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Lagarde contempla una recesión en la eurozona en 2023 si se corta el gas ruso

  • La presidenta del BCE ha indicado que no es el escenario actual y prevé un crecimiento del 0,9% en 2023 y del 1,9% en 2024
  • Sin embargo, si se produce un corte total de gas ruso, habría una contracción de la economía del 0,9% en 2023

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Lagarde contempla una recesión en la Eurozona en 2023 si se corta el gas ruso
Una bandera con el logo de la empresa estatal de gas de Rusia, Gazprom, en San Petersburgo.

El Banco Central Europeo (BCE) cree que la eurozona podría afrontar una recesión en 2023 si la situación energética empeora, incluyendo un corte total del suministro de gas ruso que no se compensará con combustible procedente de otros países.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este jueves, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, ha insistido en que el escenario base actual para la institución no contempla una recesión, sino un crecimiento del 0,9% en 2023 y del 1,9% en 2024.

Sin embargo, también se ha diseñado un escenario adverso en el que se produce un corte total del gas rusoque no sería compensado con gas de otros países y conllevaría restricciones en su consumo en los países de la zona euro. En este escenario, que "difiere de la situación actual" -ha insistido-, se daría un crecimiento de la economía de la eurozona del 2,9% este año, una contracción del 0,9% en 2023 y de nuevo un crecimiento del 1,9% en 2024.

Este jueves, el BCE ha subido los tipos de interés 0,75 puntos, el mayor incremento de su historia, para intentar contener la inflación.

El crecimiento se estancará

Con respecto a la previsión actual, sin tener en cuenta este escenario supuesto, el BCE ya apuntan a "una desaceleración sustancial del crecimiento de la zona del euro", que iría acompañada de "un estancamiento de la economía durante los últimos meses del año y en el primer trimestre de 2023".

Además, "los precios muy elevados de la energía están reduciendo el poder adquisitivo de la renta de los ciudadanos", ha indicado Lagarde. También ha mencionado que los cuellos de botella siguen limitando la actividad económica, pero están relajándose. Lo ha achacado a la guerra rusa en Ucrania que, según la presidenta del BCE, lastra la confianza empresarial y de los consumidores.

Por ello, los expertos del BCE han revisado al alza sus proyecciones de inflación y ahora esperan que se sitúe, en promedio, en el 8,1% en 2022 y en el 5,5% en 2023. Considera así que es probable que se mantenga por encima del objetivo del 2% por un periodo prolongado.