El Banco de España recorta a la mitad el crecimiento en 2023 hasta el 1,4 % aunque eleva al 4,5 % el de este año
- Mejora en cuatro décimas la proyección del PIB para este año, pero rebaja en 1,5 puntos la del próximo ejercicio
- El supervisor augura una inflación del 8,7 % en 2022, que se moderará gradualmente hasta el 5,6 % en 2023
La economía española crecerá con fuerza en 2022, pero no lo hará tanto como se esperaba en 2023. Es una de las principales conclusiones del último informe trimestral del Banco de España, publicado este miércoles, que prevé un empeoramiento de las perspectivas a corto plazo a cuenta de la persistencia de tasas de inflación elevadas o el endurecimiento de las condiciones financieras. Así, el supervisor estima una mejora en el PIB de cuatro décimas este año, hasta el 4,5 %, si bien recorta hasta la mitad el crecimiento para España el próximo año al 1,4 %. La inflación, por su parte, seguirá al alza: se prevé que cierre en el 8,7 % en 2022, para moderarse gradualmente hasta el 5,6 % en 2023.
La mejora para este año, apunta el organismo, se fundamenta en “un avance más intenso del producto en el segundo trimestre del año de lo que se estimaba en junio”, que creció cuatro décimas más de lo esperado debido al buen comportamiento de la actividad -en especial del turismo- y el empleo. Mientras, el repunte proyectado para 2023 es 1,5 puntos menor que el que se contemplaba en el anterior ejercicio de previsiones, debido, entre otros factores, “a las mayores tasas de inflación proyectadas, a unas condiciones de financiación menos favorables, al aumento de la incertidumbre y al debilitamiento de la demanda global”.
De esta forma, el supervisor coincide con el Gobierno en que la economía terminará el año mejor de lo previsto en su anterior proyección de verano, si bien no cree que el PIB español alcance el objetivo de crecimiento del 2,1 % dibujado por el Ejecutivo este martes, durante la aprobación de los Presupuestos para 2023. Esto se debe, apunta, a la "debilidad" de la actividad en la segunda mitad del año y en el primer trimestre del próximo, que tendrá "un efecto arrastre" en le siguiente ejercicio.
Las proyecciones del organismo que dirige Pablo Hernández de Cos, en cambio, sí se sitúan en línea con las de otros organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que rebajó la semana pasada las previsiones de crecimiento para el próximo año hasta el 1,5 %. También la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se muestra pesimista con las estimaciones del Ejecutivo y aboga por ese mismo empuje de la economía para el año 2023.
España sigue sin recuperar los niveles preCOVID
En todo caso, destaca el supervisor, a pesar de esta “fuerte” expansión del producto en 2022, el nivel de PIB de la economía española aún se encontraría 2,2 puntos por debajo del alcanzado a finales de 2019. Por contra, en el conjunto del área del euro, el nivel de actividad ya se situaría, en el segundo trimestre del año, casi 2 puntos por encima de dicha referencia.
De esta forma, España sigue sin recuperar los niveles previos a la pandemia, cuando ya lo hicieron la mayoría de economías de su entorno. Y es que, pese al "dinamismo" de la primera mitad del año, el PIB español se frenará en el tercer trimestre y solo repuntará un 0,1 %. Así, observa ya una ralentización en el empleo entre julio y septiembre, una menor facturación empresarial, la caída del consumo y el deterioro de las condiciones de financiación y de la confianza empresarial.
“Más allá de los trimestres más inmediatos, la evolución económica depende crucialmente de los desarrollos de la guerra en Ucrania”, alerta el Banco de España, quien si bien muestra un halo de optimismo al observar que los cuellos de botella en la producción y el transporte mundiales “podrían estar comenzando a remitir” y que las presiones inflacionistas estarían ya “alcanzando su pico”. Esa mejora se plasmaría en un crecimiento del 2,9 % en 2024, que sería cuando España recuperaría los niveles de PIB previos a la pandemia hasta. Todo ello, sin embargo, está sujeto "a un grado de incertidumbre muy elevado”, advierte.
Empeora las previsiones de inflación
La revisión a la baja del PIB va acompañada de una revisión al alza de la inflación, tanto para este año como el que viene. Según el Banco de España, se contemplan “tasas de inflación significativamente más elevadas y persistentes que las anticipadas unos meses atrás” por lo que ha decidido elevar la previsión de inflación para este año hasta el 8,7 %, un punto y medio más que en junio, y espera que "se modere gradualmente" hasta el 5,6 % en 2023, esto es, más de tres puntos de diferencia con su anterior previsión.
En cualquier caso, afirma el documento, "las tasas de inflación en España serían aún mayores que las actuales de no ser por algunas de las medidas desplegadas por las autoridades". Y destaca que las medidas para contener el precio de la electricidad habrían contribuido a reducir la tasa de la inflación general en agosto en algo más de dos puntos, siendo la contribución del mecanismo para limitar el precio del gas, el conocido como tope del gas, ligeramente superior a un punto.
“Como es lógico, estas perspectivas acerca de la evolución de la inflación en nuestro país también están sometidas a una extraordinaria incertidumbre y dependerán, entre otros aspectos, de la trayectoria de los precios de las materias primas y de la reacción de los salarios y de los márgenes empresariales ante el aumento de los precios de consumo y los costes de producción”, apunta el organismo. No obstante, estima que la actividad económica muestre "un mayor dinamismo" a partir de la próxima primavera.
En concreto, a lo largo de 2023, el Banco de España contempla "una moderación progresiva" de los precios de los bienes energéticos y de los alimentos, "una mitigación muy gradual" de los cuellos de botella y de las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, y "una traslación relativamente contenida" de los aumentos de los costes y los precios pasados a los precios finales de los productos y a las demandas salariales. "También contribuiría a esta reactivación económica en nuestro país un mayor despliegue relativo de los proyectos de inversión asociados al programa europeo Next Generation EU", esto es, los fondos europeos, señala.
Prevé que la tasa de paro se estabilice en el 12,8 %
Respecto al empleo, apunta a que "se ha ralentizado en los meses de verano, aunque se mantiene el fuerte dinamismo de la contratación indefinida". Así, el supervisor prevé que la tasa de paro se estabilice en el entorno del 12,8 % este año y aumente una décima, hasta el 12,9 %, el que viene. En este caso, la del Gobierno es más optimista y se sitúa ligeramente por debajo: en el 12,2 % en 2023. El organismo no contempla cambios sustanciales en el empleo durante los próximos años, si bien cree que lo que se verá afectado por la caída en el crecimiento serán las horas trabajadas.
Y, en cuanto al déficit público, asegura que su reducción "se prolonga debido a la fortaleza de los ingresos, que compensaría el impacto en las cuentas públicas de las medidas adoptadas en respuesta a la crisis energética". Así, proyecta que se sitúe en el 4,3 % a cierre de este año y en el 4 % el próximo. La deuda, por su parte, continuará a la baja los próximos años: alcanzará el 113,3 % del PIB en 2022 y el 110,7 % en 2023.