Hallan 76 tumbas de niños sacrificados por la cultura chimú en Perú de más de 400 años
- En el sitio arqueológico de Pampa La Cruz ya suman 302 fosas de niños sacrificados encontradas
- Se hicieron para "consagrar y abrir los campos de cultivo que los chimús habilitaron alrededor", explican los arqueólogos
Un equipo arqueológico peruano ha hallado 76 nuevas tumbas de niños sacrificados en un yacimiento en la provincia de Trujillo, en la costa norte de Perú, perteneciente a la cultura chimú, que desarrolló un imperio entre los siglos IX y XV, han informado este miércoles fuentes oficiales.
El hallazgo se ha dado en el sitio arqueológico de Pampa La Cruz, donde ya suman 302 las tumbas de niños sacrificados encontradas, y todas cumplen el patrón de que los cuerpos están orientados con los pies al este y la cabeza hacia el oeste, dándole la espalda al mar.
Además, con este hallazgo se han constatado seis eventos sacrificiales de niños durante más de 450 años, puesto que datan de entre 1050 y 1500 d.c., asociados a momentos importantes en el inicio, desarrollo y consolidación de la sociedad chimú.
Esta cultura se desarrolló en las costas del norte de Perú entre los años 1000 y 1470, su capital fue Chan Chan, y fue uno de los imperios más prósperos y poderosos de la América Precolombina.
"Consagrar y abrir los campos de cultivo"
El director del programa de investigación arqueológica, Gabriel Prieto Burméster, ha afirmado a la agencia oficial Andina que parte de los sacrificios se realizaron en zonas agrícolas, por lo que cabe entender que se hicieron para "consagrar y abrir los campos de cultivo que los chimús habilitaron alrededor de esa época".
También ha destacado la importancia de uno de los eventos de sacrificio recién descubierto, fechado aproximadamente entre 1200 y 1300, y que marca el momento en que los chimús se extienden militarmente y territorialmente hacia el norte.
"En este evento se encuentran los niños con trajes y tocados con plumas. Además, por las deformaciones craneales, quizás esos menores estarían viniendo de Lambayeque y del valle de Jequetepeque o Chicama. Es probable que un par de ellos hayan sido traídos desde Casma (en la región Áncash)", ha señalado.
El sacrificio de menores como estructura de la religión
El arqueólogo ha detallado que gracias al yacimiento de Pampa La Cruz se ha podido saber que los sacrificios humanos, sobre todo de niños, fueron "una parte estructural dentro de la religión de los chimús para celebrar y glorificar a su estado", y que los seis eventos documentados son prueba de ello.
Prieto ha relatado que existen varias posibilidades de por qué los chimús eligieron este lugar para sus sacrificios, y que una de ellas sería que sus antecesores, los moches, realizaron este tipo de rituales en el mismo punto.
"Los entierros moches obedecen a personas de entre 40 y 45 años de edad, posiblemente guerreros, que murieron con el rostro destrozado de un mazazo, ya había una tradición en ese sentido en la zona", ha explicado a Andina.