Los restos mortales de Isabel II llegan a Edimburgo tras un viaje de seis horas desde Balmoral
- El funeral por la difunta reina se celebrará el 19 de septiembre en la Abadía de Westminster
- Directo: última hora sobre la muerte de la reina | Especial: Muere Isabel II
Los restos mortales de la reina Isabel II yacen este domingo en la sala de Trono de la residencia real de Holyroodhouse, en Edimburgo (Escocia), tras un viaje de seis horas desde el castillo de Balmoral, donde la soberana falleció el jueves a los 96 años.
Isabel II, que reinó durante más de 70 años, ha iniciado de este modo su "último viaje gran viaje" -como lo denominó el viernes su hijo, el rey Carlos III, en su discurso a la nación-, cuyo destino final será Londres, donde el próximo 19 de septiembre se celebrará su funeral de Estado. Sus restos descansarán definitivamente en una capilla del castillo de Windsor, junto a los de su padre, el rey Jorge VI.
El cortejo fúnebre ha partido esta mañana de Balmoral -en el noroeste de Escocia- y ha realizado un recorrido de unos 200 kilómetros para llegar a la capital escocesa, tras pasar por pueblos y localidades como Ballater, Aberdeen o Dundee.
Miles de personas han presenciado el paso de la comitiva, aplaudiendo y tomando fotografías del ataúd, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores, recogidas especialmente de los jardines de Balmoral.
"Su majestado nos dio su vida y su tiempo"
"Tenía que venir a Balmoral. Su Majestad nos dio su vida y su tiempo desinteresadamente. Rendirle homenaje de forma tradicional es una forma de agradecerle todo lo que ha hecho", ha asegurado a AFP un hombre vestido con un frac negro y sombrero de copa para la ocasión.
"Es como un miembro de la familia, la tristeza de que no vaya a estar con nosotros es abrumadora", ha señalado a Reuters una mujer de 69 años, que nació el mismo día en el que reina fue coronada en 1953.
"Hemos viajado bastante para venir aquí, pero sentimos que que era muy importante venir a rendirle homenaje a su paso por Ballater", ha indicado otra mujer, con lágrimas en los ojos.
Detrás del coche fúnebre iba la limusina real con la hija de Isabel II, la princesa Ana, y el marido de ésta, Tim Laurence, mientras que en Holyroodhouse estaban dos hijos varones de la soberana, los príncipes Andrés y Eduardo.
En la avenida Royal Mile, en el centro histórico de Edimburgo, que une el castillo de la ciudad con el palacio real, miles de ciudadanos se han apostado a ambos lados de las barreras montadas por la Policía para aplaudir en un ambiente de recogimiento.
Una vez dentro del imponente patio de Holyroodhouse, el féretro fue recibido por el Real Regimiento de Escocia, con sus faldas verde tartán, para llevarlo hasta la sala del Trono, donde permanecerá toda la noche hasta la tarde del lunes.
Después de que el ataúd entrase en el palacio, el Regimiento Real de Escocia y miembros de la Guardia Real desfilaron en silencio en el patio antes de abandonar el recinto.
El lunes, servicio religioso en St. Giles
El féretro con los restos mortales de la reina será trasladado este lunes hasta la cercana catedral de St. Giles. Así, el cortejo fúnebre partirá de la residencia real para avanzar en procesión por la avenida Royal Mile -que une Holyroodhouse con el castillo de Edimburgo- hasta St. Giles, donde habrá un servicio religioso al que asistirán miembros de la familia real, incluido el rey Carlos III.
El ataúd de la soberana permanecerá unas 24 horas en la catedral para que la población pueda rendirle tributo. El martes, los restos mortales serán llevados a la capital británica de cara al funeral de Estado del lunes 19 de septiembre, que se celebrará en la Abadía de Westminster, el mismo lugar donde se casó en 1947 con el ya fallecido Felipe de Edimburgo y donde fue coronada en 1953.
Aunque en un principio estaba previsto que el féretro fuera llevado en el tren real desde la estación de Waverley, en Edimburgo, hasta la estación de King's Cross, en Londres, lo hará en un avión oficial en el que viajará la princesa Ana.
Se espera que al funeral de Isabel II asistan dignatarios de todo el mundo, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente francés, Emmanuel Macron, o el primer ministro australiano, Anthony Albanese, así como numerosos miembros de la realeza.