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El Banco de España advierte de que extender el cálculo de la pensión a 35 años recortaría la prestación un 8,5 %

  • El supervisor señala que el "punto neutro" sería tomar en consideración los 29 años más favorables de la carrera
  • Se trata de una de las medidas de la segunda parte de la reforma de pensiones que se negocia con los agentes sociales

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Una pareja de ancianos camina por las calles de Madrid con el carro de la compra
Una pareja de ancianos camina por las calles de Madrid con el carro de la compra

El Banco de España ha calculado que extender el periodo de cómputo para la jubilación de 25 a 35 años supondría un recorte de la pensión inicial media del 8,2 %.

Así se establece en el documento ocasional sobre pensiones publicado este miércoles por la entidad, tan solo unos días después de que el Gobierno y los agentes sociales hayan retomado las negociaciones para abordar la segunda parte de la reforma de las pensiones, que tendría que estar lista antes de final de año.

En esta segunda 'pata' de la reforma se abordarán asuntos como la subida de las bases máximas de cotización del sistema y el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación. Precisamente sobre este asunto se pronunció el pasado lunes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien aseguró que "en ningún caso" se plantean llegar a los 35 años, aunque durante la elaboración del plan de recuperación a principios de 2021 circuló un borrador en este sentido.

Las pensiones ya han caído un 5 % tras ampliar el periodo a 25 años

Según el informe del Banco de España, la ampliación progresiva del período de cálculo desde 15 hasta 25 años (un año cada año desde 2013) ya ha supuesto una caída de la pensión inicial media del 5 %. Y la progresiva ampliación hasta los 35 años conllevaría un recorte de la pensión inicial media del 8,2 %.

Según subrayó Escrivá, lo que plantea el Pacto de Toledo es que "el sistema sea más equitativo", porque desde el punto de vista de las "nuevas carreras profesionales", aquellas carreras en las que los últimos 30 años "eran los mejores, ya no es así".

Así, simultanear la ampliación del período de cálculo a 35 años con el descarte de los años más desfavorables para determinar la base reguladora permitiría suavizar la caída de la pensión inicial media o incluso mejorarla. Mientras que la utilización de entre los 25 y los 28 años más favorables, dentro de los 35 previos a la jubilación, arrojaría una pensión inicial media mayor; y, si se computasen entre los 30 y los 34 años más favorables, la pensión inicial media sería menor.

El punto neutro: "considerar los 29 años más favorables"

El punto neutro, según el supervisor, estaría en tomar en consideración los 29 años más favorables, porque arrojaría una pensión media similar a la resultante de tomar en cuenta los 25 años anteriores a la jubilación. Sin embargo, un esquema que permitiese descartar solo los 12 peores meses de cotización entre los 35 años previos a la jubilación supondría una pensión media inicial un 6,5 % más baja.

En general, la posibilidad de descartar los años más desfavorables beneficiaría a los trabajadores afectados por lagunas de cotización o períodos de desempleo, así como a las pensiones por debajo de la media, de modo que la desigualdad en la cuantía de las nuevas prestaciones sería ligeramente inferior.