Italia se entrega al experimento Meloni
- La ultraderecha de Hermanos de Italia tiene muchas probabilidades de alzarse con la victoria en las elecciones de este domingo
- Han estado siempre aceptados e integrados en el paisaje político del país, donde se les considera conservadores patrióticos
Italia, considerada a menudo el laboratorio político de Europa, se prepara para entregarse a su enésimo experimento. Probó con un empresario metido a político, con una plataforma anticasta y con una extrema derecha demagógica. Ahora, para proyectarse hacia el futuro, el país se dispone a viajar al pasado. Los italianos podrían dar la victoria este domingo a la ultraderecha y acabar alumbrando el gobierno más a la derecha de la historia de la República Italiana, un ejecutivo conducido, probablemente, por Giorgia Meloni.
Quien es Giorgia Meloni
Giorgia Meloni, de 44 años, es la líder y fundadora de Hermanos de Italia, el partido que lleva meses liderando las encuestas. Según las más recientes, de hace ya dos semanas, ganaría las elecciones sumando uno de cada cuatro votos, un éxito notable para un partido joven, de apenas 10 años de vida, que viene de un apoyo de solo el 4 por ciento.
Muchos de sus dirigentes, incluida la propia Meloni, se formaron en el Frente de la Juventud, las juventudes del Movimiento Social Italiano (MSI), el partido neo-fascista nacido durante la posguerra mundial. Cuando el MSI mutó para convertirse en Alianza Nacional, una Meloni de sólo 19 años declaraba a una televisión francesa lo que pensaba de Mussolini, "un buen político", aseguraba. "Todo lo que hizo, lo hizo por Italia, en los últimos 50 años no he visto políticos como él", añadía.
Aún hoy en día no son raros los casos de cuadros del partido pillados alabando en público al Duce o haciendo el saludo fascista, y Hermanos de Italia conserva en su logo el símbolo neofascista de la "llama tricolor", pero incluso politólogos de prestigio como Giovanni Orsina, director de la Escuela de Governanza de la universidad LUISS, evitan etiquetar a Hermanos de Italia como neofascistas o de ultraderecha.
"Definir a Hermanos de Italia como neofascista es un error", asegura Orsina. "Sus raíces están en el neo-fascismo, pero desde un punto de vista ideológico habría que definir a Hermanos de Italia como un partido nacional conservador y, ya desde un punto de vista histórico, como post-fascista. Que en su interior hay nostálgicos es evidente, pero en el electorado son una minoría".
Ultraderechistas en el exterior, conservadores en casa
No sorprende que Marco Marsilio coincida con Orsina. Como gobernador de la región de Abruzzo, Marsilio, de 54 años, es uno de los más altos cargos públicos de Hermanos de Italia. "Somos un partido de derechas conservador, patriótico, constitucional y republicano", nos decía Marsilio. La mención al patriotismo no es banal, la formación fue bautizada como Hermanos de Italia porque así comienza la letra del himno nacional. Un partido en boca de todos, en sentido casi literal.
Marsilio conoce a Meloni desde que coincidieron en el Frente de la Juventud, y desde entonces han seguido siempre juntos. "Siempre hemos hecho política en el ámbito de la Constitución y la legitimidad", insiste el presidente de Abruzzo. Dice que le enerva leer como la prensa extranjera les llama "partido de extrema derecha" o "la ultraderecha".
En Italia, en cambio, Hermanos de Italia son sólo un partido más. Meloni y su partido han sido siempre aceptados y han estado integrados en el paisaje político del país. Italia es un país que nunca rindió cuentas con el fascismo como pasó en Alemania con el nazismo y, a diferencia de Alternativa por Alemania, de Le Pen en Francia y de Vox -el referente español de Hermanos de Italia-, nunca ha existido un cordón sanitario contra Giorgia Meloni y los suyos.
Es más, desde la socialdemocracia, Enrico Letta ha dado un trato exquisito a Giorgia Meloni. Ha acudido Letta a jornadas políticas organizadas por los ultraderechistas, ha evitado afear a Meloni sus vínculos con el fascismo en debates electorales y sólo en el tramo final de la campaña ha elevado el tono para alertar de los riesgos de una victoria de Hermanos de Italia.
Qué esperar del gobierno Meloni
En materia económica, los expertos no esperan aventuras del gobierno Meloni por dos motivos: el peso de una deuda pública ingente, de alrededor del 150 por ciento del PIB, un lastre que hace al país tremendamente dependiente del Banco Central Europeo; y el miedo a perder los multimillonarios fondos europeos anti-Covid si Italia se sale del carril marcado por Bruselas.
"Creo que los riesgos [de un gobierno Meloni] para Italia y Europa son pequeños porque el margen de movimiento del nuevo gobierno será estrecho. Meloni es una persona responsable y lo entenderá", dice Giovanni Orsina.
“Orsina: "El margen de movimiento del nuevo gobierno será estrecho"“
En política exterior, Meloni ha prometido mantener el apoyo italiano a Ucrania y a las sanciones contra Rusia, aunque con Salvini y Berlusconi en el gobierno nunca se pueden descartar vaivenes.
Con márgenes de maniobra muy reducidos en la economía o la política exterior, el nuevo ejecutivo podría optar por restringir derechos sociales: el aborto, el acceso a la ciudadanía, los migrantes sin papeles o los derechos de los homosexuales. "Los avances que esperábamos sobre los derechos de la comunidad LGBT probablemente no se darán", augura el profesor de Ciencias Políticas de la LUISS Lorenzo De Sio. Hace unos meses la Derecha ya hizo embarrancar en el parlamento un proyecto de ley contra la homofobia.
"Cabrá esperarse algo sobre la inmigración", añade el politólogo, con Matteo Salvini prometiendo volver a cerrar los puertos a los barcos de salvamento de las ONG y Meloni proponiendo centros de recepción para inmigrantes sin papeles, pero en el extranjero.
Sobre el aborto, "no sabemos qué sucederá, porque las bases del partido no son conservadoras sobre esta cuestión, concluye De Sio". Meloni insiste en que no tocará la ley, pero Italia es ya un país en el que siete de cada diez ginecólogos se niegan a practicar interrupciones del embarazo por motivos de conciencia. Y las regiones gobernadas por Hermanos de Italia, Abruzzo y Las Marcas, tienen tasas de aborto por debajo de la media italiana.
Ya políticamente, si la ultraderecha aprovechara la victoria electoral para tratar de subvertir el sistema democrático italiano, aún tendría que lidiar con un hombre llamado Sergio Mattarella. En 2018, el presidente de la República se movió por mucho menos, vetando como ministro de Economía al economista anti-euro Paolo Savona. Concluye un Orsina enigmático, "queda mucho por jugar de aquí al gobierno Meloni, y ni siquiera sé si un eventual gobierno de la Derecha estará presidido por Giorgia Meloni. Hay muchos parámetros en juego y no olvidemos que, en Italia, al primer ministro le designa el presidente de la República".