El castillo de Balmoral, el refugio de calma donde murió la reina Isabel II
- La familia real se ha reunido en las últimas horas en este castillo escocés para despedir a la reina
- Directo: Muere la reina Isabel II de Inglaterra a los 96 años
La reina Isabel II ha fallecido en su castillo favorito, Balmoral, una edificación ubicada en Aberdeenshire, Escocia. Sus allegados más cercanos se han congregado en las últimas horas en esta residencia en las altas tierras escocesas, donde ha permanecido bajo "supervisión médica" hasta su muerte a los 96 años.
La residencia oficial de la familia real británica en Escocia es el Palacio de Holyrood en Edimburgo. Sin embargo, Balmoral era el lugar que escogía la difunta reina para pasar el verano, su refugio para pasar sus vacaciones entre las suaves colinas y las tierras de cultivo atravesadas por profundos valles rodeados de montañas.
"Lo podemos llamar 'la casa de Balmoral”, por así decirlo, es del siglo XIX”, describe el coordinador general de The guides you need, Fernando Camacho. Según este guía turístico, la casa se convirtió en residencia real a mediados del siglo XIX cuando fue vendido a la reina Victoria I, tatarabuela de la actual monarca, y el príncipe Alberto de Coburgo decidieron pasar el verano en este palacio que cumplía con todas las acomodaciones que necesitaban.
Se construyó con granito de las canteras vecinas de Glen Gelder
El castillo original se consideró demasiado pequeño para las necesidades de la familia real y, bajo la supervisión del Príncipe Alberto, se diseñó un nuevo edificio. De hecho, la primera piedra para ampliar el palacio la puso la misma reina Victoria en 1853. El nuevo se construyó con granito de las canteras vecinas de Glen Gelder, que produjo una piedra casi blanca.
“Lo más esplendoroso a nivel artístico puede ser la biblioteca del estudio, algo que fue muy importante en las grandes casas europeas de la edad moderna como muestra de su magnificencia”, explica Camacho.
Pero el cariño por esta tierra y el descanso en las mismas es una costumbre que heredó de su madre la reina Isabel II y el duque de Edimburgo como su residencia privada para pasar los meses más calurosos del año. Ya en el siglo XIV, según historiadores, Roberto II de Escocia utilizó sus alrededores como punto de caza y más tarde William Drummond construyó un castillo privado.
Coronada tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, Isabel II de Inglaterra ha protagonizado el más dilatado reinado de la historia del país: en 2016 alcanzó y sobrepasó los 64 años de la 'era victoriana'.
Refugio durante la Segunda Guerra Mundial
“El edificio fue un emblema de la Scottish baronial architecture, una suerte de neogótico cuyo arquitecto más preponderante quizás sea William Burn”, asegura Camacho.
Originalmente, Escocia era un territorio de señores feudales, por lo que todos los palacios tenían origen de castillo para defender su territorio y de paso convertirse en su alojamiento. Fue refugio a principios de la II Guerra Mundial. Además, allí se congregró la familia real tras la muerte de Diana de Gales.
Pese a no ser la residencia oficial, el Ejército de la Corona sirve como guardia en Balmoral. Se ha mantenido siempre como una residencia privada y allí no se lleva a cabo ninguna actividad pública oficial. En primavera abre sus puertas al público hasta el 31 de julio, cuando ya lo ocupa la familia real.
Aunque sigue siendo, en gran parte, igual que en tiempos de la reina Victoria I, los sucesivos propietarios reales han seguido la iniciativa del príncipe Alberto de realizar mejoras en la propiedad.
La compra del palacio tras arduas averiguaciones
En el otoño de 1842, dos años y medio después de su matrimonio con el príncipe Alberto, la reina Victoria hizo su primera visita a Escocia. Se enamoraron de las imponentes montañas y brillantes lagos de Escocia. "Tras arduas averiguaciones compraron la finca el 17 de febrero de 1848 y el 8 de septiembre de 1848 llegaron a tomar posesión de una propiedad que nunca habían visto, pero a la que se habían comprometido por muchos años. No quedaron decepcionados y cuando regresaron al sur abrieron negociaciones para la compra de la tierra en la que se encontraba Balmoral", relata en la página oficial del palacio.
Una vez comprado el terreno decidieron reconstruir el edificio y ampliarlo para poder albergar a la familia real. El encargo se hizo a William Smith, arquitecto de la ciudad de Aberdeen.
La reina Victoria colocó la primera piedra del castillo de Balmoral el 28 de septiembre de 1853 y se puede encontrar al pie del muro adyacente a la cara oeste del porche de entrada. Antes de que se colocara la primera piedra, la reina firmó un pergamino que registraba la fecha. Este pergamino, junto con un ejemplo de cada una de las monedas actuales del reino, se colocó luego en una botella, insertada en una cavidad debajo del sitio preparado para la piedra.
El castillo se completó en 1856 y posteriormente se demolió el antiguo edificio. El viejo edificio se dejó una piedra que se encuentra en el jardín delantero, en un punto opuesto a la torre, a unos 100 metros del camino, como recuerdo de su pasado. Esta piedra marca la posición de la puerta de entrada al castillo demolido.