El coste económico de vivir solo: uno de cada cuatro españoles reside en un hogar unipersonal
- La inflación de precios, la subida de la luz y el combustible lo hacen prácticamente imposible
- Es clave saber cuándo y en qué se gasta el dinero
Con la vida un 9 % más cara, llegar a fin de mes es cada vez más difícil y para las personas que viven solas, todavía más. Actualmente, son cinco millones y, normalmente, suelen pagar más a pesar de consumir menos.
En total, uno de cada cuatro españoles vive en una casa unifamiliar, al vivir solos, gastan un 15 % más en la cesta de la compra. Hay que tener en cuenta que muchos de los productos que consumen están pensados para varias personas y aparecen en pack familiar. "La comida en los supermercados no está pensada para una persona solo. Al final compras de más y no te da tiempo a consumirla entera", explica un ciudadano.
A esto se lo suma el pago del alquiler, las hipotecas y otros servicios como internet, la comunidad o el agua, que en lugar de dividirse, recaen en una única persona, suponiendo un 60 % del gasto total. "Vivir solo 100% tal y como están las cosas es inviable", afirma otro.
Consejos para ahorrar en casa
La asesora financiera Aída Fernández explica en 'La Hora de la 1' algunos consejos para ahorrar para las personas que viven solas: "Ahora mismo estas personas están en una situación mucho más complicada, ahora mantener la vivienda es mucho más complicado. La clave es buscar aquellos puntos que son de gastos a gran escala. Un buen ejemplo, sería el de cocinar un día para toda la semana grandes cantidades".
Pero esta no es la única manera de gastar menos: "Cocinar todo un mismo día, además de evitar el desperdicio de comida, hace que ahorremos en el gasto de luz. Si encendemos el horno lo mejor es aprovechar para hacer varios platos a la vez. Si cocemos pasta para una persona sola, gastamos lo mismo que si cocemos pasta para muchas más. Todo lo que sea cocinar a gran escala supone un ahorro", relata.
Otra de las opciones para ahorrar en casa, si no se comparten gastos con nadie más, es esperar a tener lleno el cesto de la ropa sucia antes de poner la lavadora: "Incluso a lo mejor me compensa comprarme unos cuantos pares más de calcetines y evitar poner la lavadora medio vacía", apunta la asesora.
Si vives solo hay mayor dificultad para pedir una hipoteca
Otro de los ámbitos en los que se presentan dificultades cuando se trata de una sola persona es en el de solicitar una hipoteca: "Al final pensemos que los ingresos se concentran en una sola persona y, por tanto, también el riesgo. Los bancos te conceden una hipoteca corrrespondiente a un tercio de tus ingresos".
Uno de los causantes de esta situación es que ha subido el coste de la vida y no los salarios, en un contexto que cada vez es más complicado: "Ese 9 % de encarecimiento de la vida se traduce en que puedes comprar menos que lo que podías comprar con el mismo dinero. Con el precio de alquileres estoy espantada. Nos ha subido la renta en los dos últimos años una barbaridad, si suben las rentas, si no podemos acceder a una hipoteca, de qué vamos a vivir, no sé que vamos a hacer", dice la abogada Verónica Guerrero.
En esta misma línea se expresa la asesora financiera, a la hora de comprar comida, lo importante, dice, es fijarse en el binomio calidad-precio: "Aquí también deberíamos valorar la calidad de, por ejemplo, la comida preparada. Estamos en un momento en el que comprar verdura y fruta sale más caro que comer un yogur de chocolate. Pero todo es ver cómo se compra y de qué manera se usa. La gente está dejando de comprar patatas porque son muy caras de cocinar a pesar de ser un producto muy barato. Al final lo mejor es utilizar alimentos que si los hago en casa no tengan mucho tiempo de cocinado".
Los mayores, los otros grandes afectados
Esta problemática se extiende también a los más mayores. Mucha gente de la tercera edad vive sola con pensiones muy justas y, en ocasiones, esa soledad no es buscada: "Las soluciones aquí son más complejas, damos por hecho que la gente mayor tiene una vivienda pagada, pero igualmente se enfrentan a los mismos problemas", afirma Aída Fernández.
Por otro lado, en el caso en que dispongan de una casa muy grande, lo que sucede es que les sobran estancias, que, a fin de cuentas, son habitaciones que no se emplean, pero que, sin embargo, se calientan y consumen energía. Esto suele suceder porque en ellos moraba una familia entera en la que a día de hoy solo vive una persona: "Estas casas son muy grandes, por eso, necesita mucha energía para calentarse. La conclusión es que dejan de ser útiles para estas personas que viven solas", finaliza.