Carlos III es proclamado formalmente rey de Inglaterra: "Me esforzaré en seguir el ejemplo inspirador de mi madre"
- El Consejo de Ascensión certifica el fallecimiento de Isabel II y firma la proclamación del nuevo rey
- Directo: última hora sobre la muerte de la reina | Especial: Muere Isabel II
Carlos III de Inglaterra ha sido proclamado este sábado oficialmente nuevo rey en una ceremonia solemne que ha tenido lugar en el palacio de Saint James de Londres y en la que el monarca ha asegurado que se esforzará en seguir "el ejemplo inspirador" de su madre, Isabel II, fallecida el jueves a los 96 años en el castillo de Balmoral (Escocia) tras un reinado de más de 70 años, el más largo de la historia del Reino Unido.
El monarca, de 73 años, ha pronunciado estas palabras en un breve discurso tras ser proclamado oficialmente por parte del Consejo de Ascensión, en una sesión que se ha retransmitido por televisión por primera vez en la historia y que ha contado con la presencia de la reina consorte, Camilla, el heredero al trono, Guillermo, o la nueva primera ministra británica, Liz Truss, entre otras personalidades.
En la línea del mensaje televisado que pronunció el viernes, el primero como rey, Carlos III ha mostrado su pesar por el fallecimiento "de mi amada madre, la reina" y su "consuelo" por el "afecto y apoyo abrumadores" que han recibido él y sus hermanos tras las pérdida.
"Ejemplo de vida y de servicio"
"A todos nosotros como familia, a este reino y al resto de la familia de naciones de la que forma parte mi madre dio un ejemplo de vida y de servicio desinteresado", ha asegurado el monarca, quien ha añadido que el reinado de Isabel II fue "inigualable en su duración, su dedicación y su devoción".
Carlos, que ha afirmado ser "profundamente consciente" de que esa "gran herencia" recae ahora sobre sus hombros, ha asegurado que, "al asumir estas responsabilidades, me esforzaré por seguir el ejemplo inspirador que se me ha dado al defender el gobierno constitucional y procurar la paz, la concordia y la prosperidad" del Reino Unido y los territorios de la Commonwealth.
El soberano británico ha confirmado que mantendrá la tradición de devolver al erario público los ingresos procedentes de los activos de la Corona, que son usados después para subvencionar a la familia real en su actividad oficial, una cifra que en 2021-2022 está fijada en 98 millones de euros.
Además, ha anunciado que el día del funeral de Estado de Isabel II, el lunes 19 de septiembre, será declarado jornada festiva en el Reino Unido.
Carlos III también ha jurado garantizar la protección de la Iglesia de Escocia -como monarca británico, es cabeza de la Iglesia Anglicana- y ha autorizado a distribuir su declaración para que sea leída en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, así como en los países de la Commonwealth.
"Dios salve al rey"
La proclamación, que ha contado con el máximo respeto al protocolo y la tradición, ha comenzado sin la presencia del rey, en una primera parte en la que el Consejo de Ascensión -institución ceremonial que solo se convoca cuando hay un nuevo monarca y que no se reunía desde 1952, para la proclamación de Isabel II- ha declarado a Carlos Felipe Arturo Jorge como el nuevo rey Carlos III.
Los asistentes, entre los que se encontraban la primera ministra, Liz Truss, así como los anteriores jefes de Estado -John Major, Tony Blair, Gordon Brown, David Cameron, Theresa May y Boris Johnson- y otras figuras políticas y autoridades religiosas, han pronunciado la frase "Dios salve al rey".
La presidenta del Consejo, Penny Mordaunt, ha sido la encargada de leer la proclamación que, con un lenguaje formal y antiguo, ha constatado la muerte de Isabel II y el reconocimiento del flamante soberano.
"Los señores espirituales y temporales de este reino, y miembros de la Cámara de los Comunes junto con otros miembros del consejo privado de su difunta majestad y representantes de los reinos y territorios, concejales, ciudadanos de Londres y otros, con una sola voz y consentimiento de lengua y corazón publicamos y proclamamos que el príncipe Carlos Felipe Arturo Jorge se ha convertido ahora por la muerte de nuestra soberana de feliz recuerdo en nuestro único señor legítimo y feliz, Carlos III", recoge el texto.
Posteriormente, y tras una reunión a puerta cerrada con los miembros de su Consejo Privado, Carlos III ha hecho su declaración, tras la cual ha firmado un documento que certifica que ha realizado el juramento, en presencia de la reina consorte, Camilla, y el príncipe de Gales, Guillermo.
Fanfarria de trompetas y salvas de cañón
Al finalizar el acto, el Rey de Armas de la Jarretera, precedido de una fanfarria de trompetas, ha leído en público el texto de la "primera y principal Proclamación" desde el balcón del patio del Palacio de Saint James. La lectura ha estado acompañada de salvas de cañón y una interpretación del himno nacional, en el que a partir de ahora se sustituye el "Dios salve a la reina" por "Dios salve al rey", y posteriormente se ha llevado a cabo un desfle militar.
El Rey de Armas ha pedido al final "tres hurras por su majestad el rey", a lo que la Guardia Real ha respondido con 'hurras' y levantando sus gorras de piel de oso.
La proclamación ha sido leída posteriormente en el Royal Exchange, antigua institución financiera de la City de Londres, y este domingo habrá también proclamaciones en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Durante la jornada de este sábado, el nuevo monarca ha mantenido audiencias con varios líderes religiosos y políticos del país, como el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia Anglicana; de nuevo con la primera ministra, Liz Truss, y su gabinete y con los líderes de la oposición en el Parlamento, encabezados por el laborista Keir Starmer.
Además, la Cámara de los Comunes celebra en estos momentos una reunión para jurar lealtad al nuevo rey.
Carlos III se convirtió automáticamente en rey tras el fallecimiento de su madre, tras siete décadas en el trono, aunque la proclamación del Consejo de Adhesión, un acto puramente ceremonial, cumple con una antigua formalidad. La coronación se llevará a cabo en una fecha posterior, posiblemente dentro de unos meses.