Unas 1.500 personas piden en Madrid un cambio en el modelo de residencias
- Piden más personal, la mejora de la alimentación o una prevalencia de la gestión pública sobre la privada
- La marcha ha sido convocada por la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias
Unas 1.500 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid, se han manifestado este sábado en la capital para exigir un cambio “real” en el modelo de residencias que incluya, entre otras reivindicaciones, el aumento de personal, la mejora de la alimentación o una prevalencia de la gestión pública sobre la privada.
En la marcha, convocada por la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias, se han escuchado consignas como “más personal, menos negocio”, “no a la privatización”, “sí a los cuidados de los mayores, no a los negocios de los inversores” y se han visto lemas en pancartas como “residencias para vivir, no cementerios” o “cuidados de calidad”.
“Sí a los cuidados de los mayores, no a los negocios de los inversores“
La música ha estado muy presente a lo largo de la protesta, con canciones de los artistas Joan Manuel Serrat o Miguel Ríos y su Blues de la tercera edad, dos personalidades que, previamente, habían mostrado su apoyo a las reivindicaciones por una alternativa al modelo de residencias actual.
De hecho, Serrat ha hecho llegar a los promotores de la manifestación un poema que dice así: “Tras una larga vida de trabajo, después de haberse dejado la piel en el camino, un buen día descubrimos en el espejo a un viejo que, abatido y resignado, nos contempla. Uno se hace viejo poco a poco, pero es de repente que se parece a ese viejo que llegó para quedarse y el mundo se nos vuelve más y más hostil y cada día es más difícil y cada día más oscuro”.
Reclaman "justicia" para las víctimas de las residencias durante la pandemia
En la movilización también se ha exigido “verdad, justicia y dignidad” para las víctimas de las residencias de mayores durante la pandemia de coronavirus, una situación por la que los impulsores han pedido dimisiones en la Comunidad de Madrid, Barcelona, Castilla La Mancha o Castilla y León.
María José Carcelén, de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias, ha dicho a Efe que es necesario voltear la situación en este tipo de centros, en tanto que “no hay el personal que se necesita, hay muy pocas habitaciones individuales y tampoco hay inspecciones independientes” para garantizar que la atención ofrecida “es la correcta”.
Carcelén ha criticado que, en ocasiones, la alimentación “es penosa”, y ha pedido el fin de las “macroresidencias”, mientras que ha abogado por el fomento de la “gestión pública” en este tipo de centros y la instauración de “consejos de familiares y usuarios” para mejorar la experiencia de los residentes.
“Si no resuelve el tema del personal, si no se establecen planes de gestión y construcción de residencias públicas, si no se eliminan las macroresidencias, si no hay consejos de familiares, no hay un cambio de modelo”, ha zanjado.
“Faltan limpiadoras, personal de lavandería”, dice una auxiliar de enfermería
La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, ha señalado que a una sociedad se la mide por cómo se cuida a sus mayores, a los más vulnerables o a los pequeños, y en el caso de Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, "es incapaz de empatizar con nadie que no sea ella misma".
Ayuso, ha dicho García, ha sido capaz de "abandonar a los mayores dos veces", primero durante la pandemia, al "no dejarles" acudir a los hospitales cuando habían contraído la COVID-19, y ahora al "no ser capaces de cuestionarse el modelo de residencias" pese a las denuncias de los usuarios que viven en ellas o de sus familias, algo "inasumible" para una región como Madrid.
Vanessa, una auxiliar de enfermería de una residencia gestionada por Macrosad, la misma empresa que se ha visto inmersa en una polémica por las declaraciones de un usuario de la residencia Moscatelares de San Sebastián de los Reyes acerca de las condiciones que se viven allí, ha coincidido en señalar que es importante “aumentar el personal” y el “material” sociosanitario. “Faltan limpiadoras, personal de lavandería, de cocina”, ha enumerado.