Los Globos de Oro vuelven a la televisión salpicados por la polémica
- El 80 aniversario de los premios se celebrará un martes, con fecha 10 de enero, en vez de un tradicional domingo
- En 2022 la gala no fue emitida por un boicot organizado por firmas de publicidad
Los Globos de Oro volverán a emitirse por televisión el 10 de enero de 2023, ha confirmado la cadena NBC y la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), sumida desde el año pasado en una grave crisis de reputación.
"Reconocemos el compromiso de la HFPA por el cambio y estamos deseando dar la bienvenida a los Globos de Oro en la NBC para celebrar su 80º aniversario", anunció en un comunicado la presidenta de la división de entretenimiento de la NBC, Frances Berwick.
Sin embargo, la letra pequeña del contrato indica que la emisora y la organización solo han alcanzado un acuerdo por un año que deberá renegociarse si ambas partes quedan satisfechas con el regreso de la ceremonia que tradicionalmente daba inicio a la carrera por el Óscar.
La elección del 10 enero, un martes, en lugar del tradicional domingo, se da porque la NBC ya tenía reservado el domingo anterior para la liga de fútbol americano NFL. Además, el siguiente domingo, con fecha 15 de enero, se entregan los Critics Choice Awards, unos galardones que emite el canal The CW y hasta ahora habían permanecido en segundo plano, pero que comenzaron a ganar fama tras la caída de los Globos de Oro.
La NBC, propietaria de los derechos de los Globos de Oro desde 1996, decidió no emitir la gala de 2022 después de que un centenar de firmas de publicidad a ambos lados del Atlántico anunciaran un boicot al que se sumaron pesos pesados de Hollywood como los estudios Warner Bros, Netflix y Amazon Studios.
Varios escándalos de dudosa ética
El declive de los premios llegó cuando se intensificaron las denuncias contra la HFPA por prácticas de dudosa ética entre sus miembros, como nominar a ciertas producciones a cambio de viajes y regalos o impedir el trabajo a otros periodistas de fuera de la organización.
La gota que colmó el vaso fue que, en pleno año de concienciación sobre el racismo en Estados Unidos, la asociación no tenía ninguna persona negra en sus filas, que superaban los 70 integrantes. Tras la polémica, la HFPA incluyó a una veintena de nuevos miembros y se comprometió a una serie de reformas, que por el momento solo se han cristalizado en el traspaso de su marca a una empresa privada.
Este verano, la mayoría de sus miembros optó por transferir la gestión de todo lo referente a los galardones a Eldridge Industries LLC, una entidad controlada por el empresario Todd Boehly, quien ejerce de consejero delegado (CEO) interino de la HFPA desde el año pasado.
Hasta entonces, la asociación operaba como una entidad sin ánimo de lucro que tenía un contrato por el que la NBC pagaba 60 millones de dólares al año para producir la gala.
Sin embargo, el cambio de titularidad no ha quedado exento de polémica, ya que el nuevo propietario de los Globos de Oro estaría en conflicto de intereses al ser productor de ficciones como Ozark y The Great y contar con participaciones en The Hollywood Reporter, medio de referencia en la industria audiovisual.