Backstreet Boys en España: ¿las 'boy bands' son para siempre?
- La banda, que cumple 29 años en la música, ofrece dos conciertos en Madrid y Barcelona
- "Llevamos desde 1997 yendo a todos sus conciertos", dice una seguidora
Gira mundial, ambiciosos planes para su inminente 30 aniversario en la música y hasta un disco navideño listo en el horno. Si alguien pensaba que una boy band no podía superar el impulso juvenil, los Backstreet Boys están ahí para negar la mayor a punto de cumplir tres décadas de carrera y con sus cinco integrantes en distintos momentos de la cuarentena.
Frente al Wizink Center de Madrid, sus seguidores, en su mayoría mujeres, hacían cola esta mañana para conseguir el mejor sitio. Los precios del concierto oscilaban entre los 60 y 106 euros.
El punto de inflexión para su regreso a lo grande fue el lanzamiento en 2019 del disco DNA, que, sorpresivamente hasta para los más optimistas, se sitúo en primera posición de la lista de venta Billboard en EE.UU, algo que el grupo solo había logrado en dos ocasiones en este siglo: en 2001 con Millenium y en 2002 con Black & Blue. Los Backstreet Boys habían vuelto. ¿Por qué siguen teniendo éxito contra todo pronóstico?
Nick Carter, Brian Littrell, Kevin Richardson, AJ McLean y Howie Dorough sigue siendo su formación estable. Muchos han probado por separado, pero el grupo siempre vuelve. Llevan desde 1993 en los escenarios y sus seguidores han crecido con ellos. En ese sentido, son un auténtico fenómeno boomer: todos los Backstreet Boys nacieron en los años 70, la última década de explosión demográfica.
Bandas más antiguas de rock siguen en activo, pero ninguna con ese carácter puramente comercial y de diseño industrial discográfico. Y, en cuanto a las otras 'boy bands', ni las precursoras (New kids on the block), coétanas (Take that, NSYNC) o posteriores (One direction) pueden igualar la longevidad de Backstreet Boys.
'Chufi', una de las fans preparada para el concierto de esta noche muestra cómo su pasión no ha menguado a lo largo de los años. "Aprendí a hacer bacalao con tomate porque leí que le gustaba a Howie. Si Howie me deja cocinárselo, dejo a mi marido", bromea.
La travesía del desierto, en crucero de lujo
"Llevamos desde al año 1997 yendo a los conciertos por toda Europa y los que nos quedan", dice Laura, otra seguidora. "También he estado en Miami con mi hermana en uno de los cruceros para fans que hacen". En la larga transición desde las portadas de Super pop de los 90 a su regreso a las giras mundiales, la banda recurrió a los cruceros como una fuente de ingresos ante la caída de ventas de discos. En 2010 zarpó el primero de los seis cruceros.
La idea era sencilla y un caramelo inigualable para fans: unos días junto a los cinco integrantes de la banda en los que cantaban, bailaban, fotografiaban, jugaban y disfrutaban junto a sus ídolos. Como tener de grupo de animación a una de las bandas superventas de los 90. El éxito económico fue total: los precios iban desde los 650 a los 9.198 euros. Todos los cruceros se llenaron y entraban 10.000 pasajeros.
Éxito en redes sociales
Los BSB también han sabido surfear por el cambio de consumo de las nuevas tecnologías. La banda ofreció el 24 de junio un concierto virtual desde Filadelfia para los a los usuarios de WeChat (Weixin), principalmente para público chino. Hasta 44,2 millones de espectadores siguieron el recital, convirtiéndose en el tercer concierto más visitado de la historia del canal.
La brecha generacional se advierte perfectamente en Tik Tok, la red social que ha cogido un papel protagonista en la difusión de la música. Pese a que sus coreografías y bailes se adaptan perfectamente a la red social, tienen un millón de seguidores, cifra nada desdeñable pero que no puede compararse con los 26 millones de Rosalía, por ejemplo.
Los NSYNC de Justin Timberlake jugaban el papel de sus rivales ficticios -las dos bandas eran amigas- y precisamente los BSB han señalado que Timberlake es una influencia capital para su próximo disco navideño, en el que también versionan el clásico "Last Christmas" de Wham!. Su público está ahí: en la generación de los 80, 90 y primerísimos 2000. Con todo, su éxito sigue siendo un experimento en marcha único: ¿hasta cuándo mantendrán seguidores capaces de llenar conciertos?