Zerocalcare: "'Esqueletos' habla de la distancia entre las expectativas del pasado y la realidad del presente"
- El dibujante presenta en España su nuevo cómic, en el que retrata la Roma periférica y marginal de hace 20 años
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En 2011 Michele Rech (Arezzo, 1983) saltó a la fama, con el seudónimo de Zerocalcare, gracias al cómic La estrategia del armadillo (Reservoir Books, 2016), en el que contaba sus frustraciones (y las de su generación) en la época de crisis que le había tocado vivir. Desde entonces ha vendido dos millones de cómics y ha trasladado su peculiar universo a Cortar por la línea de puntos (Netflix), una de las mejores series de animación de los últimos años. En su nuevo libro, Esqueletos (Reservoir Books), retrata la Roma periférica y marginal de hace 20 años, en la que pasó su juventud.
Zerocalcare nos ha atendido por zoom y ha empezado explicándonos cómo cree que ha cambiado Roma en este tiempo: “Tengo un hermanastro que justamente se fue de la periferia de Roma hace 20 años. Vivió esas dos décadas en las afueras de París y volvió. Y se sorprendió muchísimo porque en esos 20 años no había cambiado nada, mientras que en París habían mejorado muchas cosas, como el mobiliario urbano… Pero aquí estaban los mismos bancos, los mismos paneles publicitarios, todo seguía igual. Y yo creo que esto es relevante, porque en el centro de Roma si hay barrios que se han ido transformando para recibir a los turistas, para tener como una fachada más presentable de cara a los de afuera”.
“Pero la periferia de Roma, que es la mayor parte de Roma, no ha cambiado casi nada –añade-. Ha habido muy pocas intervenciones para mejorar la vida de la gente de esos barrios. Y eso los ha enfadado y quizá les ha hecho más malos. Hace 20 años Roma tenía todas las contradicciones de una metrópolis, pero no había esa sensación de guerra con los pobres, con los menos favorecidos, que estamos presenciando estos últimos años. Esta sociedad me parece peor, la gente tiene menos esperanza que antes”.
Pero... ¿qué significa Roma para los romanos? "Es difícil para nosotros abandonar Roma -asegura-. Algunos se van, pero yo les declaraba la guerra. Cuando mis amigos se iban a estudiar o a trabajar al extranjero, yo me convertía en una especie de monstruo porque les retiraba la palabra como si fueran traidores. Y ahora me siento culpable porque tengo amigos que se quedaron aquí y ya tienen 45 años y no tienen un trabajo fijo que les permita pagar el alquiler. Yo soy privilegiado porque tengo un trabajo bien remunerado y realmente me siento un poco culpable por haber criticado a aquellos que intentaban buscar fortuna en otro lugar. Pero en el fondo seguimos pensado que los romanos son Roma, se quedan en Roma y el que se va es un traidor".
Un thriller autobiográfico
Partiendo de su propia adolescencia, Zerocalcare vuelve a los 18 años para contarnos cómo en vez de ir a la universidad, se pasaba las mañanas en el metro. Allí conoció a Arloc, un chico que se relaciona con el oscuro mundo del tráfico de drogas de la periferia romana. Y un día hará un macabro hallazgo: descubrirá un dedo humano en la puerta de su casa. Una anécdota verídica con la que comienza esta historia de contracultura, violencia y redención.
Y que es el primer thriller de Zerocalcare: “Me gusta hacer cosas distintas. Hay muchas cosas de mi vida que se me habían quedado en el tintero. Obviamente, en la parte de thriller hay fantasía, pero la historia parte de ese hecho real: encontrarme un dedo en la puerta de mi casa. Aunque nunca descubrí a quién pertenecía. Los otros personajes de la historia también son reales, por lo que he querido esperar 20 años para contarla, hasta que prescribieran los hechos”.
El autor confiesa que hacer un thriller “Es difícil. Porque para que funcione, para que el suspense se mantenga, hay que hacer un gran esfuerzo de guión y de estructuración. Para que el lector diga: “He tenido la solución delante de mis ojos pero no la he entendido”. Eso es lo que más me fascina del cine y la novela negra, cuando veo a alguien que sabe mantener ese suspense hasta el final. Yo no sé hacerlo. Me parece dificilísimo”.
“Quizá sea porque he aprendido a contar historias autobiográficas –añade-. Pero este esfuerzo de fantasía, de crear la trama, de cruzar los argumentos, es muy complicado, por lo que diría que Esqueletos es un thriller ficticio. No es falso, porque intento recrear esa atmósfera, pero en realidad lo que estoy contando es una historia personal que no tiene todos los elementos de un auténtica thriller. Es como una historia personal revestida de thriller. Yo soy muy fan del género y quería hacerle este homenaje”.
Zerocalcare intentó ser el macho alfa del barrio
El protagonista, el joven Zerocalcare, intentará ser el macho alfa del barrio pero no le saldrá demasiado bien. “Todos mis libros e incluso la serie de televisión hablan un poco de eso, del abismo entre mis perspectivas de pequeño y lo que fue mi vida posterior –confiesa-. Esto es válido tanto para los personajes, ya que cada uno ha vivido esa especie de traición a sus expectativas, pero también es aplicable a la ciudad. De ahí viene el título de Esqueletos, porque realmente la ciudad no ha mejorado como se esperaba”.
“Esa distancia entre las expectativas del pasado y la realidad el presente es, seguramente, lo que siempre estoy contando en todo lo que hago” –añade-”.
Pero… ¿Qué expectativas tenía a los 18 años? “Nuestras expectativas eran estar, si no mejor, como mínimo igual a la generación que nos había precedido. Mi madre fue la primera universitaria de la familia y se sacó la carrera con mucho esfuerzo. Y claro, mi idea era tener, como mínimo, el estatus de mi madre: tener también una carrera universitaria”.
“Creíamos que íbamos a tener los mismos derechos, las mismas garantías de nuestros padres, nuestros hermanos mayores… y entonces comprendí que no iba a sacarme la carrera. Fue un gran trauma porque me parecía que hacía descender a mi familia en la escala del progreso”.
“Después –añade Zerocalcare-, nos dimos cuenta de que toda esa generación en realidad no tuvo el nivel que esperaba. De hecho, creo que Italia es el único país europeo donde los salarios y las pensiones han bajado en los últimos 20 años”.
“Me hago muchas pajas mentales”
Cada página de Esqueletos es un torrente de ideas gracias a la desbordante imaginación de Zerocalcare. Le preguntamos de dónde saca tantas ideas: “Me hago muchas pajas mentales. Reflexiono mucho sobre mí mismo. Desde los ocho años, cuando me iba a la cama, ya pensaba en todo lo que había hecho durante el día, en qué me había equivocado o lo que podría haber hecho de otra forma. Y aún sigo haciéndolo, a pesar de que no sirva para nada”.
En este tipo de historias es fácil caer en la nostalgia y pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, un error que no comete Zerocalcare: “Reconozco que, desde un punto de vista emotivo, yo siempre siento esa nostalgia, pero creo que no llego a ablandar al lector con ello, porque es algo personal. Por eso me esfuerzo para contar historias que vayan más allá de ese sentimiento. Cuando intento recuperar mis emociones de esa época, me doy cuenta que ese momento no era tan dorado. No es que Roma no fuera una ciudad violenta hace 20 años. No es que yo entonces no tuviera mis ansiedades, mis angustias… sino que intento hacer un trabajo racional de lo que siento”.
La estrategia del armadillo, Olvida mi nombre, Kobane Calling… todas sus historias tienen un aire triste y melancólico. Por eso le preguntamos si confía en que el futuro sea mejor. “No hay ningún elemento que me haga pensar que el futuro vaya a ser mejor –asegura-. Pandemias, guerras, elecciones… me parece que son consecuencia unas de otras. Por eso no concibo un futuro mucho mejor”
“Reconozco que soy bastante crepuscular –añade-. Por eso espero estar confundido y que el mundo me de otra imagen distinta”.
"La victoria de Meloni no ha sido una sorpresa"
Y ya que hablamos de elecciones le preguntamos qué opina del reciente triunfo de la ultraderecha de Giorgia Meloni en las elecciones italianas: “Retrata a un país que llevaba tiempo anunciando este giro, por lo que tampoco ha sido una gran sorpresa. Algo que lo diferencia de los últimos años es que quien ha ganado las elecciones no solo habla a las entrañas del país. En estos últimos años, cuando han ganado partidos de derechas tampoco tenían un aparato ideológico muy grande, se centraban en el racismo y en el miedo de los italianos a perder el trabajo o a tener menos seguridad, con lo que era algo ideológico como discurso”.
“Pero los que han ganado ahora las elecciones están más estructurados, tienen detrás una historia política de 80 años, con referencias culturales muy claras -continúa-. Y quizás es la primera vez que este tipo de cultura política llega al gobierno. Y no hay ningún discurso antifascista. Temíamos que llegara este momento desde hace 20 años, pero está claro que impacta”.
“Lo que me da miedo –añade-, no es tanto el regreso del fascismo, porque no creo que vayan a durar cinco años. El problema es que lo que haga este gobierno no sea desmontado por el que venga después. Ya nos pasó con Salvini. No se derogan esas leyes injustas que hacen los sucesivos gobiernos, sino que se van acumulando y el sistema se va estratificado a peor”.
Da visibilidad a jóvenes y a las minorías
En sus cómics da visibilidad a las minorias y a causas sociales como el feminismo, la lucha de los Kurdos... "Intento hacerlo -confiesa-, porque yo crecí en centros sociales, en espacios ocupados... con lo cual mi biografía, mi familia, mi tribu es esa. No puedo contar cosas autobiográficas de mi vida si no están entrelazadas con esto, porque mi vida, literalmente, está llena de estos elementos. Vengo de un mundo donde para publicar un artículo de tres líneas sobre una causa que realmente nos importa casi había que hacer una manifestación o parar un tren, para que se mencione ese tema. Afortunadamente, ahora tengo la posibilidad de hablar a un público más amplio sin tener que llegar a esos extremos. Por eso aprovecho para hablar de los temas que me preocupan".
Zerocalcare se ha convertido casi en el portavoz de una generación de jóvenes desencantados. Le preguntamos cuál es el secreto de su éxito con ellos: "Seguramente el hecho de no dar nada por sentado y no tratarlos como tontos, ni hacerles sentirse excluidos. Por ejemplo, cuando hablo de los kurdos (Kobane Calling), en teoría es un tema que no parece tener mucho interés para los jóvenes italianos, porque dicen que no están nada comprometidos y que no les interesará lo más mínimo lo que está pasando en el Kurdistán. En general se dice que no les interesa nada. Pero... ¿por qué se dice eso? Es una forma de excluirlos porque pensamos que no tienen los instrumentos para entender bien esa historia".
"Por eso -continúa-, lo que yo hago es darles esos instrumentos para poder entender la historia de una manera amena y picando su curiosidad, sin tener que llevarlos de la mano. Creo que ese es el secreto y una buena forma de hacer que la gente se interese por temas que desconoce".
"El tema de la paternidad es como una puñalada"
Otro de los temas que aparecen en el libro es el de la paternidad, ya que casi todos los personajes, menos él, se convierten en padres. "Para mí el tema de la paternidad es como una puñalada -confiesa Zerocalcare-. Es como pasar de sentirme demasiado joven para tener hijos, a sentirme como muy tarde. Es decir, que de un momento a otro pasas de una sensación a otra, de que vas demasiado pronto a que vas demasiado tarde. Soy el último de mi pandilla sin hijos".
"Uno de los personajes del libro es un inadaptado y que tenga un hijo y demuestre ser un buen padre, es terrible para mí -añade-. Me hace sentir que el inadaptado soy yo, porque no he sido padre y me he quedado como rezagado. Es algo que me sacude bastante porque pensaba que formaría parte de mi ciclo de vida natural y ya no seria natural porque se me ha pasado el momento de encontrar la persona adecuada y tener ese hijo. Hablar de estas cosas es algo que me pone muy nervioso y que forma parte también de los espectros que salen en el libro".
Un dibujo más oscuro
Casi todos los dibujantes de cómic empiezan a dibujar muy temprano, pero aqui no vemos dibujar a ese Zerocalcare de 18 años. "Siempre he dibujado, pero nunca llegué a pensar que esto se podía convertir en un trabajo -confiesa-. Siempre era un hobby. Nunca me he identificado a mí mismo como el dibujante de cómics. Yo hacía otras cosas y cuando tenía tiempo, pues dibujaba. En la escena punk, en los centros sociales. O sea, nunca me ha caracterizado el hecho de hacer cómics. Fue casi por casualidad cuando dibujar cómcis se convirtió en mi trabajo, a los 28 años. Hasta entonces hacía otras cosas".
Visualmente, una de las cosas que más nos sorprende es que el dibujo es más oscuro, en consonacia con el tema. "Cada vez tengo que dibujar más rápido -confiesa-. Creo que he logrado la forma de sintetizar las cosas a lo largo de estos últimos años. Pero es cierto que hay algunas cosas que están menos detalladas, menos cuidadas que antes. Y sí, este libro es más oscuro porque quería crear una ambientación un poco más se suspense, de thriller. Pero al final cuento cosas más melancólicas, no es una historia tipo thriller, aunque utilice su imaginario visual".
“Trabajo en una nueva serie con Netflix”
Como comentábamos, uno de los grandes éxitos de Zerocalcare ha sido la serie de animación, Cortar por la línea de puntos, emitida por Netflix. Fue difícil –confiesa-, porque los cómics los haces solo y a tu ritmo, no necesitas a nadie, mientras que la animación es muy complicada. Hay que coordinar a centenares de personas y cada uno tiene su ritmo de trabajo, su agenda… Pero a cambio tiene cosas que te sorprenden, porque toda esa gente contribuye al resultado final con cosas que no te esperas. Y eso es muy estimulante y muy bonito”.
Sobre la posibilidad de una segunda temporada, asegura que: "No habra más capítulos, pero estoy trabajando con Netflix en un nuevo proyecto que habla mucho de Roma, de sus barrios, con lo que también tiene mucho de autobiográfico".
En cuanto a sus otros proyectos, nos confiesa que: "Seguiré contando cosas autobiográficas porque no soy capaz de hacer cosas totalmente inventadas. Aunque me gustaría introducir elementos de fantasía, ciencia ficción, espionaje... Hacer cosas que me permitan evadirme mentalmente del mundo, pero siempre encajando esos elementos con cosas autobiográficas".
Uno de los temas recurrentes en sus libros es su dificultad para sacarse el carnet de conducir. Le preguntamos si ya lo ha conseguido: "Me suspendieron cinco veces. La última vez me suspendieron en el último minuto, cuando casi lo tenía en la mano. El profesor me dijo: "Tu sal corriendo con el carnet y yo intentaré convencerlos para que no te lo quiten. Y ahora vivo con ese miedo a que me lo quiten algún día, por exceso de velocidad o lo que sea, porque creo que no volvería a lograr sacármelo. Nunca" (ríe)
En cuanto a sí él guarda esqueletos en el armario, Zerocalcare nos comenta: "Tengo un montón, pero para sacarlos en mis cómics primero tienen que prescribir las cosas, que las personas me hayan olvidado. Escribí Esqueletos porque el personaje de Arloc hace mucho que no vive en Italia y pienso que no sabra nada sobre mi trabajo. Y que, probablemente, nadie le hable sobre mis cómics. Aunque estoy un poco preocupado, porque creo que vive en Barcelona y estoy un poco nervioso de estar aquí hoy" (ríe)