Este vídeo no muestra las llamadas 'luces de terremoto'

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De fondo, la imagen que muestra el momento en el que se produce el chispazo y a su izquierda, el mensaje que difunde la idea de que los destellos captados en el cielo son las llamadas 'luces de terremoto'

A raíz de los terremotos de México registrados el 19 y el 22 de septiembre, se han difundido mensajes acompañados de vídeos que vinculan ciertos destellos azulados que se ven en algunas imágenes con las conocidas como “luces de terremoto”. Te explicamos con la ayuda de dos expertos qué son las llamadas luces de terremoto y por qué lo que se vio en las grabaciones no se corresponde con este fenómeno.

¿Qué son las luces de terremoto?

Durante los terremotos nocturnos es posible que se produzca un fenómeno visual que se conoce como “luces de terremoto” o también denominado triboluminiscencia. Este fenómeno se produce debido a un frotamiento, una acción mecánica o una fractura [de las placas tectónicas]. Miguel Ángel Santoyo, sismólogo y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica a VerificaRTVE que el efecto de la triboluminiscencia se produce “cuando se rozan dos placas tectónicas y producen un campo eléctrico cuyos efectos se ven en la atmósfera, pero no siempre tiene por qué producirlo”. En esta infografía publicada por el Servicio Mareográfico Nacional de México puedes observar cómo se produce el fenómeno de la triboluminiscencia o las llamadas “luces de terremoto”.

Es fácil confundir las luces de terremoto con otros sucesos

A menudo los testigos de un seísmo confunden las “luces de terremoto” con otro tipo de fenómenos que también generan destellos azulados en el cielo, pero que son de origen humano y están vinculados con las instalaciones eléctricas. Por ejemplo, uno de los vídeos que se ha difundido en redes tras uno de los movimientos sísmicos de México sostiene: “Esta noche mientras ocurría el sismo de magnitud 6.9 nuevamente fueron captadas en el cielo las llamadas "luces de terremoto”. Se adjunta un vídeo que es ubicado por los usuarios en la Ciudad de México y en él se aprecian destellos de luz en el cielo en un paisaje urbano por la noche. Sin embargo, según Miguel Angel Santoyo, las luces que se ven en el vídeo que estamos analizando no son “luces de terremoto” y su causa más probable sería: “la explosión de los trasformadores que estaban colgados en los postes de luz”.

El sismólogo mexicano explica que las triboluminiscencias de origen sísmico “son menos brillantes que las luces que se observan cuando explotan los transformadores”. Además, para que se vea este tipo de fenómeno “el epicentro del seísmo tiene que estar muy cerca del lugar donde se ven estas luces”. Si, como explica el usuario, el destello se grabó en la capital mexicana, es imposible que se trate de luces de terremoto ya que, como nos recuerda Santoyo, “la Ciudad de México está a 460 kilómetros aproximadamente del epicentro del seísmo”. Arantza Ugalde, sismóloga en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, coincide en la misma idea: “Es bastante probable que la causa sea antropogénica y esté relacionada con las líneas eléctricas y las explosiones en los transformadores”, explica.

Un fenómeno natural esquivo a la ciencia

La triboluminiscencia asociada a un terremoto es un fenómeno esquivo y difícil de medir científicamente. El artículo “Prevalencia de las luces de terremoto asociadas a entornos de grietas” publicado en 2014 en la revista `Cartas de investigación sismológica´ incluye una larga lista de avistamientos de destellos coincidentes con un terremoto. Los autores afirman que: “Estudiados de manera individual algunos relatos sobre estos fenómenos son cuestionables” pero también sostienen que cuando los testimonios son coincidentes se puede confirmar que las luces realmente existieron (pág 174). La misma publicación afirma que las luces de terremoto se pueden dar cuando fluyen “gradientes de tensión que se acumulan en la superficie ionizando el aire”.

En este sentido, Miguel Ángel Santoyo, confirma la dificultad de medir las variaciones eléctricas producidas por un seísmo ya que “nunca se sabe cuándo pueden ocurrir” y, en consecuencia, “no se puede registrar con un instrumento las variaciones eléctricas” generadas por el seísmo.