Carmen Mola vuelve a las librerías con 'Las madres', cuarta entrega de la inspectora Elena Blanco
- En esta ocasión, Blanco se enfrenta a una mafia que trafica con vientres de alquiler.
- La inspectora también tiene que lidiar con la corrupción policial, en un Madrid de ricos y pobres
Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez, escondidos desde 2018 bajo el pseudónimo de Carmen Mola, se dieron a conocer en 2021, al ganar el premio Planeta con "La Bestia". Para entonces, ya habían sido premiados también con más de medio millón de lectores, y llevaban bastante avanzada la trama de “Las madres”.
Su nueva novela que comienza golpeando al lector con un crimen horrendo. En una furgoneta robada encuentran el cadáver de un hombre joven al que han arrancado en vida sus órganos internos, para introducir en el hueco un feto muerto, con los genes del hombre asesinado. Este crimen llevará a Elena Blanco y a sus hombres a una granja clandestina de vientres de alquiler y a una red de trata, en la que están implicados otro grupo de policías, que se llaman a sí mismos La Sección.
Mafia de vientres de alquiler y corrupción policial
Una trama que le sirve a Carmen Mola para recuperar unas señas de identidad bien reconocibles en todas sus novelas: la violencia extrema, la desigualdad social y un Madrid que oscila entre los barrios burgueses y los más deprimidos. Antonio Mercero nos explica que esa ciudad con dos caras es parte fundamental de las novelas de Carmen Mola: "Enseñamos el Barrio del Retiro o el Barrio de Salamanca, pero también el Madrid menos aseado. Nos vamos al Ventorro de la Puñalá, a las Barranquillas, a sitios de chabolas. Bueno, vamos enseñando Madrid con todos sus contrastes. Lo difícil que es salir de los barrios pobres, de la violencia, de la delincuencia. Vamos enseñando un Madrid que no tiene tanto de postal. Un Madrid muy rico en contrastes".
En esos barrios tienen su campo de acción un grupo de policías corruptos, que tendrán que desenmascarar la inspectora Elena Blanco y sus hombres. Policías que dan apoyo a una red de trata de mujeres que esclaviza a inmigrantes como vientres de alquiler. Un tema sobre el que han tenido que reflexionar también los propios autores, según reconoce Jorde Díaz: "No teníamos una opinión clara. Sabemos que existe, pero no hemos pensado en ello. Decidimos traerlo cerca. Está pasando en el mundo, si allí es legal por algo será.. .¿Y si pasará aquí y nos lo llevamos a un extremo? ¿Y si lo hacemos más descarnado de lo que es? Y así sale lo que reflejamos en la novela. Unas mujeres esclavizadas para tener hijos".
Un mundo violento y oscuro
Los policías de la Brigada de Análisis de Casos (la BAC) tampoco son ajenos a ese mundo violento y oscuro en el que tienen que trabajar. Autodestructivos, bebedores y solitarios, tienen que lidiar con sentimientos de culpa y dolores antiguos. La inspectora Elena Blanco trata de construirse un futuro, pero, en palabras de Agustín Martínez, no lo tiene fácil porque "parte de un lugar muy oscuro, está marcada por la pérdida de su hijo. Y, en la cuarta entrega, el personaje ha ido creciendo, y a pesar de todo el horror que la rodea siempre, es un personaje que no renuncia a darse una oportunidad y a ser feliz".
Las madres es una novela llena también de intriga, que no da descanso al lector, y con un final abierto… Quizás pronto haya una nueva entrega.