El uso del patiente eléctrico para ir al trabajo, más económico pero con inconvenientes: "Ni coches ni peatones te respetan"

• Un estudio denuncia que 18 personas han muerto en accidentes con patinetes eléctricos desde enero del año pasado
• El número de fallecidos en 2021 se duplicó respecto a 2020

Un estudio señala que desde enero de 2021 se han producido 400 accidentes con patinetes eléctricos

Con el encarecimiento de los carburantes, cada vez más gente se anima a ir al trabajo o su centro de estudios en patinete eléctrico. Para Sthepany Saavedra, su patinete eléctrico es su modo de transporte más habitual. "Tardo cinco minutos en un trayecto en caminando me lleva 25", cuenta a TVE.

"Es algo que no contamina, lo puedes meter en todos los sitios, no tienes que pagar parking o gasolina. Es un vehículo", añade.

Pero no todo son ventajas, también hay inconvenientes. "Los coches no te respetan y muchas veces son los peatones los que menos respetan porque nos ven pasar y les da igual. No tienen conciencia de que un patinete le pueda dar un golpe importante", asegura Sthepany.

Prácticamente en el último año el número de fallecidos se ha duplicado respecto a 2020. En 2020 fueron seis fallecidos, en 2021 la cifra ascendió a 13.

Nueva "Ley Ciclista"

Precisamente, este jueves ha entrado en vigor la que se conoce como "Ley Ciclista", que no solo afecta a los ciclistas. Desde ahora, todas las imprudencias al volante que acaben con la vida de una persona o provoquen heridas graves serán consideradas delito y serán juzgadas siempre.

Coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva normativa, se ha presentado un estudio en el que se denuncia que 18 personas han muerto en accidentes con patinetes eléctricos desde enero del año pasado hasta la actualidad en más de 400 accidentes de tráfico y se han producido 83 heridos graves.

"Todavía hay desconocimiento sobre en qué zonas podemos circular o cuáles no", asegura el experto en seguridad vial de la fundación Mapfre, Jorge Ortega.

Para evitar accidentes, algunas empresas que los alquilan ya incluyen una especie de "alcoholocks", tests que miden nuestra capacidad de reacción antes de iniciar el viaje para comprobar si hemos bebido. Si no lo pasamos, el patinete se bloquea y no se puede poner en marcha.

Mientras tanto, el patinete cada vez se hace más presente en la vida cotidiana de las personas y, parece, ha llegado para quedarse como un medio de transporte más.