El mapa electoral de la Italia fracturada: la extrema derecha arrasa en el norte y el M5S resiste en el sur

• La coalición de derechas gana en todo el país, con Hermanos de Italia como el más votado en 16 de las 28 circunscripciones
• En un contexto de gran polarización, solo en dos regiones gana una opción claramente europeísta, el Partido Democrático

Los resultados electorales dibujan una Italia más dividida y desencantada.

       

Cámara de Diputados - Resultados

237 84 52 21 4

Mayoría 201 escaños

Senado - Resultados

112 42 28 9 1

Mayoría 101 escaños

• Coalición Centroderecha
• Coalición Centroizquierda
• Movimiento 5 Estrellas
• Tercer Polo
• Otros

Los resultados de las elecciones celebradas este domingo en Italia dibujan un país fracturado, desencantado con los partidos tradicionales y cada vez más alejado de la Unión Europea. Con una abstención récord, los posfascistas de Hermanos de Italia, los grandes vencedores de los comicios, han arrasado en el norte y el centro, desplazando no sólo a la derecha tradicional de Forza Italia, la formación de Silvio Berlusconi, sino también a la Liga de Matteo Salvini, mientras la antipolítica populista del Movimiento Cinco Estrellas se mantiene como primera fuerza en las regiones del sur.

En el centro, tanto político como geográfico, apenas dos regiones han resistido el embate y han apoyado mayoritariamente una opción claramente europeísta: aunque por muy poco, el Partido Democrático, socialdemócrata, ha sido el más votado en Toscana, su principal feudo histórico, y en Emilia-Romagna. Si se obvia el triunfo autonomista en Trentino - Alto Adige, donde ha ganado el partido tirolés, el resto del mapa electoral es azul posfascista o amarillo grillino.

Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia, el primer verso del himno nacional) y su líder, Georgia Meloni, logran multiplicar por seis el apoyo recibido en 2018, al pasar del 4,35% al 26%. Su empuje impulsa a toda la coalición de derechas -a pesar de los discretos resultados de la Liga y de Forza Italia, ambos por debajo del 9% a nivel nacional-, que supera en todas las regiones del país a la coalición de izquierdas -que incluye a varios partidos menores, como los verdes y los europeístas de la excomisaria Emma Bonino en torno al Partido Democrático-.

Meloni relega a Salvini

El crecimiento de los posfascistas se nutre, en buena medida, de la concentración del voto de derechas en torno a Georgia Meloni y tiene como contrapartida el hundimiento de Matteo Salvini. Mientras Hermanos de Italia vence en 16 de las 28 circunscripciones y no baja del 13% en ninguna de ellas, la Liga, que en 2018 fue segunda fuerza y se impuso en siete -todas ellas en el norte y entre las más ricas de Italia-, ahora se ve relegada a cuarta fuerza, casi igualada a Forza Italia, cuando Berlusconi partía mucho más atrás en las encuestas.

Lo peor, en cualquier caso, es su desplome en los que eran sus feudos tradicionales, aquilatados cuando se presentaba como una formación autonomista, bajo el nombre de Liga Norte. Ahora, es la tercera fuerza el Véneto, el Piamonte o la Lombardía, hasta el punto que en Lombardía 1, la circunscripción que incluye Milán, donde nació y dio el salto a la política Salvini, ha caído hasta el cuarto puesto.

A la luz de estos resultados, parece inevitable que el presidente de la República, Sergio Matarella, encargue a Meloni -la primera mujer en recibir ese encargo- la formación de un gobierno que, según aseguran los tres líderes de la coalición de derechas, aspira a una estabilidad hasta ahora inédita en la historia moderna de Italia. Para apuntalarlo contarán con una amplia mayoría parlamentaria: a falta de completar el escrutinio, la proyección de escaños de la televisión pública italiana, la RAI, les otorga entre 232 y 252 escaños en la Cámara de Diputados, donde la mayoría está fijada en 201; y entre 114 y 126 en el Senado, donde se sitúa en 101.

El Movimiento Cinco Estrellas se hace fuerte en el sur

Al otro lado del espectro político se situarán el Partido Democrático y el Movimiento Cinco Estrellas, segunda y tercera fuerza respectivamente, con el 19% y el 15,6% de los votos. Con todo, mientras en el PD la sensación es de fracaso -su líder, Enrico Letta, se negó a pactar con los grillinos y ya ha anunciado su dimisión al frente del partido-, el M5S paladea algo parecido a un triunfo.

Pese a haber perdido la mitad de sus apoyos respecto a 2018, cuando ganó las elecciones, la formación que ahora lidera el exprimer ministro Giuseppe Conte ha consolidado su dominio en la mitad sur del país, con más del 25% de los votos en Calabria, Puglia, Sicilia o Campania. En total, ha ganado en ocho circunscripciones y en Campania 1, la de Nápoles, consigue más del 40% de los votos, un resultado sin parangón en el resto del país.

El Movimiento Cinco Estrellas recoge así, paradójicamente, buena parte del voto del desencanto que, en anteriores comicios, constituía en el sur el principal caladero del neofascismo, ahora predominante en el norte. No es que la extrema derecha haya desaparecido, ni mucho menos -en Puglia o en Campania 2, los alrededores de Nápoles, Hermanos de Italia recibe más del 20% de los votos-, pero la correlación de fuerzas se sigue moviendo en la Italia del hastío y descontento perpetuo.