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Las empleadas del hogar podrán cobrar el paro por primera vez: "He vivido siempre con ansiedad por no tener derechos"

  • Hasta ahora las trabajadoras no tenían prestación por desempleo
  • El Consejo de Ministros ha aprobado una norma para equiparar sus condiciones laborales con las de otros sectores

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Empleada del hogar
Empleada del hogar

Las empleadas del hogar han pasado años denunciando unas condiciones laborales precarias y desiguales frente a otros sectores. "Yo no he tenido respaldo ninguno ni paro ni bajas", explica a RTVE.es Adela, empleada del hogar en Málaga desde hace 20 años, que ahora celebra que el sector vaya a estar más regulado.

"He vivido siempre con ansiedad por no tener derechos. Sabía que si me ponía enferma no cobraba y si me echaban no tendría nada y no podría pagar mi casa", explica.

El subsidio para las empleadas del hogar aprobado este martes por el Consejo de Ministros intentará paliar esta inseguridad, otorgándoles la prestación por desempleo que hasta el momento no tenían en España. El nuevo decreto ley contempla varios avances más que buscan equiparar sus condiciones de trabajo y "acabar con la discriminación histórica" del sector. Se elimina así el despido libre y se incorpora expresamente a los trabajadores y trabajadores del hogar en la Ley de Prevención de riesgos laborales.

Antes de esta medida, las mujeres podían pasar meses sin trabajar y sin tener ningún tipo de subsidio. "Llevaron a una residencia a la persona a la que cuidaba y me quedé sin empleo durante ocho meses", explica Constanza Terri a RTVE.es. Ese tiempo tuvo que enfrentarse al día a día sin ningún tipo de ayuda. "Yo logré sobrevivir gracias al apoyo de las compañeras del Observatorio Jeanneth Beltrán sobre Derechos en empleo de Hogar y en Cuidados y de Territorio Doméstico y haciendo algún trabajillo de un día, de unas horas".

Terri lleva trabajando 14 años como empleada del hogar en España, nueve de ellos como interna. "Fue muy difícil vivir al día porque no puedes ahorrar. A veces no tenía ni para el transporte", sostiene.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las trabajadoras de este sector es la falta de respaldo por parte del sistema. "Como nosotras no tenemos derecho a paro, no tenemos derecho a pedir ningún tipo de ayuda más. Generalmente, las prestaciones se dan cuando se termina el paro y nosotras como no empezamos el camino, no podemos continuar. Pasé muchas penalidades", comenta.

"Un colchón hasta que se encuentra otro trabajo"

La principal medida del decreto es que se reconoce el derecho a paro de las empleadas del hogar. Es decir, tendrán la misma protección por desempleo que el resto de trabajadores y trabajadoras que trabajan por cuenta ajena, es decir, que no son autónomos. De este modo, podrán acceder a las prestaciones por desempleo en los niveles contributivo y asistencial.

Esto implica equiparar toda la protección y cotizaciones de la Seguridad Social, no solo el paro: se incluye la cobertura del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) y la correspondiente cotización por la misma, que comenzará en octubre. Los empleadores tendrán derecho a una bonificación del 80 % para cubrir estas cotizaciones.

"La aprobación de esta medida va a suponer tener un pequeño colchón detrás hasta que se encuentra otro trabajo", indica Lorea Ureta, activista de la Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia. "Hay que tener en cuenta que entre este colectivo hay mucha movilidad porque los niños a los que cuidan se hacen mayores o las personas mayores a las que cuidan fallecen".

El Congreso de los Diputados respaldó los derechos de las empleadas del hogar al ratificar el pasado junio el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantiza que las trabajadoras domésticas disfruten de condiciones equitativas y no menos favorables que las del resto de los profesionales. Pero no ha sido hasta este martes cuando han materializado su reivindicación en un derecho, el subsidio por desempleo.

El convenio establece también que, como los demás trabajadores en general, deberán disfrutar de una remuneración mínima del salario mínimo interprofesional (SMI), limitando los pagos en especie.

Además, la nueva norma establece que cuando el contrato no se realice por escrito, se presumirá que es de carácter indefinido, independientemente de cuánto dure la relación laboral. Se deberán reconocer, por lo tanto, los derechos y obligaciones que el contrato indefinido implica para empleado y empleador.

"Me fui a la calle sin nada"

Con la aprobación de este decreto ley ya no existirá el despido libre. Hasta ahora, el empleador podía despedir a una empleada del hogar sin alegar ningún motivo. Simplemente, era necesario respetar un tiempo de preaviso, que dependía de cuánto tiempo llevaba trabajando en ese mismo puesto. Esa figura llamada "desistimiento" se elimina ahora de las formas legales para terminar con un contrato laboral doméstico.

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A diferencia de otros empleos, en este sector, para despedir a una trabajadora tan solo era necesario avisar con 20 días de antelación si había estado trabajando en la casa más de 12 meses. Si había desempeñado sus funciones durante menos días, solo con siete. "Con esta figura nos pueden echar de la noche a la mañana sin hacernos ni un finiquito", explica Terri

"En una casa que yo trabajaba, el marido se quedó en paro y me dijeron que ya no me podían pagar y que lo sentían, pero que me tenían que despedir y me fui a la calle sin nada", recuerda Adela.

De ahora en adelante, el despido tendrá que estar justificado por las causas comunes previstas en el Estatuto de Trabajadores o por otras cuestiones específicas de esta actividad.

"Por fin nos han tenido en cuenta"

El caso de las mujeres que trabajan como internas es aún más complicado porque cuando dejan de trabajar en las casas se quedan sin vivienda.

"Yo llegué hace cinco años a España y he estado en tres casas y en todas interna", narra N.F, empleada del hogar hondureña. "Mi primer trabajo fue de recién llegada y estuve en una casa con una mujer muy exigente, no me dejaban ni parar un momento. No tenía un descanso, no me sentaba ni para comer", subraya. Pero, explica, "tenía muchas deudas y tuve que aguantar para poder pagarlas".

Reconoce que se ha sentido muy desprotegida. "Siempre he intentado ahorrar porque sabía que si me quedaba sin trabajo me quedaba sin nada". Ahora vive en Madrid en una residencia maternal con su hija y trabaja como empleada del hogar externa a media jornada.

Situaciones como las de N.F "son nuestro día a día", expresa Clara Velasco, orientadora laboral en Solidaridad sin Fronteras a RTVE.es. "Es muy complicado porque estos trabajos no te dan ningún tipo de amparo ni prestación para después. Muchas veces no están ni cotizando".

"Es un trabajo como otro cualquiera"

"Es un trabajo muy digno y como otro cualquiera. La gente se tiene que dar cuenta de que yo tengo los mismos derechos que los demás, no sé por qué no entra en la cabeza", reivindica Adela.

El pasado febrero, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró que la normativa española que excluye de las prestaciones por desempleo a los empleados de hogar, que son casi exclusivamente mujeres, es contraria al derecho de la Unión. En su sentencia, el TJUE manifestó que la norma española es contraria a la directiva sobre igualdad en materia de seguridad social, ya que sitúa a las trabajadoras "en desventaja particular con respecto a los trabajadores".

Con la nueva norma se incluye expresamente a los trabajadores y trabajadores del hogar en la Ley de Prevención de riesgos laborales. Esto significa que se deberá garantizar que se toman las medidas oportunas para garantizar que su día a día en el trabajo se desarrolla de forma segura y sana, conforme a lo que determine un futuro desarrollo reglamentario.

"Llevamos luchando mucho tiempo. Esta ley es fruto de lo que hemos ido planteando durante todos estos años en nuestros reclamos y reivindicaciones", concluye Terri.

La nueva prestación,sostiene Ureta, puede ser una herramienta para conseguir un empleo de mejor calidad. "Muchas veces se aceptan condiciones de trabajo muy por debajo de lo mínimo que marca la ley porque no hay otra opción y con el desempleo sí la habrá".