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Atrapados en la espiral de precios

  • Desde Cáritas alertan sobre el incremento de personas que necesitan ayuda por el alza de los precios
  • Subir los tipos de interés, limitar los precios y negociar un pacto de rentas, principales medidas contra la inflación

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Pasillo con gente y puestos de un mercado de Madrid.
Informe Semanal ha hablado con clientes y comerciantes del mercado Goya, en la localidad madrileña de Móstoles.

Desde marzo de 2021 el índice anual de precios al consumo, el IPC, no ha dejado de escalar. Entre junio y agosto la cifra superó la barrera psicológica del 10 % y solo en septiembre, según el dato adelantado, ha dado un pequeño respiro al quedarse en el 9 % gracias al freno en el precio de la electricidad.

Informe Semanal - Atrapados por los precios - ver ahora

A falta de los detalles, es bastante probable que el dato adelantado de septiembre implique una disminución en la cifra para los alimentos y bebidas no alcohólicas, que en agosto era de un 13,8 %. Pero la percepción de Charo, Amparo, Rosa, Marisa o Beatriz, clientas del Mercado Goya ubicado en la localidad madrileña de Móstoles con las que hemos estado hablando, es que la cesta de la compra sigue estando por las nubes.

El que está detrás de un mostrador también lo sufre, tienes que estar todos los días con gente que ves que lo pasa mal

Nada más entrar al mercado nos sorprende el ordenado, luminoso y fresco puesto de pescadería de Ángel Palacios. "El que está detrás de un mostrador también lo sufre -nos dice-. Porque tienes que estar todos los días con gente que ves que lo pasa mal…" No en vano, asegura con orgullo, mantiene su clientela desde hace más de 40 años. Clientas como Rosa, quien nos dice que en su caso hasta ahora no ha tenido que cambiar mucho su cesta de la compra aunque "ha subido muchísimo todo, todo. Cualquier cosa que vayas a comprar se nota que ha subido".

Un carrito de la compra volcado sobre billetes de euro.

Desde marzo de 2021 el índice anual de precios al consumo, el IPC, no ha dejado de escalar. GETTY IMAGES

Al otro lado del mercado, la frutería de José vive un momento de gran actividad. Entre sus clientes Charo y Amparo, madre e hija: "Vamos resisitiendo -nos dice Amparo-, pero no sé el invierno cómo viene. De momento seguimos comprando igual, pero entre lo que vemos que viene, el miedo también que las noticias te van metiendo, pues supongo que llegará el invierno y cambiaremos un poco los hábitos de compra". Y Chelo lanza al aire una pregunta nada retórica: "¿Cambiarán los precios cuando vean lo que está ocurriendo?"

Si lo que cambian son los hábitos de consumo, desde la OCU alertan que más allá de la alimentación puede tener un importante impacto en la salud. "Como es que no se pueden permitir ir al dentista", asegura Ileana Izverniceanu, directora de comunicación de la Organización de Consumidores.

Una tormenta perfecta

El fenómeno de la inflación actual, de dimensión internacional, arrancó con la relajación de las restricciones para combatir la pandemia. Los confinamientos habían producido grandes ahorros que, una vez levantadas las limitaciones de movimientos, favoreció una fuerte demanda en todos los sectores. Sin embargo, por el lado de la oferta, el aparato productivo tardó en ponerse en marcha por falta de inversiones y suministros. Y ahí la lógica del mercado fue implacable: más demanda, menos oferta, subida de precios. Y por si fuera poco, a todo esto hubo que añadir a principios de este año, una guerra en Europa que ha puesto en solfa los suministros de gas.

Los bancos centrales del mundo entero están reaccionando a la inflación, endureciendo la política monetaria

"Estamos ante lo que se puede denominar una tormeta perfecta", asegura Raymond Torres, Director de Economía de FUNCAS y consejero de la Comisión Europea. "Con una crisis energética y de todo tipo de suministros", apunta Torres. "Por otra parte, una crisis geopolítica y finalmente también una crisis monetaria, porque los bancos centrales del mundo entero están reaccionando a la inflación, endureciendo la política monetaria", explica el consejero europeo.

Limitar o no limitar los precios

El impacto que la inflación está teniendo en los hogares de todo el mundo ha vuelto a poner sobre la mesa el viejo debate sobre la capacidad del mercado para autorregularse, o la necesidad de que la administración intervenga en los precios.

Desde la vicepresidecia del gobierno de Yolanda Díaz se ha intentado alcanzar acuerdos con los representantes de los grandes supermercados para fijar un límite a los precios de determinados productos básicos. "Porque -afirma Ruben Sánchez, secretario general de FACUA- la Ley de Comercio del año 96 permite intervenir precios o intervenir márgenes de beneficio".

Se está invitando a ir a comprar a las grandes superficies en detrimento del pequeño comercio

Sin embargo, desde el pequeño comercio ven con recelo la propuesta y consideran que ellos no pueden limitar sus precios sin poner en riesgo sus negocios. Rafael Torres, presidente de la Confederación Española de Comercio, que agrupa a los medianos y pequeños comerciantes, considera que se trataría de "una medida profundamente desafortunada" y añade que "lo que nosotros estamos protestando es que se está invitando mediante ese pacto con las grandes superficies, los distribuidores, a ir a comprar a las grandes superficies en detrimento del pequeño comercio".

Raymond Torres por su parte considera que "lo que podría servir es una contención de los márgenes empresariales en general y en particular en el sector de la distribución". Aunque reconoce que dicho sector no puede dejar de repercutir en sus precios el incremento de los costes para no entrar en pérdidas, "sí se puede intentar evitar que algunos sectores, algunos segmentos del mercado, se aprovechen de esta situación para incrementar sus márgenes."

Una señora con un carro de la compra por la calle y el resto borroso.

La inflación está teniendo un fuerte impacto en los hogares de todo el mundo. ARCHIVO EFE

Y desde la Organización de Cosumidores y Usuarios, OCU, la solución inmediata y rápida la ven por otro lado: bajar los impuestos, aún cuando España tiene una de las tasas de IVA más bajas de Europa. "Es verdad que todos sabemos y es consciente de que los impuestos son necesarios" dice Ileana Izverniceanu, "pero creemos que la primera medida que puede dar un poco de aire a los hogares es congelar todos los impuestos vinculados en principio a la energía y también el IVA vinculado a los alimentos, sobre todo básicos y saludables. Y esto va a significar un poquito de fuelle para los presupuestos de los hogares", añade.

Tipos de interés al alza

El dato adelantado de septiembre incluye una buena noticia. Después de 14 meses la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, se ha moderado dos décimas, retrocediendo al 6,2 % que, no obstante, sigue siendo elevada.

Unos datos de inflación que nos llegan casi un mes después de la mayor subida de tipos de interés, un 0,75%, por parte del Banco Central Europeo en sus 24 años de historia, y que vuelven a abrir el debate sobre la efectividad y las consecuencias de una medida clásica para enfriar la economía y combatir la inflación.

Se trata de encontrar el equilibrio entre la necesaria reacción ante la inflación y una cierta recuperación tras la pandemia

Para Raymond Torres el Banco Central Europeo se enfrenta a un dilema porque por una parte tiene que reaccionar ante las presiones inflacionistas pero por otra parte si sobreactúa corre el riesgo de provocar una recesión. "Entonces ahí se trata de encontrar un punto de equilibrio, entre la necesaria reacción ante la inflación, y por otra parte el necesario mantenimiento de una cierta recuperación tras la pandemia".

Negociación colectiva y pacto de rentas

Por otro lado, con las subidas generalizadas de precios impactando en los hogares, las organizaciones sindicales y la patronal han comenzado la negociación colectiva desde posiciones muy distantes, y conscientes de la importancia que tienen los incrementos salariales y los excedentes empresariales en el control de la inflación.

24 horas - Pepe Álvarez, secretario general de UGT: "Los salarios tiene que subir lo mismo que el coste de la vida" - Escuchar ahora

Como hay una negativa de las organizaciones empresariales, vamos a plantear movilizaciones para este otoño

Mientras desde la patronal afirman no estar en contra de la subida de los salarios pero sí de que sea un incremento asociado al IPC, los sindicatos recuerdan que desde el año 2008 prácticamente no han subido los salarios. "Por eso es tan importante -asegura Pepe Álvarez, secretario general de UGT- que los convenios colectivos reflejen este aumento del coste de la vida". Y, añade Unai Sordo, secretario general de CCOO, que son necesarias cláusulas de revisión salarial que en este y los dos próximos años recuperen el poder adquisitivo para los salarios. "Y como hay una negativa de las organizaciones empresariales en ese terreno, -añade- es por lo que vamos a plantear un escenario de movilización para este otoño".

Hasta julio de este año, los salarios pactados se han incrementado en un 2,6 por ciento de media. Y aunque para casi dos millones de trabajadores la cifra ha sido bastante superior, un 5 por ciento, para más de cuatro millones el incremento ni siquiera ha llegado al 2 por ciento. A lo que hay que añadir el inicio de las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos para establecer la subida del salario de los empleados públicos, partiendo de una propuesta inicial del 3,5%.

En este escenario, desde FUNCAS Raymond Torres afirma con rotundidad que "sería deseable un pacto de rentas", pero teniendo en cuenta que "si ese pacto descansara sobre manera sobre los salarios, no solamente sería un problema social muy grave, también generaría un desplome muy importante del consumo de las familias y por lo tanto pesaría sobre nuestro crecimiento económico".

Lo que necesitamos es una contención de los beneficios, de los excedentes y de los dividendos empresariales

Así, gobierno y agentes sociales se están reuniendo en torno a la Mesa de Diálogo Social explorando la posibilidad de alcanzar un acuerdo que, según Unai Sordo, sería necesario siempre que "habláramos de rentas en plural. Las organizaciones empresariales -añade- se han acostumbrado a que en España se salga de las crisis devaluando siempre los salarios y lo que necesitamos es una contención de los beneficios, de los excedentes y de los dividendos empresariales".

Un acuerdo que en el contexto actual parece muy difícil aunque, para Pepe Álvarez, podría ocurrir "que todo el mundo tenga un acto de responsabilidad y que se pueda hacer. Pero no parece fácil que la oposición y el Gobierno puedan negociar líneas de política económica común". Y añade que, además, a la gente hay que decirle la verdad: "Esta es una crisis que no se solventa con políticas españolas solas. Necesitamos también políticas europeas o fundamentalmente se necesitan políticas europeas y políticas globales".

Impacto en las clases más desfavorecidas

En este escenario mundial marcado por la incertidumbre, las organizaciones de ayuda y solidaridad con los más vulnerables siguen siendo el último soporte no sólo para las familias que llevaban ya un tiempo necesitando de sus servicios.

Desde Cáritas, su coordinador de Estudios, Raúl Flores, avisa de que no estamos ante un problema coyuntural, sino ante uno estructural agravado por el alza de precios que a los que más afecta es "a los que ya estaban mal, pero que es verdad que también está afectando a sectores de la población que estaban llegando a final de mes más o menos justitos, pero que ahora, con esta nueva situación, no lo consiguen".

Ya estoy acostumbrada a ir a los sitios a que te den la leche o la comida, pero hay gente que le da mucha vergüenza

Es el caso de Esther. Una joven madre de dos hijos adolescentes que vive en un popular barrio de Madrid y a la que ya la pandemia golpeó en su economía doméstica. Desde hace unos meses acude al restaurante Casa Carmela, regentado por Jaime Rincón. Un local solidario donde gente que lo necesita recibe comidas de manera gratuita. Paseando por el parque antes de coger el transporte público para ir a su trabajo nos dice: "Yo, porque ya estoy acostumbrada a ir a los sitios a que te den la leche o la comida, pero hay gente que le da mucha vergüenza. Y hombre, no estás cometiendo un crimen, pero sí que es verdad que da vergüenza ir a los sitios a estar pidiendo porque tienes que comer". Y en cuanto a la subida de precios añade: "A mí me ha afectado mucho la verdad, en la cesta de la compra. Por eso donde Jaime puedo… yo lo agradezco mucho porque es que eso te da una ayuda para comer y para eso, para que puedas comer en el día a día".

Pies de un señor caminando por la calle con dos bolsas de plástico y alimentos.

Las organizaciones de ayuda y solidaridad con los más vulnerables siguen siendo el último soporte. ARCHIVO EFE

Esther trabaja en el sector de la limpieza con jornada reducida. Su caso representa el de muchas otras personas que, aun teniendo un trabajo, ven cómo esta coyuntura de subidas de precios les conduce a necesitar de la solidaridad y la redistribución social a través de la administración. Desde hace meses recibe ayudas sociales para los suministros de agua y electricidad. "Antes tiraba, -nos cuenta con una dignidad envidiable- pero ahora me es muy complicado y muy difícil. Llegar a final de mes, me es muy difícil, y eso que estoy trabajando cuatro horas, pero es que no me llega la situación, no me llega la verdad, sinceramente... Yo por lo menos tengo un trabajo, pero hay gente que no tiene trabajo y tiene que ir a pedir a los bancos de alimentos".

Necesitan una política de vivienda pública decidida y un sistema de garantía de ingresos que realmente llegue a todos

Para Raúl Flores, de Cáritas, existe una diferencia significativa con respecto a la recesión que se vivió entre 2010 y 2014. "Es verdad que en esta ocasión ha habido un intento de amortiguar esa crisis -nos dice- y de intentar que no caiga sobre los más vulnerables. Ese intento es positivo, es valorable, pero es totalmente insuficiente". Para él aún estamos lejos de generar las políticas que necesitan los más vulnerables, que especialmente "necesitan una política de vivienda pública decidida y un sistema de garantía de ingresos que realmente llegue a todos".

Perspectivas para la economía española

La principal es la evolución del precio del gas ruso, y esto es algo que realmente se escapa al análisis económico

En un panorama de crisis internacional, la economía española muestra fortalezas como la garantía del suministro de gas y la reactivación del sector turístico. Pero también debilidades como el mayor endeudamiento público. Aun así, para Raymond Torres, director de Economía de Funcas y consejero de la Comisión Europea, el contexto es de gran incertidumbre y es muy complicado hacer previsiones debido a que hay muchas variables que, además, son imprevisibles: "La principal es la evolución del precio del gas ruso, y esto es algo que realmente se escapa al análisis económico".

La clave para Torres estará en la evolución que siga el empleo, "porque si aguanta el empleo como está aguantando en este momento, con buenos resultados en términos de afiliación, esto permitirá a las familias, más o menos, superar este bache".

Lo cierto es que la escalada de precios del último año ha atrapado tanto a las grandes economías como a las economías domésticas en una espiral incesante de la que, por ahora, no se vislumbra una salida fácil. Y aún así, Esther nos dice: "Yo espero que cambie la situación, pero lo veo muy difícil... Bueno, nunca hay que perder la esperanza, dicen".