Llega la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19: ¿quiénes deben ponérsela?
- A partir de este 26 de septiembre, comenzará a administrarse de manera simultánea en todas las comunidades autónomas
- Mayores de 80 años, personas que se encuentran en residencias y personal sociosanitario serán los primeros en recibirla
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A partir de este 26 de septiembre, comenzará a administrarse de manera simultánea en todas las comunidades autónomas españolas la segunda dosis de refuerzo de la vacuna COVID. Los mayores de 80 años y personas que se encuentran en residencias serán los primeros en recibirla, además del personal sociosanitario y aquella población que aún no ha completado la pauta vacunal. Una vez cubiertos estos grupos, se espera que los siguientes en recibirla sean los mayores de 60 años.
La vacunación contra el coronavirus con una cuarta dosis es ya una recomendación clara para las personas más vulnerables a la COVID-19 grave. Sin embargo, en este comienzo de otoño en el que se espera un aumento de la circulación del virus por la inevitable vida en interiores, aún existen muchas dudas entre la población. Respondemos a las principales preguntas que puede suscitar esta cuestión:
¿Cuándo empieza la campaña de la cuarta dosis?
El 26 de septiembre comienza la campaña de vacunación con las cuartas dosis, de la que se encargarán las comunidades autónomas. Sus técnicos, junto con los del Ministerio de Sanidad en la Comisión de Salud Pública, han fijado que las residencias y los mayores de 80 años sean los primeros en recibir los pinchazos “atendiendo el criterio de mayor vulnerabilidad”. Tras ellos, seguirán los adultos mayores de 60 años y personas más jóvenes con condiciones de riesgo.
Se recomienda acompasar la inmunización de la COVID-19 con la de la gripe "siempre que haya disponibilidad de ambas vacunas". De hecho, pueden recibirse conjuntamente a otras, como la del neumococo.
En Europa, por su parte, apremian a que sea cuanto antes. “El beneficio en términos de protección inducida por la vacuna contra la hospitalización en la población de más de 60 años disminuye cuanto más se retrase la fecha de inicio del segundo refuerzo”, ha valorado el ECDC.
¿Quién debe vacunarse con la cuarta dosis?
En España, la segunda dosis de refuerzo está recomendada para todos los mayores de 60 años, otras personas vulnerables por sus patologías o su situación (como vivir en residencias geriátricas), así como para el personal de hospitales, centros de salud, emergencias y residencias, según la Comisión de Salud Pública en línea con las directrices de Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) de la Unión Europea.
No obstante, hasta ahora, solo las personas con inmunodepresión ya las han estado recibiendo a los cinco meses de su última inyección para suplir un sistema inmunitario más débil.
Al margen de estos grupos, más vulnerables, la cuarta dosis no está indicada para el resto de la población. Sin embargo, en algunos países del mundo como Estados Unidos ya se habla de rebajar la edad recomendada a los 50 años, en base a los resultados de los estudios de gravedad de la enfermedad. "Cuando se miran los números, la frontera se acerca más a los 50 años. En Europa se sigue hablando de los 65 años, pero a efectos de gravedad, realmente es a partir de los 50 años cuando se ven diferencias claras", explica a RTVE.es Matilde Cañelles, inmunóloga del CSIC.
¿Con qué vacunas?
Las nuevas vacunas ya están adaptadas a la variante ómicron del coronavirus y servirán para reforzar la protección de las algo más de 12,4 millones de personas en España que tienen más de 60 años, de acuerdo con los datos del Gobierno. Sin embargo, no existen cifras oficiales o estimadas de cuántas personas se consideran inmunodeprimidas y pueden optar también a esos fármacos.
En la actualidad, la Unión Europea únicamente ha autorizado el uso de las vacunas “binarias o bivariantes” de Pfizer y Moderna. Estas se denominan así precisamente porque engloban dos versiones del SARS-CoV-2, la original de Wuhan y también ómicron. Sin embargo, funcionan de la misma manera que las vacunas originales de ARNm, preparando el cuerpo para defenderse contra la COVID-19, pero no evitando por completo el riesgo de infección. La enfermedad, eso sí, será más leve entre la población inmunizada.
Así, de momento, Pfizer y Moderna seguirán copando las compras de los países de la Unión Europea, aunque se podrían incorporarse nuevos fármacos. El laboratorio español Hipra confía en recibir el aval de la EMA este otoño para su vacuna, probada precisamente como refuerzo de Pfizer en los ensayos clínicos.
¿Es importante recibir la dosis de refuerzo?
Ante esta pregunta, los especialistas consultados por RTVE.es lo tienen muy claro: cuanta más gente se vacune con la nueva dosis, mejor. "Se ha estudiado y se ha visto que el nuevo refuerzo genera bastantes anticuerpos", explica Matilde Cañelles, aunque matiza que "lo que también se ha comprobado es que el efecto de las sucesivas dosis es cada vez menos fuerte, en cuanto a la cantidad de anticuerpos que se generan".
En esta misma línea, Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la OMS, opina que "es importantísimo vacunar lo antes posible a las personas mayores de 60 años y a las personas que viven en residencias geriátricas, a los inmunodeprimidos y al personal sanitario", lo que a su entender "implica un esfuerzo importante de vacunación".
El hecho de que las nuevas dosis ya contengan la información de ómicron es, para ellos, el principal punto fuerte de la nueva vacuna. "Ómicron difiere muchísimo de la variante original, así que merece la pena ponerse la vacuna actualizada, porque te va a proteger mucho más contra cualquiera de las variantes de ómicron que ya hay y contra las que están apareciendo, porque todas las nuevas están siendo de ómicron", dice Matilde Cañelles.
Por su parte, López Acuña cree que "las vacunas actualizadas nos dan mejor inmunidad contra las nuevas variantes de ómicron, es decir, van a ser más eficaces que la formulación inicial", aunque eso "no quiere decir que la formulación inicial deje de tener utilidad".
¿Habrá vacunas suficientes?
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que España espera recibir en el próximo cuatrimestre 44 millones de vacunas contra la COVID-19 adaptadas a ómicron -16 millones llegarán este mes de septiembre-, para cubrir la campaña de vacunación.
España registra una de las mayores tasas de vacunación frente a la COVID-19, con más de más de 95 millones de vacunas administradas, un 92,8% de la población mayor de 12 años con pauta completa y más de 26 millones de personas con dosis de refuerzo.
¿Deben vacunarse las personas más jóvenes?
De momento, las autoridades sanitarias no estiman que sea necesario. Aunque la situación epidemiológica del otoño será la que determine si se cambia esta recomendación. "De no aparecer una variante que escape mucho a la respuesta inmunitaria, algo que no es descartable, creo que las personas menores de 50 años están bastante protegidas. Lo pueden pasar con síntomas un poco fuertes, pero ya no estamos donde estábamos antes", asegura Matilde Cañelles.
Daniel López Acuña apunta a la necesidad de vacunar a otro grupo, independientemente de su edad: aquellas personas que no han completado la pauta vacunal. "Lamentablemente, en España tenemos quince millones de personas que no se pusieron la tercera dosis, y tenemos un déficit en la cobertura de vacunación de la tercera dosis. Es muy importante que se pongan esta nueva vacuna como tercera dosis", declara. Sobre las personas menores de 60 años que sí que han recibido la tercera dosis, considera que es importante valorar "cuándo lo hicieron", porque si ya han pasado más de seis meses, él apuesta por la administración de la cuarta dosis, "aunque esa no es todavía la posición oficial y es mi punto de vista como epidemiólogo".
¿Cuál será la próxima generación de vacunas COVID?
Aún tardarán en llegar. Entre las esperadas vacunas nasales, que aspiran a eliminar el virus en las mucosas de la nariz y la boca, evitando así el contagio y en gran medida la transmisión de la enfermedad, todavía hay pocas evidencias de su eficacia en humanos, como reconocía la revista Nature. Numerosos proyectos en todo el mundo tratan de encontrar la clave -entre ellos, el de Luis Enjuanes en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC-, pero solo China ha aprobado uno de ellos como refuerzo, el de CanSino Biologics. En Estados Unidos hay varios proyectos de vacuna nasal en fase avanzada de ensayo clínico.
"Obviamente, merece la pena ponerse la cuarta dosis de las actuales vacunas, pero ya se está hablando de que realmente lo que necesitamos es entrar en una nueva etapa y buscar vacunas que no dependan de las variantes del virus. O bien una vacuna que valiera para todos los coronavirus -pancoronavirus-, o bien las vacunas nasales, que evitan el contagio. En EE.UU. hay muchas ya en camino, que en ratones han dado resultados muy prometedores, y esperamos que lleguen lo más pronto posible", manifiesta Matilde Cañelles al respecto.
¿Puede ser perjudicial la nueva dosis?
Las vacunas COVID se han caracterizado hasta ahora por un perfil muy alto de seguridad, y la nueva dosis de refuerzo debería continuar con esta línea. "No hay evidencia de que una cuarta dosis produzca efectos secundarios negativos", asegura Daniel López Acuña, quien recalca que siempre va a producir "más beneficio que efectos secundarios", aunque también reconoce que "puede haber efectos secundarios, como en todo medicamento, pero es muy importante señalar la importancia del beneficio y la protección que podemos obtener".
Este epidemiólogo apunta a la importancia de la nueva dosis para evitar los efectos del COVID persistente, algo de lo que sí que existe evidencia científica. "La cuarta dosis reduce la severidad y la letalidad del virus, y por otro lado favorece una disminución del riesgo de COVID persistente", explica, destacando que "casi el 10% de las personas que tuvieron COVID presentan alguna sintomatología de COVID persistente.
Matilde Cañelles, inmunóloga del CSIC, también es clara en este punto: "Ponerse sucesivas dosis no provoca ningún efecto perjudicial en el sistema inmune. Como mucho, lo que puede pasar es que cada vez genere menos anticuerpos".