Las erupciones y ciclos solares no son las causantes de las olas de calor y el cambio climático
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Hemos visto un mensaje en redes que asegura que las olas de calor que hemos vivido este año y el cambio en el clima actual se debe a las erupciones solares. Es un bulo. Te explicamos cómo se relacionan los ciclos y las erupciones solares con el clima de la Tierra, por qué no son las causantes del cambio climático y cuáles son sus verdaderos responsables.
Una publicación en Telegram afirma: “No verás esto publicado en ningún medio de prensa oficial, porque esto SÍ es la razón de porque está cambiando seriamente al clima y ninguns legislación puede frenarlo” (sic). Añade que “es la tercera gran erupcion desde mayo, y todas han sido los responsables de las grandes olas de calor” (sic).
Ciclos y erupciones solares
Para entender el efecto del Sol sobre el clima de la Tierra, hay que acercarse primero al funcionamiento de los ciclos solares. La NASA explica en un artículo de su web que “los campos magnéticos del Sol se mueven” y añade que “aproximadamente cada 11 años todo el campo cambia”, hasta el punto de que ambos polos intercambian sus posiciones. Pasados otros 11 años, cambian de nuevo. Entre estas etapas hay variaciones en la irradiación solar, pero estos cambios a corto plazo “no son lo suficientemente fuertes como para tener influencia a largo plazo en el clima de la Tierra”, subraya la NASA. La agencia espacial estadounidense resume la cuestión en una sola frase: “No, el Sol puede influir en el clima de la Tierra, pero no es el responsable de la tendencia al calentamiento que hemos visto en las últimas décadas”.
La NOAA (Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de los EE.UU.) define las erupciones solares como “grandes explosiones de radiación electromagnética procedentes del Sol” que “viajan a la velocidad de la luz”. Asegura que, aunque las erupciones solares pueden llegar a “la atmósfera más externa de la Tierra con enormes cantidades de energía, la mayor parte de esa energía es reflejada de vuelta al espacio por el campo magnético de la Tierra”. Por lo que, al no llegar a “la superficie de nuestro planeta, no tiene una influencia medible en la temperatura” de la Tierra.
La actividad humana es la responsable del cambio climático
Mònica López, jefa de departamento de El Tiempo TVE, niega que las erupciones solares hayan provocado las olas de calor o incluso el cambio climático. Tal y como explica, tanto científicos como el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) “llevan muchos años estudiando la atmósfera de la Tierra” y han concluido que la temperatura del planeta “sube en función de los gases de efecto invernadero, no tiene nada que ver con la teoría solar”. Aunque reconoce que la actividad solar pueda tener algún efecto en la realidad atmosférica, “el porcentaje con el que incide en la temperatura del planeta no se parece en magnitud a lo que hacen los gases de efecto invernadero”.
“Es una cuestión de escalas”, explica López: “Estamos hablando de un cambio climático que se produce a escala humana y eso no había ocurrido nunca antes". El IPCC declara que “el consenso científico actual es que las variaciones a corto y largo plazo de la actividad solar sólo desempeñan un papel muy pequeño en el clima de la Tierra”. La cuestión se resume en que “el calentamiento provocado por el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero producidos por el hombre es en realidad mucho más fuerte que cualquier efecto debido a las variaciones recientes de la actividad solar”.
Si el Sol fuera el causante del cambio climático, ¿qué estaríamos observando?
La NASA explica que “la irradiación del Sol tiene su mayor efecto en la atmósfera superior [más externa] de la Tierra” y añade que la inferior, que está pegada a la superficie, “aísla a la Tierra del aumento de calor”. En consecuencia, dice la NASA, “si el Sol impulsara el calentamiento de la Tierra, cabría esperar que la atmósfera superior se calentara cada vez más”. Sin embargo, los estudios muestran justo lo contrario, un calentamiento en la atmósfera inferior y un enfriamiento en la superior. Por lo que concluyen que estos datos coinciden “mucho más con la huella de los cambios impulsados por el aumento del dióxido de carbono”.
Según la agencia espacial estadounidense, las sutiles alteraciones de la órbita terrestre sí han causado en un pasado lejano “las idas y venidas de las eras de hielo”, pero subraya que “el calentamiento que hemos observado en las últimas décadas es demasiado rápido para estar relacionado con los cambios en la órbita de la Tierra y demasiado grande para ser causado por la actividad solar”.