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Guerra en Ucrania

Los mapas de la guerra en Ucrania: de la fallida operación 'relámpago' a la movilización de reservistas rusos

  • La contraofensiva ucraniana en Járkov ha supuesto un duro revés para los planes militares de Putin
  • El presidente ruso ha anunciado la movilización parcial de 300.000 reservistas para tratar de recuperar el terreno perdido

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Rusia ha perdido buena parte del terreno ganado en su ofensiva por el Donbás
Rusia ha perdido buena parte del terreno ganado en su ofensiva por el Donbás

La contraofensiva relámpago que ha permitido a Ucrania recuperar prácticamente toda la región de Járkov y avanzar hacia Lugansk está detrás de la decisión del presidente ruso, Vládimir Putin, de decretar la movilización parcial de 300.000 reservistas. El éxito del contraataque, que ha permitido a Ucrania tener la iniciativa de la guerra, según los analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra, ha supuesto un punto de inflexión que ha exacerbado las críticas internas dentro del propio régimen de Moscú. Rusia ha pasado así del fracaso de su operación relámpago a una movilización que lleva implícita el reconocimiento de una guerra que hasta ahora Putin no había querido admitir ante la población rusa.

El contraataque ucraniano en Járkov, que comenzó a principios de septiembre, permitió hace una semana retomar el control de Kupiansk -un importante nodo logístico ferroviario que Moscú estaba usando para abastecer a sus tropas en el frente del este- y de Izium -la ciudad desde la que estaba intentando avanzar para controlar todo el Donbás- empujando a las tropas rusas hasta la orilla oriental del río Oskil.


La escasez de personal militar sobre el terreno ha sido una constante en los más de 200 días de guerra, desde que Rusia decidió invadir Ucrania el pasado 24 de febrero, hasta el punto de que este verano Moscú comenzó a reclutar batallones de voluntarios mientras que el Grupo Wagner estaba alistando convictos a cambio de su puesta en libertad. Sin embargo, la retirada desordenada de las tropas rusas en Járkov, dejando incluso abandonado material militar, ha empujado a Putin a cambiar de estrategia ante la contestación interna: tanto de los que le pedían una movilización general como de aquellos que pedían su dimisión por "alta traición" por meter al país en una guerra.

Ucrania recupera 60.000 kilómetros cuadrados desde el inicio de la guerra

Según los cálculos del Instituto para el Estudio de la Guerra, Ucrania ha recuperado 60.000 kilómetros cuadrados desde que empezó la invasión. De ellos, 9.000 han sido reconquistados desde el pasado 29 de agosto, la mayoría en la región de Járkov. Al principio de la guerra, Rusia consiguió avanzar hasta las puertas de Kiev, pero acabó retirándose ante el primer gran contraataque de Ucrania.


Actualmente, Rusia controla el 15% del territorio de Ucrania: todo Lugansk (o prácticamente todo porque las tropas ucranianas ya han conseguido recuperar un pequeño pueblo de esta región a tan solo 10 kilómetros de Lysychansk) y el 60% de Donetsk, en el este; y parte de Zaporiyia y Jerson, en el sur informa Reuters. Actualmente, Ucrania lidera ofensivas en Járkov, Lugansk y Jerson y Rusia solo está consiguiendo lanzar operaciones ofensivas, aunque sin grandes avances, en Donetsk. En DatosRTVE repasamos cuáles han sido los éxitos y fracasos de Rusia desde que empezó la invasión:


Rápida toma de Jersón pero error de cálculo en Kiev

En los primeros días de la guerra, Rusia tomó el control de Jersón -la tercera ciudad más importante del país- y llegó hasta las puertas de la capital, Kiev, con la idea de que el Gobierno de Volodímir Zelenski se rindiera rápidamente. Las tropas de Moscú conquistaron Irpín y Bucha, en el oeste, y Brovary, al este, pero no lograron completar el asedio. Una contraofensiva ucraniana les obligó a retirarse de las inmediaciones de la capital y, seguidamente, de Chernígov y Sumy.


La contraofensiva de Kiev supuso el gran primer revés para los planes de Rusia, pero aquella derrota es diferente a la infligida ahora en Járkov, según un análisis reciente realizado por el Instituto para el Estudio de la Guerra. El think tank estadounidense destaca que, en Kiev, fue Putin el que decidió retirarse cuando vio que no lograría su objetivo. Ello le permitió mantener la iniciativa y fijar el siguiente objetivo: hacerse con el control del Donbás, al este del país. En Járkov, según el ISW, Ucrania ha "forzado" directamente a las tropas rusas a "huir de los ataques que no podía parar". Ahora es Ucrania quien "tiene la iniciativa".

El control de Lugansk: victorias rusas en Mariúpol y Severodonestk

La toma de la región de Lugansk, que Rusia controla completamente desde mediados de julio, ha tenido dos batallas clave que ha ganado Rusia: la de la ciudad portuaria de Mariúpol y la de la toma de las ciudades gemelas de Severodonetsk y Lysychansk. Mariúpol, clave para el control del Mar de Azov, sufrió el asedio ruso durante más de tres meses. Los últimos combatientes ucranianos se refugiaron en la acería de Azovstal, convertida en símbolo de la resistencia y bombardeada hasta la rendición total.


Severodonestk y Lysychansk sufrieron también feroces bombardeos hasta ser tomadas completamente por Rusia a finales de junio principios de julio. Con la caída de estas dos ciudades, Moscú dio por controlada la región de Lugansk.

Claves en Járkov: armamento occidental y anuncio 'trampa' sobre Jersón

Desde mediados de julio, apenas se habían producido cambios en el frente. Rusia seguía intentando avanzar en la región separatista prorrusa de Donetsk sin mucho éxito hasta que Ucrania anuncia a finales de agosto que va a llevar a cabo una gran contraofensiva en Jersón.

Este movimiento hace que Rusia desplace tropas desde el este pero también desde Járkov dejando este flanco desprotegido. De esta manera, señala el ISW, logra "confundir a los rusos sobre sus intenciones en Járkov". El think tank estadounidense, sin embargo, destaca otro aspecto clave: el armamento occidental que está recibiendo Kiev. Principalmente, los sistemas de artillería móviles HIMARS, que Ucrania ha usado para atacar las líneas de comunicación terrestres rusas.

La contraofensiva en Jersón, sin embargo, no solo fue un engaño o señuelo. Las tropas de Zelenski intentan avanzar también en este punto del país y empeorar aún más las perspectivas de Rusia que, siete meses después, no solo sigue sin completar sus objetivos, sino que ha tenido que decretar la movilización de 300.000 reservistas, en una estrategia que Occidente ha tachado de "desesperada" y signo de "debilidad".