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Ocho de cada diez presos no vuelven a la cárcel tras lograr la libertad

  • Solo dos de cada diez reclusos españoles regresa a prisión, según un estudio pionero elaborado por Instituciones Penitenciarias
  • El informe ha radiografiado también el perfil del reincidente: hombre, español y de entre 31 y 50 años

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Una cárcel vista desde el patio en una imagen de archivo
Una cárcel vista desde el patio en una imagen de archivo

Ocho de cada diez presos españoles no vuelven a la cárcel tras lograr la libertad, sin embargo, el 41,6% de los condenados por maltrato que reincide lo hace en violencia de género. Así lo ha asegurado este viernes un estudio pionero elaborado por Instituciones Penitenciarias que ha presentado en Burgos el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

La Central Penitenciaria de Observación ha estudiado para la investigación a las 19.909 personas -18.435 hombres y 1.474 mujeres- que fueron excarceladas en 2009, aunque no se ha incluido a la población penitenciaria catalana.

Desde entonces y hasta 2019, se ha podido comprobar que regresaron a prisión 5.746 personas, si bien fueron 3.978 las encarceladas -3.778 hombres y 200 mujeres- por delitos cometidos tras salir de una celda, no por tener causas pendientes. La mitad de los reincidentes, además, lo fueron en los primeros tres años tras alcanzar la libertad.

Datos que, según Marlaska, dan una nota "muy alta" a la eficacia del sistema y al mandato de la Constitución de trabajar por la reinserción.

Hombre, español y de entre 31 y 50 años: el perfil del reincidente

El informe presentado por el titular de Interior ha conseguido igualmente radiografiar el perfil del reincidente. Se trata de un hombre (94,9% de los casos), de nacionalidad española (88,6%) y que tiene entre 31 y 50 años (64,6%).

El siguiente tramo de edad donde se concentra la reincidencia es entre los 18 y los 30 años. Solo el 5,3% tenía más de 51 años y el 0,13% más de 71.

Además, el estudio ha constatado que ocho de cada diez personas de la población reincidente (3.978) habían sido excarceladas en 2009 en libertad definitiva. Sin embargo, solo un 16,18% alcanzó la libertad condicional y un 4,12 fue puesto en libertad por sustitución de pena o suspensión de condena.

Estos datos revelan que la mayoría de personas reincidentes no tuvieron un periodo de libertad condicional previo, lo que para Instituciones Penitenciarias demuestra la importancia de impulsar el régimen abierto como la forma más eficaz de que un interno transite hacia la libertad con buen pronóstico de integración social.

El 76% de los que reinciden lo hace en robos

El último apartado de la investigación se centra en un concepto relevante en el ámbito penitenciario para el abordaje tratamental: la profesionalización o especialización delictiva. La Central Penitenciaria de Observación buscaba averiguar en qué medida quienes reinciden cometen el mismo delito por el que ya estuvieron en prisión o uno diferente.

La tasa más alta de reiteración en el mismo delito se da en los casos de robo y hurto: un 76,29% de las personas que habían cumplido condena por estos delitos vuelve a cometerlos. En un tramo intermedio están los delitos contra la salud pública (42,48%), los cometidos dentro del ámbito de la violencia de género (41,6%) y los de seguridad vial (30,78%).

Por otro lado, entre los reincidentes, aquellos que habían cumplido pena de prisión por falsedad (69) o por homicidio (61) son los que menos reinciden en el mismo delito. Vuelven a prisión por falsedad el 6,15% de los que ya habían estado internos por esa causa y, en el caso de homicidio, el 6,55%. En ambas tipologías, el 93,45% vuelve a prisión por otra tipología delictiva.

El estudio observa también la relevancia del espacio temporal en el que se concentran las tasas más altas de reincidencia. Más de la mitad de las personas que vuelven a cometer un delito penado con prisión lo hace en el transcurso de los tres primeros años tras su puesta en libertad. Ocurrió con el 53,01% de los reincidentes.