Todo sobre la sequía de la cuenca del Guadalquivir: abastecimientos, zonas en alerta, pozos ilegales en Doñana...
- Más de cuatro millones de personas dependen de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir
- En Sevilla se garantiza el agua este año mientras que en Códoba realizarán tres obras de emergencia
- “Nosotros ahora mismo hemos estado regando con una borrasca tropical que se descolgó a primeros de marzo de 2018”
Andalucía es una zona geográfica y climática con suerte. Sin embargo, tiene el inconveniente de no poder asegurar las lluvias de manera constante y tener una distribución irregular tanto en tiempo como en espacio. Además, todo esto lo agrava el cambio climático.
Más de cuatro millones de personas dependen de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir. La sequía es, por tanto, un tema de preocupación general. La Crónica de Andalucía entrevistó a Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. La competencia de la Confederación es estatal. Más del 90% de su territorio es de Andalucía, pero también ocupan Murcia, Castilla La Mancha y Extremadura.
Problemas de abastecimiento y restricciones en el consumo
“La situación es mala”, dice el presidente sin emplear medias tintas. “La anterior campaña de regadío fue muy dura. Ya hubo algún problemilla con los abastecimientos, pero este año está siendo muy difícil y compleja”
La cuenta está a una quinta parte de su capacidad: Solamente 1.773 hectómetros cúbicos de 8.116 hectómetros cúbicos, es decir, un 21’46%. “Eso supone que gran parte de la cuenca está en estado de alerta o de emergencia”, cuenta.
“Ahora mismo no somos capaces de responder a las demandas que tenemos comprometidas. “
“Nosotros en la cuenca tenemos 895.000 hectáreas, que hay que atender; tenemos que asegurar el abastecimiento para casi cuatro millones de personas, que hay que atender; y tenemos un sector industrial, que consume poco, pero consume y hay que atender”, enumera Joaquín Páez. “El problema de la cuenca es un problema de escasez. Ahora mismo no somos capaces de responder a las demandas que tenemos comprometidas”.
El dos de noviembre de 2021 se declaró sequía extraordinaria, pero ya en el mes de julio la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se había reunido con los veintiún sistemas de abastecimiento de Andalucía. De hecho, las restricciones en el regadío se remontan a hace cuatro años. En el primero, hubo un 15% de reducción de la dotación; en el segundo, un 25%; en el tercero, un 50%; y en esta campaña de regadío más de un 70%.
De hecho, en algunos sitios puntuales se han intervenido para que no haya problemas de abastecimiento humano. En Córdoba, se han declarado tres obras de emergencia por parte del Gobierno de España. “También los responsables de abastecimiento, las diputaciones y los consorcios han actuado en el ámbito de sus competencias en resolver sobre todo municipios que se abastecen de agua subterránea o de turgencias manantiales porque con la sequía lógicamente han aminorado la cantidad de agua”, especifica.
En la zona norte de Córdoba, junto con otros sitios de la provincia, cuando se concluyan las obras, “tendrán garantía de un año o un año y medio. Lo que pasa es que tiene que llover”.
En el caso de la provincia de Sevilla, “más allá de temas puntuales que se están resolviendo, creo que este año está garantizada el agua”, confirma el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Finaliza el año hidrológico
“Hemos tenido el bimestre enero-febrero más seco de la historia desde que tenemos datos. “
Este año ha sido el más seco desde la sequía de 1995. La falta de lluvias unido al hecho de que es uno de los años más calurosos ha provocado que aparezca la evapotranspiración y la evaporación. “Lo preocupante no es la precipitación solo, sino la cantidad de agua que recogemos en nuestros embalses”, afirma Joaquín Páez recalcando que las aportaciones en embalses se han reducido en más de un 75%, es decir, las precipitaciones se han reducido de manera sustancial. “Hemos tenido el bimestre enero-febrero más seco de la historia desde que tenemos datos. Está siendo un año nefasto. Necesitamos mucha agua.”
Afortunadamente todas las confederaciones hidrográficas tienen una herramienta muy potente y muy pensada: el plan especial de sequía. “Cuando las cosas están difíciles esa herramienta es básica para ayudarte a actuar”, confiesa el presidente.
En el plan especial de sequía, se crean unos índices de referencia. Según ellos, las zonas se encontrarán en normalidad, prealerta, alerta o emergencia. De las veintitrés zonas, solamente hay una en normalidad, mientras que tres están en emergencia y trece en alerta. En cada una, según la categorización, se actúa de una manera.
“Nunca llueve a gusto de todos”
El término de gota fría se refiere a lluvias intensas en muy poco espacio de tiempo. Se produce cuando el mar se calienta y su evaporación se encuentra con unas circunstancias adecuadas en las capas altas de la atmósfera, provocando las precipitaciones. Durante este julio, que ha sido uno de los más calurosos de la historia, hubo algún episodio de este fenómeno en el mar Mediterráneo.
Ahora, se espera que la borrasca Danielle traiga las necesarias lluvias al sur de España. Sin embargo, asusta la intensidad del efecto atmosférico.
““e perdió gran cantidad de costas andaluzas, pero también llenó nuestros embalses. “
“Nosotros ahora mismo hemos estado regando con una borrasca tropical que se descolgó a primeros de marzo de 2018”, informa Joaquín Páez. “Ha sido la que llenó nuestros embalses y esta agua nos ha durado desde 2018”. En ese año también se alertó sobre las precipitaciones. “Se perdió gran cantidad de costas andaluzas, pero también llenó nuestros embalses. Nunca llueve a gusto de todos, pero lo que hace falta es que llueva”.
Medidas para el futuro
“Nosotros hicimos una reserva de veinticinco hectómetros cúbicos exclusivamente para octubre. “
“Nuestro compromiso con los regantes es máximo y saben que somos flexibles en cuanto a lo que se decide en abril-mayo”, explica el presidente Páez refiriéndose a la posibilidad de modificar las dotaciones en el caso de que haya recursos. “Nosotros hicimos una reserva de veinticinco hectómetros cúbicos exclusivamente para octubre. Si tenemos recursos suficientes, si se han cumplido con los compromisos que alcanzamos en mayo, seremos flexibles en la medida de nuestras posibilidades”.
Este año la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha aprobado un plan estratégico para lo que ocurra en la cuenca del Guadalquivir hasta el año 2027. “No ha habido ninguna discrepancia con el sector del regadío, es decir, ha sido un plan votado con altísima mayoría por todos los sectores”, nos cuenta. “Los regantes están comprometidos porque saben casi más que cualquier otra persona lo difícil que es gestionar una sequía. Son responsable en su inmensa mayoría”.
El plan destinará 197 millones de euros únicamente al entorno de Doñana para sustituir agua subterránea legal por agua superficial. “Vamos a conectar el río Guadiamar otra vez a la marisma porque la marisma de Doñana no depende de las extracciones, sino de la sequía y de las precipitaciones y del río Guadiamar”. Además, van a recrecer la presa del Agrio en Aznalcóllar para tener 8 hectómetros cúbicos.
“Si estuviésemos 50 envases más, estaríamos en la misma situación ahora mismo porque [....] si no hay precipitaciones, no hay aportaciones a esos embalses“
De los tres mil ochocientos millones de euros, la Confederación Hidráulica del Guadalquivir y el Gobierno de España van a invertir mil cuatrocientos millones de euros tanto en obras como en evitar pérdidas de las obras existentes. “Algunas están, por el uso y el tiempo que pasa, sufriendo pérdidas”, reconoce Joaquín Páez. “Tenemos que asegurarnos que no haya estas pérdidas. Cuando se dice ‘hay que hacer las obras hidráulicas’… Si estuviésemos 50 envases más, estaríamos en la misma situación ahora mismo porque tú puedes tener todos los envases del mundo, pero, si no hay precipitaciones, no hay aportaciones a esos embalses”.
Entre las medidas aprobadas en el Plan Hidrológico del Guadalquivir está la del incremento cero de nuevas hectáreas de regadíos. “Los regantes son conscientes de que hemos llegado a un cierto límite. Los representantes de los Órganos de Gobierno de la Confederación la han apoyado, pero esa medida está en nuestra cuenca desde el año 2005 porque la cuenca del Guadalquivir supone la cuarta parte del regadío de España”, explica Joaquín Páez. “Si contamos Andalucía entera tenemos la tercera parte de todo el regadío de España”.
“Puedes tener calificado el suelo como creas conveniente, pero otra cosa es que haya posibilidad jurídica [...] llegue el agua a esas hectáreas. “
El Partido Popular espera retomar la tramitación de la reordenación de los regadíos en la corona norte de Doñana, esa ley que permitiría según el texto presentado en la anterior legislatura regularizar 1.400 hectáreas de regadío. Joaquín Páez explica que denominarlo como suelo agrícola regable no significa que haya recursos para regarlo. “Las competencias de la Junta Andalucía son de ordenación del Territorio y de agricultura. Las competencias de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir son las de la gestión. La Junta Andalucía puede decir que el suelo agrícola regable va aumentar en aquella zona”, aclara. “Puedes tener calificado el suelo como creas conveniente, pero otra cosa es que haya posibilidad jurídica para que, desde el organismo que tiene la competencia de gestionar el agua en esa zona, llegue el agua a esas hectáreas”
El Parque Nacional de Doñana es una joya ambiental de Andalucía, de España y de Europa. Es patrimonio de la humanidad y, como tal, es uno de los espacios más protegidos del mundo. Es por ese motivo por el que Joaquín Páez opina que los cambios de ese tipo “deberían plantearse entre todas las administraciones implicadas: Comunidades autónomas, municipios, y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir” y que fueran los informes técnicos de la Junta de Andalucía y de la Confederación los que se analizaran para tomar decisiones.
“Hemos llegado al límite de lo que los recursos hídricos permiten. “
Según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la planificación estará basada en decisiones técnicas. “Mi opinión personal es que creo que hemos llegado al límite de lo que los recursos hídricos permiten y también de lo que los suelos permiten”.
Los pozos ilegales en el entorno de Doñana
La gestión del Parque Nacional de Doñana corresponde en su mayor parte a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. El presidente asocia que se haya secado las lagunas a la falta de precipitaciones. “En Doñana, hace 10 años que no hay un año húmedo. Todos los años consecutivamente han sido o secos o normales. Solo ha habido dos años con aportaciones promedio de esos últimos 10 años”, explica. “Esta última laguna ya se secó en el año 1983 cuando la presión de los cultivos no era tan grande”
En la actualidad, la presión de los cultivos en el acuífero es innegable. Es por ello por lo que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir continuará cerrando pozos, aunque el componente climatológico también influye en la sequía.
Los pozos ilegales influyen de manera determinante en los acuíferos detríticos. “Hemos empezado a cerrar este verano setenta y dos pozos”, cuenta el presidente. De los cuales, siete se cerraron de manera voluntaria por parte de los propietarios.
“Redundan negativamente en la trazabilidad ambiental de los productos“
Además de esas resoluciones, hay otros 467 pozos pendiente de absolución firme para cerrarlos. En total, son ya 220 pozos cerrados por ejecución forzosa. “Vamos a seguir inspeccionando porque estos pozos ilegales, aparte de que redundan negativamente en el estado del acuífero, también redundan negativamente en la trazabilidad ambiental de los productos que se consiguen con agricultura en Huelva”, reconoce.