Los ocho nietos de Isabel II velan su féretro en Westminster
- Guillermo y Enrique, vestidos con uniforme militar, encabezaron al resto de sus primos
- Directo: última hora sobre la muerte de la reina | Especial: muere Isabel II
Los ocho nietos de la reina Isabel II, encabezados por el príncipe heredero, Guillermo, y su hermano, Enrique, han velado este sábado durante unos minutos los restos mortales de su abuela en la capilla ardiente instalada en el Palacio de Westminster.
Guillermo y Enrique, vestidos con uniforme militar, encabezaron al resto de sus primos, todos ellos de luto riguroso, mientras los ciudadanos seguían entrando a la sala de Westminster Hall, el edificio más antiguo del complejo parlamentario. Junto a los dos hijos del rey Carlos III, han participado en la ceremonia Peter Phillips y Zara Tindall, hijos de la princesa Ana; Beatriz y Eugenia, hijas del príncipe Andrés; y Luisa y Jacobo Windsor, hijos del príncipe Eduardo, quien ha presenciado el acto como espectador.
Phillips, el mayor de los nietos, tiene 44 años, frente a los 14 de Jacobo, vizconde de Severn. En la tarde del viernes, sus padres, los cuatro hijos de Isabel II, participaron en una ceremonia idéntica en torno al féretro de la monarca. Se trata de la primera vez en la historia que los nietos de un soberano llevan a cabo la conocida como Vigilia de los Príncipes.
Una de las mayores interrogantes estaba en saber si Enrique llevaría uniforme militar, ya que en las ceremonias por Isabel II no lo ha portado al no ser miembro de la realeza con tareas oficiales, pese a haber pasado diez años en el Ejército y haber participado en operaciones en Afganistán. Finalmente, a petición de su padre el rey, Enrique ha lucido en la vigilia el uniforme militar, como su hermano Guillermo.
Carlos III y el principe Guillermo visitan la multitudinaria fila para ver el féretro
Previamente, el rey Carlos III y el príncipe Guillermo de Gales, han acudido a dos puntos de Londres para saludar y departir con miles de personas que aguardan su turno desde hace horas en la kilométrica cola para dar el último adiós a la reina Isabel II.
Tanto el monarca de 73 años, como el heredero al trono, de 40, conversaron pausadamente y dieron la mano a numerosas personas que guardaban fila en la ribera sur del río Támesis. "Gracias por aguardar tanto tiempo en la cola. Es increíble", ha expresado Guillermo a uno de los grupos con los que se paró a charlar. "Ya están más allá de medio camino, casi han llegado, muchísimas gracias", ha agregado.
Las autoridades han advertido a primera hora de este sábado que el trayecto desde el parque de Southwark, donde empieza la fila, hasta el palacio de Westminster, donde yace el cuerpo de Isabel II, se podía alargar hasta 24 horas, si bien el seguimiento en vivo que hace el Ministerio de Asuntos Digitales y Cultura calculaba al mediodía un tiempo de espera de 14 horas.
Se estima que cuando la capilla ardiente cierre sus puertas el lunes por la mañana, antes del funeral de Estado por la que ha sido soberana británica durante siete décadas, habrán pasado frente al féretro cerca de 400.000 personas.
Durante la noche del viernes al sábado, cuando las temperaturas han bajado hasta los 7 grados centígrados, los servicios sanitarios atendieron a 275 personas entre las miles que hacían cola a la intemperie, de las cuales 39 fueron trasladadas a un hospital. Carlos III ha visitado a policías, bomberos y personal sanitario del distrito londinense de Lambeth, por el que transcurre parte de la cola, para agradecerles su labor.