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Guerra en Ucrania

Bruselas propone un tope al precio del petróleo ruso y sanciones a más de 1.000 implicados en la invasión

  • Ursula von der Leyen y Josep Borrell han presentado el octavo paquete de sanciones a Moscú
  • Aumentará la prohibición de las importaciones privando a Rusia en total de otros 7.000 millones de euros
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Von der Leyen y Borrell presentan el octavo paquete de sanciones a Rusia
Von der Leyen y Borrell presentan el octavo paquete de sanciones a Rusia

Bruselas va a poner en la mesa la "base legal" para aplicar un tope máximo al precio del petróleo, en un intento de reducir los ingresos de Rusia y estabilizar los mercados. Así lo ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una comparecencia conjunta con el Alto representante de la política exterior europea, Josep Borrell, en la que han presentado el octavo paquete de sanciones a Moscú.

"Algunos países en desarrollo aún necesitan algunos suministros de petróleo ruso, a precios bajos. Este límite ayudará a reducir los ingresos de Rusia y mantendrá estables los mercados mundiales de energía", ha explicado la política alemana.

La presidenta de la Comisión ha justificado el octavo paquete de sanciones contra Rusia como respuesta a la movilización parcial que el presidente ruso, Vladímir Putin, decretó la semana pasada, así como una reacción ante su amenaza de emplear armas nucleares y los referéndums en zonas del este y sur de Ucrania. "La semana pasada, Rusia llevó la invasión a Ucrania a un nuevo nivel. Los falsos referendos organizados en los territorios que Rusia ha ocupado son un intento ilegal de adquirir territorio para cambiar por la fuerza las fronteras internacionales", ha señalado Von der Leyen.

Entre el resto de sanciones propuestas destacan la entrada en la 'lista negra' de más de 1.000 implicados en la guerra con Ucrania y las consultas ilegales en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia y la movilización de reservistas. En ella entrarían altos funcionarios del Ministerio ruso de Defensa, encargados de suministrar a las fuerzas armadas rusas equipos y armas. Además, continuarán las sanciones contra quienes difundan información falsa y donen fondos a las zonas ocupadas por Rusia.

En total, el nuevo paquete de sanciones, pretende aumentar la prohibición de las importaciones privando a Rusia de otros 7.000 millones de euros en ingresos. Entre los nuevos artículos afectados por las sanciones se incluye aviación, componentes electrónicos y sustancias químicas específicas, con las que la UE busca minar la capacidad del Ejército ruso. Se evitará el mercado de estos productos y servicios con Rusia a través de terceros países externos a la Unión Europea.

A su vez, la UE quiere prohibir a sus ciudadanos a formar parte de los órganos de gobierno de las empresas estatales rusas. Está pensada para evitar posibles casos como el del excanciller alemán Gerhard Schröder, que trabajó para Gazprom. "Rusia no debe beneficiarse del conocimiento europeo y de sus expertos", ha señalado Von der Leyen.

Por último, Borrell ha propuesto ampliar el ámbito geográfico de las restricciones que se aplican a Crimea, Donetsk y Lugansk desde principios de año, para que cubran todas las áreas de control no gubernamental de Ucrania, incluyendo también Zaporiyia y Jersón. Toda esta serie de medidas deben ser ahora aprobadas por los 27 miembros de la Unión.

Línea continuista con el G7

El tope al precio del petróleo ruso va en la línea del acuerdo político que alcanzaron los líderes del G7, proponiendo que el transporte de petróleo ruso y sus derivados solo se permita a nivel mundial si los productos se venden por debajo de cierta cantidad.

Los países de la UE dejarán de importar petróleo ruso por gasoducto a partir del 5 de diciembre, pero, "ciertos países en vías de desarrollo aún necesitan suministro de petróleo ruso a bajos precios", ha señalado la presidenta del Ejecutivo comunitario.

Además, la Comisión propone ampliar los productos que estará prohibido exportar a Rusia para privarle de "tecnologías clave", por ejemplo para la aviación, así como componentes electrónicos o químicos, de manera que su base económica y capacidad de modernización se vean mermadas.