Sánchez y Feijóo elevan el tono de los reproches en un cara a cara que va más allá de la energía y que agranda su brecha
- Sánchez le ha reprochado su falta de acuerdo, de retorcer los datos para atacarle y de "jugar con el miedo de la población"
- Mientras, Feijóo le ha acusado de "improvisar", de copiar las medidas del PP y de estar a "merced de las encuestas"
El nuevo curso político ha arrancado con un debate de altura: el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Se trata de una cita que reclamó el PP hace semanas y que Moncloa acabó aceptando, y en la que ha quedado latente que la relación entre los dos principales partidos sigue deteriorada, más incluso que al comienzo del verano. Mientras Sánchez le ha reprochado su falta de acuerdo, de retorcer los datos para atacarle y de "jugar con el miedo de la población", Feijóo le ha acusado de "improvisar" ante la crisis, de copiar las medidas del PP y de estar a "merced de las encuestas"; todo en un debate que ha ido más allá de la crisis energética y que aleja la posibilidad de que Gobierno y oposición alcancen cualquier tipo de acuerdo, al menos a corto plazo.
Ha sido el segundo cara a cara entre ambos líderes después del celebrado el pasado mes de junio en el mismo escenario, ya que el presidente del PP no es diputado y la única fórmula que tiene de confrontar con el jefe del Ejecutivo es en el Senado. La coyuntura, asimismo, no dista mucho de la de entonces: continúa la incertidumbre por la guerra de Ucrania, la inflación sigue sin tocar techo y, en el panorama político, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sigue encallada.
Para el presidente del Gobierno, el pacto entre ambos partidos es "tan difícil" porque, sencillamente, "el PP no quiere pactos". "Se ha opuesto solo con el propósito de debilitar al gobierno de España, sin preocuparle los efectos sobre la vida de la gente (...) Va a fracasar como fracasó Casado", ha espetado. Poco antes, el líder de la oposición le ha pedido que "rompiese sus alianzas" -con Unidas Podemos, ERC y Bildu- y "cesase a los ministros que no ha nombrado", al tiempo que se ha ofrecido a ser "su aliado" en lo que resta de legislatura, a lo que Sánchez le ha respondido: "Usted tiene la mano tendida para empujar al Gobierno al precipicio cada vez que tiene ocasión".
Esta ha sido la tónica habitual de un cruce de declaraciones que ha durado casi tres horas y en la que se han acusado mutuamente de insultarse, de no colaborar y de no tener un plan para hacer frente a la crisis. "Venía aquí a intentar hacer un debate serio, sosegado y sereno. Usted ha elegido la estrategia de la crispación", ha señalado Feijóo, para después reprochar a Sánchez que su intervención "no ha sido propia de un presidente del Gobierno". "Para hacer oposición solo tiene que esperar a las elecciones generales", le ha espetado.
El propio Sánchez, en su última intervención, ha llegado a afirmar que también tendía la mano al PP, pero lo hacía para pedirle que "cumpla la ley" y permita la renovación del CGPJ. Así, ha recordado que, al contrario de los 'populares', los socialistas con Mariano Rajoy en el Gobierno apoyaron la aplicación del artículo 155 frente al desafío independentista catalán. "No pierdo la esperanza. Sigo abierto. Espero que actúen de una vez por todas de buena fe y en defensa del interés general y no de unos particulares poderosos", ha recalcado.
Sánchez: "Las cosas que dice no avalan la imagen de buen gestor"
Sánchez ha comparecido en la Cámara Alta a petición propia para abordar la crisis energética, si bien el debate había sido reclamado durante semanas por el PP. Además del segundo cara a cara entre ambos líderes, es la segunda vez en la legislatura en que el presidente del Gobierno comparece en el Senado tras otra hace dos años para tratar la gestión de la pandemia. En este caso, el jefe del Ejecutivo ha contado con tres turnos de intervención ilimitados, mientras que Feijóo ha tomado la palabra después de Sánchez con una intervención inicial de 15 minutos más un turno de réplica de 5 minutos.
Durante esas intervenciones ilimitadas, el presidente del Gobierno ha tratado de desbaratar la imagen de buen gestor de Feijóo tras 13 años al frente de la Xunta de Galicia. "Los meses han pasado y como líder nacional del PP las cosas que dice no avalan la imagen de buen gestor, le voy a poner algunos ejemplos", ha incidido, para después recordar que Feijóo dijo que "el Gobierno de España se estaba forrando, cuando el grueso de los ingresos de esos impuestos iban a las comunidades autónomas" o que "el Gobierno cambia votos por cheques y en la misma entrevista propone cheques". "¿Eso es insolvencia o es mala fe?", se ha preguntado tras cada afirmación.
Sánchez también ha señalado que el líder 'popular' confundió la prima de riesgo y los tipos de interés en su primer cara a cara en el Senado y que dijo que "en Galicia en lo rural no se pagan impuestos", lo cual en su opinión "es falso y una falta de respeto". "Su conocimiento en impuestos es justito", ha afirmado.
Y le ha acusado de insultarle por citar la novela de Gabriel García Márquez El otoño del patriarca, cuyo protagonista es un dictador, algo que posteriormente Feijóo ha negado. “¿Usted se cree que por utilizar a García Márquez le he insultado? Usted es un presidente democrático que ganó unas elecciones. Un dictador manda sobre todo su pueblo y usted no lo es porque no manda ni siquiera en su Gobierno", se ha defendido, para después concluir: "Simplemente dije que es un mal presidente en sus últimos momentos. Eso no es insulto, es una crónica".
Antes, el líder 'popular' le ha reprochado que este lunes se hubiera reunido en La Moncloa con cinco ciudadanos de entre los 250.000 que han enviado cartas al presidente en estos años: “Mire, señor Sánchez, ayer fui a una feria agropecuaria en Salamanca. Atrévase a hablar con los ciudadanos sin un casting previo”, ha dicho, tras lo que el presidente del Gobierno le ha pedido que "lo retire". "Me llama inexperto, insolvente, que actúo de mala fe", ha respondido Feijóo, al tiempo que le ha reclamado "un poco de humildad". "He leído los currículums de algunos ministros y me ha llevado algunos segundos hacerlo. Y usted, antes de ser presidente, fue concejal de la oposición en Madrid... menuda experiencia”, ha subrayado en un tono irónico.
Compromiso de no poner en marcha "medidas dramáticas"
Siguiendo con el orden del día, el presidente del Gobierno ha utilizado su discurso inicial para mandar un mensaje de calma ante un posible corte del suministro de gas ruso este invierno: “No va a haber medidas dramáticas: ni apagones ni racionamiento de butano, ni ninguna de esas escenas apocalípticas que evocan en muchas ocasiones la bancada de la derecha y la ultraderecha junto con los medios de comunicación que jalean esas noticias y mensajes".
Sí ha confirmado que habrá nuevas medidas para ahorrar energía para poder alcanzar el compromiso del 7 % con Bruselas, que el Gobierno está estudiando y se presentarán en detalle "muy pronto", y se ha comprometido a que, si no son suficientes, "implementará medidas adicionales en algunas industrias que tratarán de compensar". "Lo que estamos haciendo es preparnos para lo peor", ha advertido, si bien ha insistido en que los ciudadanos pueden estar tranquilos: "Ayudaremos con todas las fuerzas del Estado".
El presidente del Gobierno también se ha referido a la inflación, que ha estimado que cerrará el año en el 8 % y se situará en el 3 % en 2023, tal como apuntan los principales organismos económicos. "La posición mas inteligente, la prudencia", ha advertido. Además, ha destacado las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para combatir el alza de los precios han supuesto para las arcas del Estado más de 30.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, dos puntos del PIB. "Somos el cuarto país de la UE que ha dedicado proporcionalmente más recursos para defender a la clase trabajadora", ha insistido.
Y se ha comprometido con los ciudadanos a que el Gobierno "va a adoptar todas las medidas para que se produzca un reparto justo de los costes de la guerra", poniendo fin a que algunas personas, "por muy poderosas que sean, muy estrechos que sean sus parentescos o muy ilustres que sean sus apellidos", conviertan "su capricho en ley". "Pero no, en España existe democracia y prevalece la volunta popular", ha reiterado.
Feijóo plantea descuentos en la factura en función del ahorro
Por su parte, Feijóo ha vuelto a reprochar al líder socialista que han hecho suyas algunas propuestas planteadas por los 'populares' hace unos meses como la bajada del IVA del gas del 21 al 5 %, que el Ejecutivo anunció la pasada semana, o la excepción para las instalaciones de cogeneración de las industrias con gran consumo de gas, anunciada este martes en el debate. "Pido bajar el IVA del gas, me dicen que es imposible, los ministros me insultan y ahora se baja (...) Me planteo si sus volantazos son frutos de la improvisación, de la falta de rumbo o de las encuestas", ha criticado.
Según el líder del PP, "la crisis energética es un tema muy serio" y le ha instado a "hablar con propiedad": "Usted no propone ahorro, ha planteado un racionamiento energético", en referencia al decreto ahorro energético, a lo que Sánchez posteriormente ha respondido: "Yo no he hablado de racionamiento, no se invente palabras, o cuestiones que usted desearía".
Así, Feijóo ha propuesto al Ejecutivo que, en lugar de obligaciones, sanciones y multas, premie con descuentos directos en el recibo energético a los consumidores, familias y pymes por su ahorro de energía. "Premie con descuentos directos los recibos a los consumidores, familias y pymes que ahorran un 3, un 5 o un 20 % la energía. No les incremente el recibo, bájeselo", ha insistido el líder 'popular' al Ejecutivo, al que ha señalado que pese a la excepción ibérica para el tope del gas, agosto ha sido el mes con el recibo de la luz "más caro".
En este punto, Sánchez le ha acusado de alinearse con los intereses de las grandes compañías eléctricas, al tratar de "boicotear" la negociación con la Comisión Europea para aprobar dicha medida. "Puede que actúe con insolvencia, con mala fe, pero lo que sí que queda claro es que usted no olvida quien le puso ahí: las grandes empresas energéticas y las grandes corporaciones", ha puntualizado. Y le ha pedido que "deje de hacer el ridículo" y de llamar "timo ibérico" a una medida que ha ahorrado 2.000 millones de euros a los hogares, las empresas y las industrias, en referencia a la excepción ibérica.
La respuesta de Feijóo no se ha hecho esperar: "Decir que a mí me han puesto las empresas es un insulto a la democracia española y a los militantes y simpatizantes del PP”, al tiempo que ha añadido: "No puedo decir que me sorprenda. No me va a encontrar ahí. Los españoles se merecen una política mucho mejor".
Críticas al Gobierno del resto de senadores
Una vez que ha concluido el cara a cara entre Sánchez y Feijóo, los portavoces del resto de grupos parlamentarios del Senado han contado cada uno con 15 minutos iniciales y, posteriormente, 5 de réplica para intervenir y fijar su posición. Todos han expresado sus críticas al Gobierno por unas medidas que, a su juicio, son "parches temporales" e "insuficientes", y han urgido al Ejecutivo a afrontar con miras a largo plazo el complejo contexto económico.
Los socios de coalición han reprochado a Sánchez que haya tendido la mano al PP para futuros acuerdos. En este sentido, Mirella Cortès, de ERC, le ha pedido "que deje de mirar a la derecha y mire un poco más a la izquierda" y "a la democracia". También desde EH-Bildu, Gorka Elejabarrieta le ha instado a que no defraude "a todos aquellos sectores progresistas que depositaron su confianza en esta legislatura". La senadora del PNV Estefanía Beltrán de Heredia ha criticado la hoja de ruta del Ejecutivo pues no ve "una planificación definida" frente a la crisis actual, mientras que desde Más Madrid han reclamado a Sánchez que "no compre el recetario de la derecha".
Más críticas a Sánchez ha condensado en su réplica el senador de Ciudadanos Miguel Sánchez López, quien ha criticado que tanto el PSOE como el PP están "unidos por la falta de propuestas". "España necesita y merece una alternativa y no una alternancia vacía de contenidos", ha dicho de ambos. Y, la senadora de Vox María José Rodríguez de Millán, quien se ha estrenado en la Cámara Alta, ha criticado que las medidas son "una cartilla de racionamiento energético, que traslada a los españoles la responsabilidad que su Gobierno es incapaz de asumir y que vamos a llevar al Constitucional".
Por su parte, la mayoría de los senadores de los grupos parlamentarios Mixto, Democrático, Nacionalista y de Izquierda Confederal han coincidido en reprochar a Sánchez que la gratuidad para los trenes de Cercanías como medida temporal de ahorro energético solo favorezca a los ciudadanos de algunas regiones. "Los retrasos y cancelaciones de siempre, pero ahora gratis", ha descrito Carles Mulet, de Compromís, algo que también ha criticado Coalición Canaria.
Tanto PSOE como PP celebran el resultado
Tras el debate, fuentes de Moncloa a RTVE han celebrado haber "desmontado a Feijóo". "No hay moderación y sí falta rigor", han insistido. También desde el PSOE se han visto como ganadores del debate, pues en su opinión ha quedado demostrado que "su única esperanza para resolver la obsesión por volver a gobernar es cabalgar a lomos del miedo y la tierra quemada". "Solo hay un proyecto de presente y futuro para España y ha vuelto a quedar patente hoy en el Senado", han recalcado.
Por su parte, los 'populares' han dicho sentirse "satisfechos", pues "Sánchez le ha dado protagonismo a Feijóo, intentándole debilitar, desmontarle y no lo ha conseguido". "Solo ha usado el insulto. Han sido 150 minutos contra 20 y salimos indemnes", han insistido fuentes del PP a RTVE. Mientras, otros grupos políticos han criticado que se haya monopolizado el debate en torno a Gobierno y PP.
En definitiva, ha sido un cara a cara más bronco de lo habitual, en el que Sánchez y Feijóo han confrontado con la mirada puesta en la carrera electoral en la que ya están inmersos, pese a que los primeros comicios en el horizonte no serán hasta la primavera y las elecciones generales, dentro de un año y medio.