David Cronenberg: "Los artistas son en esencia criminales"
- El inclasificable director canadiense recibe el segundo Premio Donostia de esta edición del festival
- Presenta Crímenes del futuro, en la que Viggo Mortensen interpreta a un artista que opera su propio cuerpo
No son muchos, pero algunos cineastas tienen una primera vocación de novelista. Es el caso de David Cronenberg, que aunque publicó una novela en 2014 (Consumidos), ha desarrollado una fascinante filmografía célebre por su ciencia ficción perturbadora y por la violencia. "Soy un novelista raptado por el cine", afirma. También una isla de la historia del séptimo arte que hoy recibe el Premio Donostia en San Sebastián.
El canadiense presenta además Crimenes del futuro, su nueva película que ya pasó por Cannes, en la que Viggo Mortensen interpreta a un célebre artista que sufre del un 'síndrome de evolución acelerada': su cuerpo no deja de generar nuevos órganos jamás vistos, mutaciones internas que son extraídas en operaciones grabadas como performances por sus pareja artista-cirujana (Léa Seydoux).
Crímenes del futuro es una nueva colaboración, la cuarta, con Viggo Mortensen. “Estamos enamorados el uno del otro. Tengo una excelente relación con la mayoría de los actores, pero con él tengo una verdadera amistad. Es un excelentísimo actor que puede estar en cualquier tipo de película”.
Hacer cine siendo canadiense era luchar contra la escasa tradición cinematográfica del país. ”El cine parecía una cosa de EE.UU o Europa, pero el movimiento underground de Nueva York en los años 60 me enseñó que se podía ser rodar con pocos medios".
Se ha labrado una independencia a prueba de todo, logrando presupuestos y repartos envidiables para una obra tan absolutamente personal. “No vivo en Hollyeood así que nadie le importa. Resulta que he escrito y dirigido películas que han sido comerciales. Había público para películas así de terror y ciencia ficción”.
¿Le gusta incomodar al público? ¿Ha sido un vector de su carrera? “No es tanto eso como incomodarme a mi mismo e invitar al público a que se apunte. No pienso como Hitchcock, que decía que trataba de manipular al espectador y aterrorizarle. Lo que yo hago es como un viaje creativo en el que me exploro a mí mismo a ver si por el camino revelo alguna verdad”.
A Cronenberg le gusta asomarse a los abismos humanos. ¿Es un pesimista? ¿Le preocupa la autodestrucción del cambio climático? “Es un problema serio y no sabemos si lo podemos arreglar o nos hemos pasado. Hemos ideo demasiado lejos, pero no tengo respuesta. No soy optimista”.
Ni profeta ni maestro
Freudiano en muchos aspectos (filmó Un método peligroso, sobre la relación de Freud y Jung) analiza que crimen y arte están relacionados. “Los artistas son, en esencia, criminales. Según Freud, la civilización ha oprimido ciertos instintos como asesinar o violar. Lo que interesa como artista es explorar cosas ocultas, esas partes inconscientes, destructivas y primitivas. La atracción por el cine siempre ha sido en cierto modo lo prohibido”.
Desliga cualquier intención profética, e incluso política, de sus obras de ciencia ficción “Mi trabajo no es predecir el futuro ni sugerir maneras en las que podamos mejorar. A la gente le gusta decir que Videodrome anticipaba internet y la televisión interactiva, pero solo creo que como artista tienes antenas muy sensibles y, accidentalmente, a veces predices el futuro. No intento alertar, solo muestro cosas perturbadoras”.
¿Le ha valido esa experiencia para dar algún consejo a jóvenes realizadores? “Es difícil, porque empecé hace 50 años y todo era diferente. Tienes que ser fuerte, aceptar tus limitaciones. Tengo consejos técnicos, pero no consejos filosóficos sobre la vida. Mi consejo es que si puedes hacer otra cosa la vida en lugar de este trabajo, mejor".
Julia Docournau, ganadora de la Palma de Oro el año pasado con Titane, reivindicó la influencia de Cronenberg en su cine. ¿Se considera un maestro? “Es muy dulce y satisfactorio, pero no es la razón por la que hago cine. Julia siempre me ha apoyado y yo la he apoyado a ella. Hay realizadores que no con coetáneos en edad, pero sí en cuanto la intensidad y estilo de su cine”.