Colas kilométricas y más de cuatro horas de espera para despedir a Isabel II en Escocia: "Ha sido hermoso"
- Miles de personas han visitado la capilla ardiente en la catedral de Saint Giles
- Directo: última hora sobre la muerte de la reina | Especial: Muere Isabel II
Tras la llegada del féretro de Isabel II este martes a la catedral de Saint Giles en Edimburgo, Escocia, miles de personas han hecho cola para despedir a la reina en la capilla ardiente que ha permanecido hasta esta tarde, cuando el ataúd ha comenzado su viaje hasta a Londres.
Una de las primeras en conseguir entrar en la capilla ardiente después de estar esperando durante más de siete horas fue la sanitaria Marie Claire Cross, para quien estar en la calle desde las 11:00 horas mereció la pena. "Ha sido hermoso, muy pacífico y tranquilo", contó a Reuters, "ha sido increíble estar con la reina en la catedral, la he admirado toda la vida".
El público comenzó a pasar ante el féretro de Isabel II sobre las 18:40 hora local (19:40 horas en España), pero muchos han debido hacer cola también por la noche.
La silenciosa vigilia de la familia real
Sobre las 19:45 (hora local), los hijos de la reina volvieron este martes a acudir a la catedral tras el servicio religioso realizado a primera hora de la tarde para realizar una silenciosa y sombría vigilia durante diez minutos, inclinando la cabeza de espalda al féretro.
Los cuatro hijos de la difunta monarca, el rey Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, ocuparon su lugar alrededor del ataúd, junto a los Arqueros de la Compañía Real.
Mientras, los ciudadanos pudieron continuar entrando en la catedral. "Fue un momento realmente surrealista", recuerda el británico Peter Cliff, de 66 años. "Cuando ves a miembros de la familia real allí en duelo, te llega de verdad el dolor".
Lágrimas y abrazos a la salida de la capilla ardiente
La muerte de la reina Isabel II el pasado jueves ha conmocionado a todo Reino Unido. Las lágrimas, los abrazos y la tristeza han acompañado la mayoría de las declaraciones de los ciudadanos durante los últimos días, pero, sobre todo, han estado presentes entre los que se han acercado a despedirla a la capilla ardiente.
A las puertas de la catedral de Saint Giles, el profesor de música jubilado Michael Hainsworth consolaba este martes a su esposa, que no podía dejar de llorar. "Ha sido muy emotivo", reconoció a Reuters. Su muerte, aseguró, ha sido un duro golpe para ellos.
"Es un momento que vivirá con nosotros para siempre", ha contado también esta mañana el británico Will Brehme, después de llegar tras un largo viaje en coche con su esposa y su hija de 20 meses. "Estábamos desesperados, queríamos venir y mostrarle nuestros respetos".
Según una encuesta de YouGov, el 44% de los encuestados afirma haber llorado o derramado una lágrima desde el fallecimiento de la reina más popular de Inglaterra.
El cuerpo de la reina ha permanecido en Edimburgo antes de ser trasladado a Londres. Allí, el miércoles comenzará el homenaje de cuerpo presente en el Palacio Westminster, que durará cuatro días antes de su funeral, el lunes 19 de septiembre.