudadanos han decidido marchar por diversos sectores de la capital y concentrarse en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino. Allí, los organizadores han instalado un escenario desde el que muchos de los asistentes esperan poder ver a la vicepresidenta.

"Quiero mucho a mi país y este tipo de cosas son terribles", cuenta a TVE uno de los manifestantes, que asegura estar viviendo la situación "con angustia". "No nos merecemos como pueblo argentino estar viviendo esto, a pesar de las ideas políticas de cada uno", expresa otra argentina desde la Plaza de Mayo.

Concentración en apoyo a Fernández de Kirchner en Buenos Aires REUTERS/Mariana Nedelcu

La movilización, convocada por el oficialista Frente de Todos bajo el lema de "Con la bandera, a defender la Democracia", ha recibido el respaldo de distintas organizaciones de la sociedad civil y también del propio Gobierno, que ha confirmado la asistencia de los ministros.

De hecho, tras una reunión del gabinete en la Casa Rosada, la propia Presidencia ha decretado este viernes como día no laborable y ha instado en un comunicado a la ciudadanía a movilizarse "en defensa de la democracia y en solidaridad con la vicepresidenta", ante el "estado de conmoción social" que habría generado el ataque.

Concentración ante la Embajada en Madrid

Alrededor de 50 personas se han concentrado también delante de la Embajada de Argentina en Madrid para apoyar con banderas, fotografías y lemas a la vicepresidenta. En declaraciones a EFE, el embajador, Ricardo Alfonsín, ha mostrado su "repudio" ante lo ocurrido y ha exigido "mucha responsabilidad" a quienes "influyen en la opinión pública".

"Cuando se demoniza al adversario, cuando se lo criminaliza, cuando se le atribuyen las responsabilidades de todos los males, cuando se promueven el odio y el rencor, tarde o temprano se genera violencia, primero simbólicamente (...) después de manera real", ha dicho en el canal 24 horas.

El embajador argentino en España: "Cuando se demoniza al adversario, tarde o temprano se genera violencia"

En un comunicado, la Embajada argentina ha agradecido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a sus ministros y los sectores políticos y sociales "las muestras de rechazo ante tan triste acontecimiento".

Entre los participantes han estado algunos políticos españoles de izquierda, como la secretaria de organización de Podemos, Lilith Verstrynge, quien ha expresado el "rechazo y la repulsa" de su formación al intento de asesinato. "Es un claro mensaje de violencia política y de discurso de odio que viene generado por toda esa escalada de hostigamiento político y judicial, sin duda, pero también apoyado por ciertos sectores mediáticos", ha apuntado.

También ha estado presente en la concentración Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España y antecesor de Verstrynge al frente de la Secretaría de Estado para la Agenda 2030.

Un ataque marcado por un escenario de fuerte tensión política

El ataque se ha producido en un escenario de fuerte tensión política entre el oficialismo y la oposición, que ha ido en aumento después de que el pasado 22 de agosto un fiscal solicitara una condena de 12 años de prisión para la vicepresidenta en el marco del juicio oral al que es sometida por presuntas irregularidades en la concesión de obras públicas durante su Gobierno (2007-2015).

Fernández de Kirchner, una figura divisiva, niega haber actuado mal y sus partidarios se han manifestado en las calles y se han reunido diariamente frente a su residencia, criticando al poder judicial y a la oposición conservadora por liderar lo que dicen es una caza de brujas contra ella.

El intento de atentado ha provocado decenas de reacciones de repudio en Argentina y también a nivel internacional, de gobiernos, líderes y organismos internacionales.