España y Marruecos acuerdan la "normalización" del tráfico comercial durante el mes de enero

• Burita ha confirmado la intención de Marruecos de cumplir con lo acordado entre el presidente del Gobierno y el Mohamed VI
• El ministro Albares ha avanzado que la cumbre bilateral será previsiblemente en noviembre

Imagen de la frontera de Ceuta desde el lado marroquí del Tarajal

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Naser Burita, han acordado este miércoles que las aduanas terrestres abran "a lo largo del mes de enero" de manera "ordenada y gradual".

Así lo han anunciado ambos tras el encuentro que han mantenido en Nueva York en los márgenes de la Asamblea General de la ONU. "Hemos acordado trabajar para que el inicio del paso de mercancías de manera ordenada y gradual a través de los puestos aduaneros terrestres tenga lugar a lo largo del mes de enero", ha señalado Albares, si bien ninguno de los dos ministros ha mencionado por su nombre a Melilla, donde ya existía una previa, y Ceuta, reclamadas históricamente por Marruecos.

Por su parte, Burita ha confirmado la intención de Marruecos de cumplir con lo acordado en la declaración del 7 de abril suscrita por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI, en el que se preveía la apertura de las aduanas.

Preguntado específicamente sobre si se ha acordado la apertura de las aduanas en Ceuta y Melilla, Burita ha esquivado la respuesta y se ha limitado a decir que ambos países trabajan juntos "por el retorno a la normalidad de forma eficaz, coordinada y rápida del paso de personas y mercancías por vía terrestre y marítima".

Así, ha confiado en que los "dispositivos" necesarios estén en marcha "desde el principio de año en el marco de una cooperación franca entre dos socios y amigos".

Esperan que la cumbre alto nivel se celebre en noviembre

El encuentro ha servido a ambos para "diseñar los próximos pasos" en el marco de la nueva etapa en la relación que inauguró la visita de Sánchez a Rabat el pasado abril y para reafirmar la voluntad de que una reunión de alto nivel tenga lugar, como se fijó en la declaración conjunta, antes de finales de año. Según Albares, el objetivo que se han fijado es que sea en noviembre, a ser posible.

La cumbre, que iba a celebrarse en diciembre de 2020 pero se aplazó por la pandemia y por la crisis en relación con la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, "será una nueva oportunidad para hacer balance y seguir avanzando juntos y reafirmando la amistad hispanomarroquí".

Aparte de esta cuestión, Albares se ha felicitado por el curso de las relaciones con Marruecos y ha puesto dos ejemplos: las exportaciones españolas en el curso de 2022 han crecido un 30% con respecto al mismo periodo del año pasado, hasta totalizar 6.000 millones de dólares, y la entrada de migrantes irregulares se redujo en un 20% en España en los pasados cuatro meses en relación con el verano anterior.

Aun así, los dos ministros han acordado reforzar la cooperación en la lucha contra el tráfico de personas, "en particular en la fachada atlántica", ha dicho Albares, en referencia a la amplia cornisa atlántica que incluye también las costas del Sáhara Occidental controlado por Marruecos y desde donde se produce la entrada en las islas Canarias.

Descarta reunirse con su homólogo argelino

En palabras posteriores a esta reunión, Albares se ha referido también a la situación con Argelia, con quien España tiene las relaciones congeladas, y ha descartado reunirse con su homólogo argelino -como lo hizo el año pasado- aprovechando la coincidencia de ambos en Nueva YOrk para participar en la Asamblea General de la ONU.

Solo ha dicho que España espera de Argelia "una relación basada en la amistad, el respeto mutuo y la no injerencia", pero ha insistido en que esa relación debe ser igual que con cualquier vecino: "No queremos con Argelia nada distinto de lo que tenemos con otros vecinos".