El depuesto presidente de Burkina Faso pide a los golpistas "entrar en razón para evitar guerra"
- Damiba niega haberse refugiado en la base militar francesa de Kamboissin
- Manifestantes han incendiado la Embajada de Francia en Burkina Faso
El depuesto presidente de Burkina Faso, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, ha pedido a los golpistas que le derrocaron este viernes "entrar en razón para evitar una guerra fratricida".
Un grupo de militares encabezados por el capitán del Ejército Ibrahim Traoré dio un golpe de Estado el viernes y depuso a Damiba, líder de la junta militar en el poder, a quien acusaron de ser incapaz de atajar el terrorismo yihadista que sacude al país.
En un comunicado, Damiba ha realizado "un llamamiento al capitán Traoré y compañía a entrar en razón para evitar una guerra fratricida que Burkina Faso no necesita en este contexto".
En su primera comunicación pública desde el golpe, el teniente coronel ha negado también que se haya refugiado en la base militar de Kamboissin, situada en el norte de la capital burkinesa, Uagadugú, que alberga efectivos franceses de la Operación Barkhane (liderada por Francia), que combate al yihadismo en el Sahel.
"Niego formalmente haberme refugiado en la base francesa de Kamboincé. Es solo una intoxicación para manipular la opinión", ha alegado.
"Los trágicos acontecimientos que atraviesa nuestro país en estos momentos están en el origen de la difusión de información falsa, hábilmente orquestada y destilada con el objetivo de manipular a las poblaciones, instrumentalizándolas para causas extranjeras y en detrimento del interés superior de la nación", ha insistido. También ha instado a la población civil a "mantener la calma en casa".
Manifestantes incendian la embajada de Francia
Un grupo de manifestantes ha incendiado la Embajada de Francia en Burkina Faso después de atacar el instituto francés de Bobo Dioulasso, al oeste del país, tras acusar a Francia de albergar al líder de la junta militar depuesto por el golpe de Estado, Paul Henri Sandaogo Damiba, en una de sus bases militares.
Se han difundido decenas de vídeos en redes sociales en los que se puede ver a cientos de manifestantes lanzando objetos contra los muros de la representación diplomática, cuyo interior está en llamas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores francés ha condenado los actos violentos en un comunicado en el que también ha llamado a las partes interesadas a garantizar la seguridad, de acuerdo con las convenciones internacionales. "Condenamos en los términos más enérgicos la violencia contra nuestra influencia diplomática en Burkina Faso. Cualquier ataque a nuestro control diplomático es inaceptable", ha afirmado el gobierno francés.
Además, el portavoz ha asegurado que la seguridad de sus connacionales es una prioridad por lo que han enviado instrucciones pidiendo que ejerzan "la mayor vigilancia" y permanezcan en sus casas hasta nuevo aviso. Francia ha abierto una célula de crisis dentro de la embajada y otra en el Centro de Crisis para monitorear la situación, según han informado.
Francia niega su implicación
En una comparecencia en la televisión estatal RTB, el subteniente Jean-Baptiste Kabré, en nombre de Traoré, nuevo hombre fuerte del país, anunció anteriormente que Damiba "se habría refugiado en la base francesa de Kamboinssin para planear una contraofensiva".
Sin embargo, la Embajada de Francia negó "cualquier implicación del Ejército francés" en los hechos, así como los rumores que apuntan a que las autoridades depuestas "han sido acogidas o están bajo la protección de los soldados franceses". El jefe del Estado Mayor del Ejército burkinés, coronel David Kabre, ha instado este sábado a "todas las partes a mantener la calma y la moderación para dar oportunidad a una salida negociada de la crisis".
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos -49 gendarmes y 4 civiles-, lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.
Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.