La vicepresidenta argentina declara que en ningún momento vio el arma apuntando a su cabeza
- Ha declarado que cuando aparece el arma se agacha para buscar un libro que estaba firmando a un simpatizante
- El acusado de intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel, se ha negado a prestar declaración
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha declarado ante la justicia que no se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando sufrió este jueves un intento de asesinato.
Durante la tarde de este viernes, la jueza que lleva el caso, María Eugenia Capuchetti, y el fiscal Carlos Rívolo se acercaron hasta el domicilio de la vicepresidenta para tomarle declaración.
Fernández le ha dicho a la magistrada titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 5 que no se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando le apuntaron, sin que se disparara la pistola.
Ha relatado que, cuando aparece el arma de fuego, se agacha para buscar un libro que estaba firmando a las personas que realizaban una vigilia en las cercanías de su hogar.
Por su parte, el atacante, Fernando Sabag Montiel, ha preferido guardar silencio y se ha negado a prestar declaración, mientras la policía ha registrado su domicilio. Efectivos de la Policía Federal han decomisado cien proyectiles calibre 9 mm en la casa del hombre, que residía en el municipio bonaerense de San Martín, situado en las inmediaciones de la capital.
La investigación judicial continuará durante este fin de semana con peritajes del teléfono móvil y un ordenador portátil del detenido para averiguar si actuó en solitario.
El abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón, pedirá a la Justicia argentina que se califique el hecho como “intento de femicidio” en grado de tentativa por uso ilegal de arma de fuego. "Estamos a la espera de que Cristina pueda tranquilizarse en relación con lo que le ha sucedido para poder pedir la calificación de intento de femicidio ante la Justicia", ha dicho en declaraciones al canal de noticias C5N.
El abogado cree que el detenido no habría actuado solo y que el atentado podría haber sido planeado. "Solo no actuó porque hubo hechos preparatorios para el intento de asesinato que no condicionan a hechos que preparó él solo, porque hubo otras personas que estaban al tanto de esta situación".
Tensión política entre el Gobierno y la oposición
La vicepresidenta argentina fue atacada este jueves en las puertas de su casa, en el barrio capitalino de Recoleta, donde Montiel apuntó con un arma al rostro de la exmandataria (2007-2015) y engatilló dos veces, en medio de la vigilia permanente de seguidores kirchneristas que, desde el 22 de agosto, se instaló junto a su domicilio.
El detenido, un hombre de nacionalidad brasileña de 35 años, no cuenta con antecedentes penales en su país de origen, en tanto el arma incautada al sospechoso es una Bersa calibre 32 automática, que, en su base, posee numeración parcial 250, apta para el disparo, de acuerdo con el Ministerio de Seguridad. Estaba cargada con cinco balas pero no tenía munición en la recámara.
El ataque a Cristina Fernández se ha producido en un contexto de fuerte tensión política entre el Gobierno y la oposición, que ha crecido desde que el lunes de la semana pasada un fiscal solicitara una condena de 12 años de prisión para la vicepresidenta en el marco del juicio oral al que es sometida por presuntas irregularidades en la concesión de obras públicas durante su Gobierno.
El Congreso argentino ha aprobado este sábado una declaración que manifiesta su "más enérgica condena y repudio al intento de magnicidio" contra la vicepresidenta. El documento, modificado a petición del mayor frente opositor del país, el conservador Juntos por el Cambio, ha sido aprobado por los parlamentarios al comienzo de la sesión. La declaración no ha hecho menciones a la “violencia política” ni a los “discursos de odio” que se incluían en el texto original.
La víspera, decenas de miles de manifestantes se movilizaron en Buenos Aires y en otras ciudades de Argentina para expresar su apoyo a Cristina Fernández.