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Joaquín Sabina: "He pasado de la adolescencia a la vejez sin pasar por la madurez"

  • Fernando León de Aranoa presenta Sintiéndolo mucho, documental sobre la última década del músico

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Sabina reaparece en el documental 'Sintiéndolo mucho', presentado en el Festival de San Sebastián

Si Bob Dylan concediese 20 entrevistas al año, su halo de misterio probablemente se habría desvanecido para siempre. La mitificación de algunos artistas está muchas veces relacionada por lo esquivo de su biografía. Es, en parte, el caso de Joaquín Sabina, con algo de reclusión mediática en este siglo que mucho tiene que ver con cierto parón creativo reconocido: su vida se ha vuelto más doméstica y, en parte, más feliz. “No es que me gusté el conflicto y el desamor, es que sin conflicto y desamor no se pueden hacer canciones”, resume en rueda de prensa durante el Festival de San Sebastián.

Sintiéndolo mucho es el ambivalente título con el que Fernando León de Aranoa ha bautizado su documental sobre el cantante y músico. Una propuesta el propio Sabina que -aunque se considera un “pudoroso”- de alguna manera ha dejado en manos amigas su autorretrato más ambicioso.

“Somos amigos de larga bata. Tengo confianza en él y, además, es el mejor. Tenía las llaves para, resumiendo, pillarme cagando”, dice Sabina. “No es un documental a mayor gloria, sino un trozo de vida de un cantante. Y eso lo agradece la gente que lo ha visto. He triunfado en el microsurco, ahora quiero triunfar en el celuloide”, bromea con su risa contagiosa con la que acaba casi todas las frases.

La amistad con León de Aranoa viene de largo, aunque el cineasta no era una de esas cientos de personas que -se dice- tenían llaves de la casa de Sabina en los años 90. Trece años ha estado siguiendo el director a su amigo, aunque en el documental se muestran sobre todo un puñado de días: un viaje a Rota para componer; un concierto en Aguascalientes en 2010 (México), cuando su amigo Jose Tomás sufre una grave cogida horas antes con Sabina como testigo en el tendido; otro viaje a Úbeda, tierra natal con relación de amor-odio para el músico; un concierto el Las Ventas, su templo preferido; y también el día de su caída en el Winzik Center.

Joaquin Sabina, en la presentación de  'Sintiéndolo mucho'. ANDER GILLENEA / AFP

Sabina tendrá nuevo disco y gira

Como en una gira de rock, Sabina y Fernando León han venido en furgoneta desde Madrid a San Sebastián. También Leiva, que compone la banda sonora del documental. Hay ganas de más: Sabina prepara nuevo disco y una gira que incluye también su querida América.

“Venia de tres años sin subirme al escenario (su reaparición se produjo en los últimos Premios Goya) y, de hecho, la primera canción que hemos escrito Leiva y yo sale al final de la película. Fernando nos ofreció una maravillosa manera de salir de tanta tristeza”.

Sintiéndolo mucho no es un documental al uso y renuncia a entrevistas a terceros e imágenes de archivo. Inevitablemente, al centrarse en la última década retrata cierta decadencia. “También a mí me parece que los mejores discos de Dylan son los primeros”, dice Sabina en el documental.

 Fernando León de Aranoa, Joaquín Sabina y Leiva. 

Fernando León de Aranoa, Joaquín Sabina y Leiva. EFE/ Juan Herrero.

A León de Aranoa le interesa sobre todo el proceso de composición de Sabina. En el viaje a Rota, junto a Benjamín Prado, desgrana en parte su técnica, reconociendo su influencia de José Alfredo o el consumo de alcohol y drogas: “La poesía no tolera la cursilería, pero a las canciones sí les viene bien un poco”.

A veces aparece el Sabina nostálgico: "El sexo, las drogas y el rock'n'roll duraron hasta los 50 años, no está mal". O como ha dicho en rueda de prensa: "He pasado de la adolescencia a la vejez sin pasar por la madurez".

El documental permite asistir a los nervios extremos con los que vive las horas previas al concierto. Malhumurado y vomitando hasta que la energía del escenario le lanza a la euforia. "El artista de cualquier arte debe tomarse muy en serio lo que hace, pero no a sí mismo. El fin de cualquier aventura artística es la solemnidad. De eso hemos huido como de la peste".